Cuándo ir a urgencias por un golpe en la cabeza

Este post se publicó originalmente el 04/10/2019 y ha sido actualizado en fecha 19/11/2024

Se ha dado (otra vez) un golpe en la cabeza. Y te preguntas si debes llevarlo a urgencias. Porque cada vez que vais le hacen una radiografía y eso no puede ser bueno. Pero ¿cómo sabemos que no ha pasado nada y podemos estar tranquilos?

Qué hacer ante un golpe en la cabeza 

Los golpes en la cabeza siempre son alarmantes porque sabemos que pueden traer consecuencias importantes. Dentro de la cabeza está el cerebro y todas las estructuras sustanciales del sistema nervioso. Los niños y las niñas se caen y se golpean constantemente porque sus habilidades motoras aún fallan y con frecuencia asumen riesgos innecesarios.

Si a esto le sumamos que sus cabecitas en crecimiento son más frágiles y vulnerables a las consecuencias de los golpes, es normal que nos planteemos qué hacer en estos casos.

Un golpe en la cabeza puede producir una lesión superficial en la piel, como una herida o un raspón; o un hematoma, el típico chichón que se forma porque se acumula líquido y sangre entre la piel y los huesos de la cabeza. Estas lesiones tienen una solución fácil: un buen lavado con agua y jabón de las heridas superficiales, algún punto de sutura si es necesario y hielo en el chichón serán suficientes.

El problema se plantea cuando el golpe ha sido mayor y sospechamos que hay una fractura de cráneo o una conmoción cerebral.  

Fractura de cráneo y/o conmoción cerebral

La fractura en sí misma, si no está hundida, no implica necesariamente mayor gravedad. Los huesos del cráneo están dispuestos de modo que no se pueden mover, así que una fractura en esta zona no precisa inmovilización especial ni ninguna otra medida.

Pero si el golpe ha sido lo suficientemente importante como para producir una fractura, debemos sospechar que también puede ser capaz de provocar una lesión interna, una conmoción cerebral.

La conmoción cerebral se ocasiona cuando el cerebro, a consecuencia de la contusión, se mueve rápida y bruscamente dentro de la estructura rígida de los huesos de la cabeza y se golpea de forma indirecta contra los propios huesos.

Esto genera unos cambios químicos que dañan las células cerebrales y se manifiesta con dolor de cabeza, vómitos o nauseas, mareos, visión borrosa o doble, alteraciones de la marcha, dificultad para concentrarse o recordar cosas… Estos síntomas pueden aparecer inmediatamente tras el golpe y persistir unos días, aliviándose poco a poco. Deberíamos consultar si no mejoran o, por el contrario, parecen empeorar con el tiempo.

¿Cuándo ir a urgencias si se ha dado un golpe en la cabeza?

Debemos tener en cuenta tres aspectos importantes a la hora de decidir si hay que llevar al niño a urgencias o podemos vigilarlo en casa: la edad del peque, cómo se ha dado el golpe y cuáles son los síntomas iniciales.

Se considera que un niño menor de 2 años tiene mayor riesgo de sufrir lesiones graves tras un golpe en la cabeza. En este grupo de edad debemos acudir a urgencias si el golpe se ha producido por un accidente de tráfico a alta velocidad, si se ha caído desde una altura superior a los 50 cm, si se ha golpeado con un objeto duro o si no hemos presenciado la caída y tenemos dudas.

También si tiene un gran hematoma o presenta síntomas preocupantes como irritabilidad, llanto persistente, vómitos, tendencia al sueño o alteraciones del comportamiento.

Si la caída ha sido desde su propia altura o desde una altura menor de 50 cm (un sofá o una cama normal), ha llorado un ratito pero se ha calmado pronto, no ha vomitado o ha vomitado solo una vez y no tiene un gran chichón, podemos vigilar síntomas de alarma en casa sin necesidad de acudir a urgencias.

En niños mayores de 2 años se debería consultar si el golpe se ha producido tras un accidente de tráfico o bicicleta, si se ha caído desde una altura superior a un metro o si no recuerda lo que ha pasado, se queja de dolor de cabeza intenso, ha vomitado más de una vez, siente confusión o hay tendencia al sueño.

Si el golpe no ha sido muy intenso, no ha vomitado o ha vomitado solo una vez y no hay alteraciones de la memoria o del comportamiento, también podemos observarlo en casa durante las primeras 24 horas.

Pero ante la duda, lo mejor es consultar a un especialista. Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, estaré encantada de atenderte en la Tribu CSC, donde además puedes consultar al resto de miembros de nuestro equipo de expertos en salud materno-infantil y crianza respetuosa. 

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¿Qué debemos vigilar?

Si decidimos quedarnos en casa, un adulto responsable debe estar pendiente del niño o la niña durante las primeras 24 horas. La mayoría de los síntomas son evidentes y fáciles de identificar, como una pérdida de consciencia, una convulsión, alteraciones de la vista o sangrado por la nariz o los oídos.

Lo que suele producir más preocupación son los síntomas leves, que pueden confundirse con el cansancio lógico después del llanto y el susto tras la caída o el golpe. La tendencia al sueño es un signo de riesgo, pero si es su hora de dormir, no es necesario mantenerlo despierto. Bastará con comprobar cada 2 o 3 horas que reacciona con normalidad ante un suave estímulo. Ni siquiera es necesario despertarlo.

Es natural que duela un poco la cabeza, pero el dolor debería ceder con algún analgésico y no empeorar. También es normal que esté un poco irritable y llore, pero deberíamos consultar si la irritabilidad o el llanto son persistentes o si los más mayores presentan alteraciones del comportamiento como confusión o desorientación.

Afortunadamente la inmensa mayoría de los golpes en la cabeza suelen deberse a traumatismos leves y no suponen un gran riesgo de lesiones graves. Es muy poco probable que precise una radiografía u otras pruebas y, si la edad lo permite, el golpe ha sido leve y el niño o la niña se encuentra bien, podemos vigilarlo en casa, siempre pendientes de cualquier síntoma que nos preocupe.