¿Por qué me mareo en el coche desde que estoy embarazada?

El embarazo es una etapa de enormes cambios para la mujer. No solo a nivel físico, también a nivel emocional provocado por las hormonas. Y uno de esos cambios son los mareos que, a pesar de ser habituales durante la gestación, pueden incrementarse cuando nos montamos en un vehículo. Pero, ¿por qué me mareo en el coche embarazada si nunca había ocurrido antes?

¿Por qué me mareo en el coche desde que estoy embarazada?

La cinetosis aguda son los mareos que aparecen en las personas que viajan en coche o cualquier otro medio de transporte como el autobús, el tren, el avión o, especialmente, el barco. En estas ocasiones, el sentido del equilibrio se convierte en mucho más sensible, recibiendo gran volumen de información que puede ser contradictoria, lo que provoca náuseas y mareos en cualquier persona.

La explicación es sencilla: para mantener el sentido del equilibrio y la estabilidad, el cerebro necesita reconocer la posición de todo el cuerpo. Para ello usa la información que recibe de cinco canales distintos:

• Del órgano del equilibrio ubicado en el oído interno.
• La vista.
• Los receptores de presión de las articulaciones de las piernas y la columna vertebral.
• Los receptores sensoriales de músculos y articulaciones.
• El sistema nervioso central.

Toda esta información debe coincidir al llegar al cerebro. Pero si nos montamos en un coche (tren, barco o avión) percibimos que estamos en movimiento (pasivo), lo que genera una contradicción en el cerebro pudiendo generar los mareos.

La cinetosis aguda es un problema que puede surgir entre las personas que viajan en coche, tren, avión y, especialmente, en barco. Y aunque cualquier persona puede sufrirla, suele ser más habitual en niños, mujeres embarazadas y aquellas personas que toman determinadas medicinas o sufren ansiedad.

¿Por qué? En el caso de los niños se debe a que el cerebro aprende y se adapta progresivamente. Por ello, a medida que el pequeño se acostumbre a viajar, lo habitual es que deje de marearse. De hecho, tal y como explica la experta en seguridad infantil en el coche del equipo de Criar con Sentido Común, María Arenzana, al cerebro se le puede «entrenar» en el movimiento e incluso puede beneficiarle en otros aspectos de su vida mejorando su equilibrio y propiocepción.

En el caso de las mujeres embarazadas, los mareos pueden aparecer con frecuencia (especialmente en el primer trimestre) por cansancio, fatiga, los cambios hormonales y circulatorios y el aumento de líquido en el cuerpo y las adaptaciones digestivas; incrementándose aún más al montarse en el coche.

Entre los síntomas más habituales de la cinetosis aguda se encuentran: 

• Pérdida de orientación y equilibrio.
• Mareos.
• Sudores fríos.
• Palidez.
• Bostezos (por la necesidad del cuerpo de oxigenarse).
• Salivación.
• Náuseas.
• Vómitos.

Así, es probable que aunque nunca antes hubieras sufrido ningún mareo al montarte en el coche, estos aparezcan al quedarte embarazada. Si te ocurre y no sabes el motivo, puedes consultar a nuestra matrona Esther Esteban. Ella, junto al resto de profesionales de CSC responden a diario todas las dudas de las familias de la Tribu CSC.

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¿Cómo evitar los mareos en el coche al estar embarazada?

Es cierto que es muy difícil evitar marearte en el coche embarazada, pero sí es necesario controlarlo para evitar una posible pérdida de equilibrio, con el riesgo que conllevaría para una mujer gestante. Por ello, puedes seguir una serie de recomendaciones para aliviar, en la medida de lo posible, los mareos:

• Siéntate en el asiento del copiloto, lo que te permitirá prestar atención a la carretera en movimiento. En los asientos traseros es más probable que te centres en un punto fijo, lo que hará que suministres al cerebro información contradictoria (estás mirando un objeto fijo, pero tu cuerpo está en movimiento -pasivo-).
• Mira siempre hacia fuera, con la vista al frente. Evita los giros bruscos dentro del coche, así como mirar hacia los lados o hacia abajo.
• Trata de dormir un poco (puedes usar un cojín de cervicales para estar más cómoda).
• Evita leer o mirar el móvil.
• Evita humos en el coche y mantén una buena ventilación con aire fresco dentro del vehículo ya que ayuda a mejorar la respiración y los niveles de oxígeno.
• Conversa con el resto de pasajeros, lo que te ayudará a ser consciente del movimiento, además hará que te distraigas y no estarás tan concentrada en la sensación que te pueda producir el coche, para la que es posible que ya estés predispuesta. También puedes escuchar la radio o música para distraerte.
• Evita las comidas pesadas y grasas justo antes de viajar.
• Bebe el líquido que necesites para mantenerte bien hidratada (pero recuerda que los refrescos y bebidas gaseosas o azucaradas no están recomendadas en tu estado). Sin embargo, depende de cada mujer y a veces se recomienda justo lo contrario, evitar los líquidos porque pueden aumentar la sensación de náusea. En estos casos, se puede tomar fruta o frutos secos para masticar despacio.
• Si te sientes mareada, puedes tomar algo frío para frenar los primeros síntomas.
• La conducción debe ser tranquila, evitando el exceso de velocidad, así como las curvas rápidas o los frenazos.
• Realiza paradas frecuentes. Es importante parar cada dos horas para que el conductor pueda descansar. Pero, en ocasiones, puede ser necesario parar más a menudo para que la mujer embarazada pueda estirar las piernas o ir al baño.
• Conduce. Si te apetece conducir, puedes hacerlo estando embarazada. Así, estarás atenta al coche y a la carretera, y tu cerebro integrará y asimilará toda la información de forma conjunta.
• ​Si los mareos son muy acusados y la mujer necesita viajar con frecuencia, puedes usar medicación como el Cariban que ayuda a disminuir la sensación de mareo y náuseas.
• Oler cítricos o hierbabuena puede neutralizar el efecto del mareo. 

A pesar de estas recomendaciones, hay mujeres que sufren mareos en el coche embarazadas de forma constante y no cesan hasta que el vehículo se detiene y se bajan de él. La buena noticia es que la cinetosis aguda suele desaparecer tras el parto.