El cáncer de cuello uterino es un tipo de patología que solo afecta a las mujeres, pero que es prevenible. La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) y la citología son fundamentales para su prevención y detección.
El Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello de Útero se celebra para concienciar a las mujeres de la importancia de prevenir esta enfermedad. Según el informe «Las cifras del cáncer de 2021», el año pasado se detectaron 1.942 casos de este tipo de patología, conocida también como cáncer de cérvix.
El cáncer de mama y los de colón y recto, no obstante, son los más frecuentes en las mujeres españolas según esos mismos datos. Pero el cáncer de cuello uterino es otro de los tumores más usuales y letales si no se detecta y trata de manera precoz. Se calcula que cada año se detectan 500.000 nuevos casos en el mundo.
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El cáncer de cuello uterino y el virus del papiloma humano (VPH)
El cérvix o cuello uterino es la parte fibromuscular inferior del útero. Mide unos tres o cuatro centímetros y se divide en dos pares: endocérvix – cubierto por un epitelio cilíndrico reproductor de moco – y el ectocérvix o exocérvix, que es la parte más cercana a la vagina.
Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) el 99% de los cáncer de cuello uterino están producidos por el virus del papiloma humano (VPH). Su transmisión es por vía sexual. La mayoría de la población sexualmente activa entra en contacto con el VPH a lo largo de su vida. Pero, tal y como resalta la pediatra de CSC, Gloria Colli, es el causante del 70% del cáncer de vagina, el 40% del de pene y el 90% del cáncer de ano.
La infección es asintomática en la mayoría de los casos. Esto provoca que una persona infectada puede ignorar que lo tiene y transmitirlo. Según la SEOM, en el 90% de los casos el virus del papiloma humano se elimina sin tratamiento en dos años. Solo en aquellas personas en las que la infección se vuelve crónica, puede dar lugar a lesiones precancerosas que progresen a cáncer invasivo.
Hay 130 variedades de VPH, de los que 14 se consideran de alto riesgo para el desarrollo de cáncer. Los subtipos 16 y 18 causan el 70% de todos los cánceres, según la SEOM.
¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de cuello del útero?
Según la SEOM, las personas que se inician de manera temprana en las relaciones sexuales pueden tener más riesgo de padecer cáncer de cuello uterino. A ellos se suma que su sistema inmunológico sea más débil, que tenga antecedentes de enfermedades de transmisión sexual o el uso de la píldora como anticonceptivo porque suele llevar asociado no usar otros métodos de barrera.
Las relaciones sexuales de riesgo y con distintas personas, un embarazo temprano y la multiparidad son otros elementos que pueden ser claves en la probabilidad de padecer este tipo de cáncer. Por otro lado, el tabaquismo duplica la posibilidad de desarrollar este tumor en el cuello del útero, así como la infección por el VPH o no haberse sometido a los programas de cribado poblacional.
En España existe un programa de cribado de cáncer de cérvix desde hace 50 años. La población objetivo está formada por mujeres de entre 25 y 65 años. Entre las medidas está la realización de citologías cada tres años a mujeres de entre 25 y 34 años y la determinación de VPH de alto riesgo a las de entre 35 y 65 años. Si es negativo, se repite a los cinco años. Si es positivo, se realiza una citología y se hace un seguimiento.
Cómo prevenir la aparición de este cáncer
Teniendo en cuenta que el virus del papiloma humano es el principal responsable del cáncer de cuello uterino, una de las medidas preventivas más importantes es una educación sexual y afectiva apropiada.
El VPH se puede transmitir con penetración vaginal o anal (también, aunque con menos frecuencia, por contacto genital). El uso del preservativo reduce el riesgo entre un 60 y un 70%, pero solo protege las zona que cubre.
El otro gran muro para la prevención es la vacunación contra el VPH. Según Gloria Colli:
«El mejor momento para recibir la vacuna es entre los 9 y los 12 años porque de esta forma los adolescentes quedan protegidos antes de tener contacto con el virus y además en este rango de edad es cuando se produce mayor cantidad de respuesta de anticuerpos».
En España la vacuna está financiada para las niñas, pero no para los niños, aunque se recomienda que estos se vacunen. La vacuna también puede ser efectiva tras detectar una lesión porque puede proteger frente a los subtipos más peligrosos y frente a las reinfecciones.
Los programas de cribado poblacional también son otra forma de profilaxis secundaria. La citología con la técnica Papanicolaou ha logrado reducir la morbimortalidad por cáncer de cérvix hasta en un 70%, según la SEOM. La citología recoge muestras de células y mucosidad que son analizadas posteriormente en un microscopio. Las pruebas de detección del VPH también contribuyen a evitar que cualquier anomalía acabe en cáncer.
Síntomas de cáncer de cérvix
Los signos del cáncer de cuello uterino depende del momento en el que esté. Hay que tener en cuenta que en una mujer con un sistema inmunológico normal, el tumor puede tardar entre 15 y 20 años en desarrollarse.
Según la Sociedad Española de Oncología Médica, al inicio de la enfermedad esta puede ser asintomática. Algunos signos precoces son:
- Sangrado genital anómalo (irregular/intermitente).
- Sangrado tras relaciones sexuales (coitorragia) o durante el examen ginecológico.
- Flujo maloliente, aunque este puede ser indicativo de vaginitis o cervicitis.
- Dolor pélvico o lumbar.
- Molestias al orinar (disuria) o tenesmo rectal.
- Sangrado ginecológico tras la menopausia.
- Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).
- Sangre en la orina o en las heces.
- Pérdida de peso, cansancio y pérdida de apetito.
- Edema de una o ambas piernas sin otras causas que lo justifiquen.
Tratamiento para el cáncer de cuello uterino
Según la Asociación Española Contra El Cáncer, el tratamiento de este tipo de tumor depende de la etapa en el que se detecte. Si se localiza pronto, se puede emplear cirugía o radiación combinada con quimioterapia. Si está más avanzado, se suele emplear radioterapia combinada con quimioterapia.
La cirugía también depende. En las fases más avanzadas es necesario extirpar el útero, los ovarios y las adenopatías. Según la AECC, aproximadamente el 30% de las pacientes recaen, por lo que es importante realizar un seguimiento del cáncer de cuello uterino.
Para las mujeres, el tratamiento tiene un impacto en su vida sexual. A nivel psicológico el cáncer puede provocar estrés, ansiedad, cambios de humor y miedo a la recaída.
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