Este post se publicó originalmente el 12/10/2021 y ha sido actualizado en fecha 28/10/2024
El embarazo conlleva toda una serie de cambios hormonales y en el organismo que en ocasiones pueden causar algún trastorno, como diabetes gestacional o hipertensión. Pero lo que mucha gente no sabe es que existe una relación entre la vista y el embarazo. Este, en algunos casos, también puede afectar a la visión.
¿El embarazo afecta a la vista?
Durante el embarazo la mujer puede sufrir algunos problemas de salud asociados a al proceso de gestación, como diabetes gestacional, hipertensión arterial, preeclampsia, anemia…
Algunas mujeres también notan que su visión empeora durante el embarazo. Así es, la gestación también puede afectar en algunos casos a la salud ocular, produciendo molestias en los ojos, alteraciones de la vista y cambios de graduación.
Aunque en la mayoría de casos esa pérdida de visión responde a los cambios hormonales característicos de este período, y sus efectos suelen desaparecer después de dar a luz, en ocasiones las molestias en los ojos pueden ser síntomas de un problema subyacente, por lo que es importante prestarle atención y acudir al especialista.
A continuación te contamos qué problemas en la vista pueden presentarse durante el embarazo y en qué casos es especialmente importante acudir al oftalmólogo.
Problemas de visión durante el embarazo
Si notas alguna alteración de tu visión durante el embarazo, probablemente se trate de trastornos fisiológicos y desaparecerán una vez que nazca el bebé. Sin embargo, quizás la gestación sea un estímulo para que justo en este periodo sufras síntomas causados por problemas latentes que terminan por aflorar a la superficie, así que ante cualquier duda lo mejor es acudir al experto/a cuanto antes.
Vista borrosa en el embarazo
La visión borrosa es uno de los síntomas oculares más habituales vinculados al embarazo y, en la mayoría de los casos, desaparecerá por sí sola después de dar a luz. Sucede a causa de los cambios hormonales, que pueden provocar una disminución en la producción de lágrima, con la consecuente sequedad e irritación ocular.
También puede ocurrir justo lo contrario, es decir, que la retención de líquidos característica de la gestación afecte también al globo ocular. De esta forma, la acumulación de de líquido en los ojos hacen que la córnea y el cristalino se engrosen o cambien su curvatura y, en consecuencia, tengamos la visión borrosa.
Aunque la visión borrosa durante el embarazo es muy habitual y sus causas normalmente sean inocuas, en algunas ocasiones puede estar vinculada a otro tipo de problemas como diabetes gestacional, preeclampsia, anemia (falta de hierro), presión arterial baja, migrañas o deshidratación… Por este motivo es importante notificarlo al médico durante las revisiones periódicas, para que valore si requiere un análisis de sangre y algún tratamiento, como suplementos vitamínicos.
Más riesgo de sufrir ojo seco
Otro de los trastornos más frecuentes durante el embarazo es la sequedad ocular, también debida a los cambios hormonales que se producen durante esta etapa. Esta sequedad puede persistir durante la lactancia, pero suele remitir al finalizar esta y volver a tener periodos menstruales normales.
El llamado «ojo seco» se produce por un déficit en la secreción de lágrimas y sus principales síntomas son:
- Sensación de sequedad o impresión de tener un cuerpo extraño en el ojo.
- Picor o escozor.
- Enrojecimiento e irritación.
- Cansancio ocular.
- Visión borrosa o fluctuante.
- Fotofobia (cuando la luz molesta más de lo habitual).
Si no se trata adecuadamente, la sequedad ocular puede llegar a producir problemas visuales e, incluso, lesiones en la córnea y la conjuntiva. Así que, ante cualquiera de estos síntomas, es importante consultar con el oftalmólogo, para que decida el tratamiento más apropiado en cada caso y compatible con el embarazo y/o la lactancia (lágrimas artificiales, pomadas lubricantes, etc.).
