Tiempo exclusivo con cada hijo: Una necesidad para ellos y para nosotras

Si la gestión del tiempo en general ya es difícil en una sociedad como la nuestra, la gincana es propia de Jumanji con tres hijas. Comprobado y testado en carne propia Y, sin embargo, soy consciente de lo importante que es tener un tiempo con cada hijo. Para ellos y para nosotras.

Tiene beneficios para el vínculo afectivo, para su autoestima y nos ayuda a algo tan importante como conectar y a conocerlos. Y, reconozcámoslo, permite que nos olvidemos de las preocupaciones diarias y nos reencontremos con nuestra infancia.

¿Cuánto tiempo dedicamos a cada hijo/a?

El día tiene 24 horas. Lo sé. No podemos estirarlo y tenemos mucho por hacer. No sé vosotras pero yo siempre tengo la sensación de que voy corriendo a todo, que no hay nada que pueda hacer con tranquilidad. Como el conejo de Alicia en el País de las Maravillas, voy acelerada mirando el reloj: «llego tarde», «me quedan 10 minutos para…», «no voy a llegar». Pero el tiempo se marcha y no vuelve más. Y, lo que es más importante, ¿saben nuestros hijos lo que es el tiempo? ¿les importa? Pues no.

Ellos solo quieren estar con su madre y su padre y les da igual las llamadas que tengas que hacer, los emails que debes responder o las lavadoras que tienes que tender. Así que os invito a hacer una reflexión: ¿todo lo que ocupa vuestro tiempo es realmente importante? ¿qué pasaría si posponéis eso tan urgente y os centráis en atender a las únicas personas que realmente os importan?

La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles sacó en marzo la encuesta «¿Cuánto tiempo tienes para tus hijos?» y, entre otros datos, reflejaba que el 60% de los encuestados dedica menos tiempo del necesario a sus hijos. El 40,47% pasaba menos de dos horas cuidando y atendiendo a sus hijos. En esa encuesta no preguntan por el tiempo exclusivo para cada hijo. Pero ya respondo yo: en la mayoría de los casos, la mayoría de las veces, no le dedicamos a cada uno el tiempo necesario ni suficiente.

¿Por qué es importante pasar un tiempo con cada hijo?

Pues básicamente porque cada uno se merece y necesita atención exclusiva aunque sea un rato al día. Durante algunos meses o años, el primogénito de una familia con varios hijos tuvo esa exclusividad. Pero la llegada de nuevo miembro provoca que el segundo, tercero… nunca haya vivido esa experiencia de estar solo con sus padres. Es cierto que siendo bebés la atención de mamá será máxima. Y, aún así, es necesario que estemos con los otros hijos un ratito, que compartamos momentos de complicidad. Momentos íntimos que van generando recuerdos positivos.

Tener ese ratito con mamá o con papá refuerza su sensación de ser importante dentro de la familia y, además, le generará mucha felicidad el sentirse el «centro de atención» sin que nadie le dispute esa posición. Además, es una forma maravillosa de conectar, de reforzar el vínculo afectivo entre nosotros. Un niño o una niña a la que su madre le dedica tiempo en exclusiva gana autoestima y seguridad en sí mismo.

Este año he tenido que llevar varias veces a mi hija mayor al dentista. Por razones de comodidad y también por el tema de la Covid-19, hemos ido las dos solas, mientras las más pequeñas se quedaban en casa con el padre. Han sido momentos divertidos de risas, canciones y confesiones. Pues bien. Mi hija más pequeñita reclamaba una y otra vez ir al dentista. Ni siquiera sabía exáctamente qué era, pero entendía que era una oportunidad para estar conmigo a solas. El día que la llevé iba contentísima y ahora quiere ir continuamente, pese a tener los dientes perfectos (según me dijo el especialista).

Cómo nos beneficia a nosotras dedicar tiempo a cada hijo

Cada uno de nuestros hijos tiene su forma de ser. No hay dos seres humanos iguales, ni aunque sean gemelos, ni aunque se les haya dado exactamente la misma crianza. La personalidad se va desarrollando a lo largo de los primeros años (los expertos coinciden en apuntar que los pilares se definen durante los primeros seis o siete años) y se forma en base a muchos aspectos. Y es importante que lo tengamos en cuenta a la hora de relacionarnos con ellos.

