Las caquitas del lactante o el falso estreñimiento del bebé que solo toma leche

A menudo se quejan por no poder hacer caca, pero rara vez tienen estreñimiento

Este post se publicó originalmente el 29/04/2021 y ha sido actualizado en fecha 29/10/2024

El color, la frecuencia o la consistencia de las deposiciones son una preocupación constante cuando el bebé es chiquitito. El estreñimiento del bebé un tema que no se suele sacar en las conversaciones familiares ni entre amigos, así que la mayoría de las dudas se consultan al pediatra.

En los cursos de preparación al parto se explica que los primeros pañales del bebé se mancharán de una sustancia negra, gomosa y muy pegajosa. El meconio.

El meconio de los recién nacidos

El meconio es la caquita que se va acumulando en el intestino del bebé durante el embarazo, y lo normal es que lo expulse durante las primeras 24 horas, a veces incluso en los primeros minutos de vida, inmediatamente después de nacer. Puede eliminarlo en una deposición abundante o en varias ocasiones.

Después de este meconio negro y pegajoso, los siguientes días las cacas serán progresivamente más claras pasando del negro al marrón oscuro o incluso verdoso. Posteriormente pasan a ser de marrón claro para, finalmente, sobre el tercer o cuarto día, tener el aspecto normal de las deposiciones del lactante: líquidas, amarillentas y con grumos.

 

 

En estos primeros días, si el bebé toma lactancia materna, pueden pasar dos o tres días sin ninguna deposición ya que el calostro se absorbe muy bien y prácticamente no deja residuos. Esto es normal y no hay que hacer nada.

El reflejo gastrocólico (o por qué hacen caca cuando comen)

Durante los primeros meses el bebé dispone del denominado reflejo gastrocólico que hace que, cuando la leche llega al estómago, se activen los movimientos intestinales y se produzca la deposición. Cuando el bebé toma lactancia materna a demanda puede comer unas 10-12 veces al día. Si el reflejo se activa cada vez que come, hará caquita también 10 o 12 veces al día, sin que esto signifique ningún problema.

 

 

Sobre los tres o cuatro meses este reflejo tiende a desaparecer, o al menos ya no se activa cada vez que come. Entonces pueden pasar varias tomas sin deposiciones, incluso varios días. Si la consistencia de las heces es normal: líquida, amarillenta y con grumos, o incluso un poco pastosa, tampoco es motivo de preocupación. No se trata de un verdadero estreñimiento.

La disquecia del lactante puede confundirse con el estreñimiento del bebé

En esta fase puede suceder también que el bebé intente hacer caquita sin conseguirlo. Lo vemos que encoge las piernas, aprieta con fuerza, protesta y se pone muy colorado, pero cuando revisamos el pañal no ha conseguido expulsar nada. Esto sucede porque para eliminar las heces precisa relajar el esfínter anal después de apretar. Este proceso de coordinación de los dos movimientos: primero apretar, después relajar, no es tan fácil. A veces lo conseguirá, pero precisará intentarlo muchas veces hasta que funcione sin problemas.

 

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Esta incoordinación entre el esfuerzo y el resultado, que recibe el nombre de disquecia del lactante, genera a veces la sensación de que el niño está sufriendo, de que lo pasa mal porque no puede hacer caca, y muchos padre piensan que no la puede hacer porque está dura o tiene estreñimiento. Pero normalmente no pasa nada. No le duele ni le molesta. Solo está practicando. Y cuando lo consigue la caquita es blanda, incluso líquida. No es un verdadero estreñimiento.

Si el niño lleva varios días sin hacer deposiciones, con la sensación de que “aprieta y no puede”, podemos caer en la tentación de “ayudarlo” estimulando con un supositorio o con el termómetro. Esto no solo no es necesario sino que puede resultar contraproducente. El bebé debe aprender a coordinar el esfuerzo con la relajación y si lo estimulamos no le estamos dando la oportunidad de hacerlo.

¿Y si el bebé se alimenta con fórmula infantil?

Distinto sería si el bebé toma leche artificial. La leche artificial, por las diferencias en la composición de las grasas, tiende a formar jabones que precipitan y hacen que las deposiciones sean más duras. En estos casos si pasan más de dos o tres días sin hacer caquita sí que puede haber un verdadero estreñimiento del bebé, con cacas duras, secas, que pueden incluso producir pequeñas heridas en el ano.

 

 

En estos casos a veces es necesario utilizar fórmulas especiales antiestreñimiento o administrar algún medicamento que recomendará el pediatra. Si dudas acerca de cuál es el caso de tu peque, en la Tribu CSC puedes consultarnos online. En ella encontrarás a todo el equipo de profesionales de Criar con Sentido Común y tendrás libre acceso a todos nuestros cursos.

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