Posible aumento de la miopía
Durante el embarazo también se pueden producir variaciones en la graduación o pérdida de visión. Las mujeres que presentaban defectos de visión previos al embarazo (como miopía o hipermetropía) tienen mayor riesgo de sufrir estas variaciones, aunque no se da en todos los casos (de hecho las embarazadas que sufren cambios drásticos en su graduación tras el embarazo son una minoría), y es un trastorno que puede ser transitorio o no.
Por este motivo, se suele desaconsejar operar o cambiar de graduación la vista durante el embarazo, ya que es más prudente esperar unos tres meses tras el parto para ver si el trastorno es permanente o, por el contrario, remite por sí solo al finalizar estas etapas.
Manchas y chispas
Los cambios de presión y la falta de hierro pueden estresar la retina. Esta tensión hace que aparezcan chispas, manchas y/o destellos cortos. Se trata de un trastorno transitorio en la mayoría de los casos, pero a veces las manchas o luces brillantes son síntomas que pueden estar asociados a hipertensión ocular, desprendimiento de retina e hipertensión arterial.
Todo lo anterior se asocia con la preeclampsia o la eclampsia, así que es mejor que el médico nos saque de dudas ya que es fácil confundir los escotomas (puntos en la visión) con las moscas flotantes, que se mueven a lo largo del campo visual y que no suelen revestir un riesgo especial.
Párpados hinchados
La hinchazón alrededor de los ojos es común en el embarazo. Por lo general no es grave, aunque puede resultar incómodo e interferir con la visión periférica. Sin embargo, los párpados hinchados pueden deberse a una simple irritación o a una presión arterial alta, por lo que es mejor acudir al médico, sobre todo si presentas también manos hinchadas.
Precaución en caso de diabetes previa
Tener diabetes es un factor que aumenta las probabilidades de sufrir ciertas enfermedades oculares. Por ejemplo, las mujeres diabéticas tienen mayor riesgo de desarrollar retinopatía diabética (los vasos sanguíneos de la retina resultan dañados como consecuencia de la descompensación metabólica de la diabetes y el mantenimiento de niveles altos de glucemia) o experimentar un empeoramiento si ya tenían una retinopatía previa.
La retinopatía diabética no suele producir síntomas hasta que ya está avanzada, pero si no se controla bien, puede llegar a causar pérdida de visión. Por eso, durante el embarazo, es importante tomar medidas para prevenirlas o detectarlas a tiempo. Así pues, los controles oftalmológicos protocolizados durante el embarazo son fundamentales para las mujeres diabéticas. Con tratamiento precoz se puede evitar un 90% la progresión de la retinopatía diabética.
Esto sucede en el caso de las mujeres diabéticas, diagnosticadas con anterioridad al embarazo. No obstante, las mujeres diagnosticadas de diabetes gestacional (es decir, aquellas que sufren diabetes solo durante el embarazo, pero no son diabéticas previamente) no desarrollan retinopatía diabética.
En relación a la diabetes, según datos del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO):
- Dos de cada tres pacientes diabéticos (en general, no solo mujeres) consultan demasiado tarde.
- Los diabéticos que no llevan un buen control metabólico de la glucosa, tienen un riesgo de ceguera 25 veces superior a la media.
- La progresión de la retinopatía diabética es evitable en un 90% con tratamiento precoz.
La vista y el embarazo: Ante cualquier síntoma, consulta al especialista
Las mujeres embarazadas con un buen estado de salud no necesitan tomar ninguna precaución extra, al margen de las visitas periódicas al oftalmólogo que todos deberíamos hacer. Pero si notan cualquier síntoma, como pérdida de visión, vista nublada, molestias, sequedad, irritación, etc., es importante que no lo desestimen y acudan al oftalmólogo para que les haga una revisión completa y les aconseje tratamiento, si este es necesario.
En el caso de las mujeres diabéticas diagnosticadas previamente al embarazo, insistimos en que sí tienen que seguir unas visitas oftalmológicas de control estipuladas por el oftalmólogo y el endocrinólogo. Si tenéis alguna duda acerca de vuestro estado de salud durante el embarazo, el equipo de expertos de Criar con Sentido Común puede atenderlas online en la Tribu CSC.
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