Es lógico que queramos criar a nuestros hijos bajo un mismo sistema de valores, ofreciéndoles las mismas oportunidades. Sin embargo, no debemos ignorar que son personas independientes, con sus sueños y sus miedos. Si pasamos un ratito con ellos a solas, dedicándoles todos nuestros sentidos, aprenderemos a conocerlos mejor.

Esa complicidad de la que antes hablaba es bidireccional. El tiempo compartido nos ayudará a descubrir sus gustos, conocer cuáles son sus esperanzas y sus miedos. Y nos dará herramientas para ayudarlos a crecer felices, acompañándolos en la aventura de la vida.

Cómo gestionar el tiempo con cada hijo

La psicóloga canadiense Catherine L’Ecuyer asegura que el tiempo a solas para cada hijo «hace milagros». Eso sí, sin pantallas ni distracciones y todos los días, tanto dentro como fuera de casa. Puede sonar a quimera en algunas familias, por ejemplo, en el caso de las monoparentales; pero merece la pena intentar tener ese momento especial con cada uno de nuestros hijos. Si nos resulta difícil sacar un tiempo de dedicación exclusiva diario, podemos tener nuestro plan semanal, pero es fundamental que los peques sepan que ese es nuestro momento especial con ellos.

La falta de conciliación familiar en España y la carga mental que nos acosa, principalmente a las mujeres, son dos barreras para este objetivo. Por eso os damos algunas recomendaciones para lograr nuestros objetivo y dar tiempo a cada hijo:

• Crear el hábito. Las rutinas son importantes en casa. Les da seguridad a los peques. Tener el hábito de estar con nuestros hijos nos permitirá organizarnos a nosotros y será beneficiosos para ellos porque esperarán ese momentito a solas como un acontecimiento importante dentro de su día a día.
• Fuera distracciones. De nada nos sirve decirles que vamos a estar un ratito con ellos y luego estar pendientes del móvil, del ordenador o de una telaraña que has visto en la esquina del techo. Si les dedicamos tiempo en exclusiva significa estar 100% a su disposición, escuchándoles, conversando y demostrándoles que lo que nos cuentan o les pasa nos importa. Y claro que nos importa, pero si no dejamos de contestar los mensajes de whatsapp mientras estamos con ellos, pensarán que ese mensaje es más importante que él o ella.
• Hacer cosas divertidas. Es otra buena forma de conectar. Quizás a nuestra hija mayor le encanta dibujar pero la pequeña se muere de la risa jugando al escondite. Pues probemos, dejémonos guiar por sus gustos. Eso nos permitirá mejorar nuestra conexión. Y que nos divirtamos, reduciendo estrés y alejando la preocupaciones diarias.

• Compartir momentos de rutina. Es otra vía. A veces nuestro día a día nos arrolla y no tenemos tiempo para todo. Podemos proponerles ir a la compra o que nos ayuden a ordenar unos libros. También así se sentirán importantes y nos facilitará la gestión del tiempo. A mis hijas, por ejemplo, les encanta ayudarme a limpiar. ¡Y es una tarea que odio! Y no deja de sorprenderme lo felices que son quitando el polvo de la mesa con un trapo o cogiendo la escoba.
• Tiempo de calidad y tiempo en cantidad. Ambos son importantes. A veces no tendremos mucho tiempo que dedicarles, pero 10 minutos cuentan. Todo cuenta. Si no podemos dedicarles todos los minutos que nos gustaría durante la semana, podemos emplear el fin de semana para aumentar la cantidad. Y, por supuesto, tiempo de calidad, sin otro objetivo que pasar nuestros días junto a ellos.
• Con mamá y con papá. Dedicar un tiempo para cada hijo no solo se refiere a mamá. Es cierto que durante ciertas etapas mamá será la elegida preferentemente. Pero los padres también han de sacar su rato de dedicación exclusiva. A mi hija mayor le encanta participar en un juego «de mayores» al que suele jugar mi marido con el ordenador. Y es un momento que no cambiarían por nada, ninguno de los dos. Es muy divertido escucharles contar sus victorias a la hora de la cena.

Pasar tiempo con nuestros hijos, en general, es maravilloso. Hacerlo con cada uno de ellos en exclusiva, también. A veces necesitaremos tirar de nuestra tribu para lograrlo (hay que ser realistas) pero los beneficios superan las posibles dificultades. En la Tribu de Criar con Sentido Común no solo puedes acceder a profesionales que te darán consejo y resolverán tus dudas, también podrás conectar con otras familias en tu misma situación e intercambiar ideas para mejorar nuestras relaciones en casa desde el respeto.

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