Los primeros pescados: Cuáles son mejores y cómo dárselos

Los pescados son muy beneficiosos para los más peques y se pueden introducir en su dieta a partir de los seis meses

¿Cuáles son los mejores pescados para bebés? Nuestros hijos están preparados para comenzar la alimentación complementaria en torno a los seis meses (antes las OMS recomienda la lactancia materna exclusiva) y cuando cumplan los requisitos aconsejados por la Asociación Española de Pediatría.

Estos son: presentar un interés activo por la comida, la desaparición del reflejo de extrusión (expulsión de alimentos no líquidos con la lengua), ser capaz de coger comida con la mano y llevarla a la boca y mantener la postura de sedestación con apoyo.

Cuando cumplen estas exigencias, la siguiente pregunta es: ¿qué le doy de comer? Muchas veces no incluimos el pescado en las primeras alternativas, sin embargo; se le puede ofrecer desde el principio de la alimentación complementaria. En la Tribu CSC puedes consultar todas tus dudas con nuestra dietista-nutricionista, Rebeca Pastor.

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En este post vamos a ver cuáles son los mejores pescados para los bebés y cómo empezar a dárselos.

De la leche al pescado: los mejores pescados para bebés

Las recomendaciones más actualizadas presentan el pescado como uno de los alimentos que pueden tomar los bebés a partir del inicio de la alimentación complementaria. Se incluye junto con a los cereales, las frutas, las hortalizas, las legumbres, el huevo, la carne, el pollo y el aceite de oliva dentro de los alimentos que se ofrecerán entre los seis y doce meses.

 

Los primeros pescados: cuáles son mejores y cómo dárselos

 

El pescado en un buen alimento, rico en proteínas y también en hierro, pero hay que saber qué tipo de pescado ofrecer a los más pequeños por la posibilidad de contaminantes como el mercurio, en algunas especies. Por tanto, ¿pescado para los niños? Sí, pero sabiendo cuál escoger. Debemos elegir los que están catalogados como bajos en mercurio. Por ejemplo, la merluza, la caballa, el lenguado…

Como existen más especies aceptadas para el consumo infantil que no permitidas, vamos a mencionar los no recomendados y cuyo consumo debe ser limitado. Se trata de los pescados de gran tamaño. La AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) enumera las especies consideradas altas en mercurio, indicando que son:

  • Pez espada/emperador.
  • Atún Rojo.
  • Derivados del tiburón: cazón, tintorera, marrajo, mielgas, pintarroja.
  • Lucio.

 

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El pescado azul y su contenido en mercurio

Por normal general, cuanto más grande es el pescado más concentración de mercurio acumula. Estos pescados antes no estaban recomendados para menores de tres años, pero ahora están desaconsejados hasta los 10 años. Asimismo, están prohibidos para mujeres embarazadas o en búsqueda de embarazo y las madres lactantes. ¡Es importante tenerlo también en cuenta!

No obstante, entre los 10 y los 14 años tampoco se puede consumir libremente las especies consideradas altas en mercurio. Se recomienda limitar el consumo a 120 gramos al mes durante estas edades. Aclarado esto, los niños pueden consumir sin problema el resto de especies (con bajo y medio contenido en mercurio). Eso sí, deberíamos alternar los pescados blancos (dorada, lenguado, merluza…) y los azules (salmón, sardinas, bonito…).

 

Los primeros pescados: cuáles son mejores y cómo dárselos

 

Dentro de esta terminología, hay que recordar que se considera pescado azul el que tiene un contenido en grasas superior al 5% (la mayor cantidad de grasa le proporciona su color azulado). Sin embargo, los pescados blancos son los que solo tienen un 2%. A pesar de tener más grasas, en general todos los pescados azules tienen un contenido bajo en grasas saturadas, que son las perjudiciales, y son una fuente recomendable de ácidos grasos omega 3, por eso poseen múltiples beneficios para los niños.

El salmón y los mariscos

Vamos a pararnos un momento en una especie concreta: el salmón. Es un pescado azul que posee estas cualidades y que se encuentra entre los considerados como bajos en mercurio. Aunque han existido discrepancias sobre cuándo introducirlo en la dieta consideramos que puede ser a los seis meses por no haber consideraciones en contra que justifiquen retrasarlo.

 

Los primeros pescados: cuáles son mejores y cómo dárselos

 

Dentro de los pescados no se incluyen los mariscos. Estos pueden ser tomados y son beneficiosos excepto en contados casos. El consumo está limitado en los niños menores de tres años porque contienen cadmio en sus vísceras. Por ello, lo que hay que evitar son las cabezas de gamba (el cuerpo sí es apto), los crustáceos y similares, los langostinos, las cigalas, los bueyes de mar y parecidos. El resto, no solo los pueden comer los más pequeños sino que incluso son beneficiosos. Es el caso, por ejemplo, de los mejillones o los berberechos con gran contenido de hierro. Esos sí, los moluscos siempre tienen que estar cocinados. Nunca ofrecer crudos.

¿Cómo evitar alergias o intoxicaciones?

El pescado, como el marisco, se encuentra entre los alimentos con más riesgo de generar alergias. Por ello es necesario tener precaución a la hora de introducirlo en la dieta. Por regla general, en los alimentos potencialmente alergénicos (entre estos incluimos el pescado) es aconsejable cumplir estas pautas de introducción:

  • Cuando introduzcamos un alimento nuevo es preferible ofrecérselo en el almuerzo y no en la cena, porque si el niño tuviera una reacción a dicho alimento, podríamos estar dormidos y no darnos cuenta.
  • No dar dos alimentos nuevos a la vez y menos con potencial alergénico. Con respecto a cuánto tiempo esperar entre un alimento nuevo y otro no hay un consenso claro: hay quien recomienda esperar de tres a cinco días y hay quien dice que con uno es suficiente, así que quedarse con un punto intermedio tiene lógica. Por ejemplo, esperar dos o tres días para estar seguros de que el alimento introducido no produce ningún tipo de reacción, o esperar más días si hay historial de alergias en la familia para aquellos alimentos que producen más alergias. Pero la cuestión no es la espera entre alimentos, es que si vas a dar un pescado debes darlo sin ningún otro alimento nuevo durante dos o tres días. 

 

 

Y recordad que retrasar la introducción de los alimentos aumenta el riesgo de padecer alergia, y no lo contrario; como anteriormente se pensaba. Hay que tener en cuenta además, que como no todos los pescados son iguales, cada especie o tipo de pescado hay que introducirlo independientemente. Así, por ejemplo: si damos el lenguado tres días y queremos introducir salmón, también tendremos que ofrecer tres días el salmón.

Con el pescado además, hay que tener una precaución más. Para evitar intoxicaciones alimentarias es importante que siempre se ofrezca bien cocinado. También hay que evitar los pescados poco hechos o ahumados hasta los tres años.

Asimismo, es recomendable elegir el pescado fresco que sea en un establecimiento de confianza. No obstante, el pescado congelado tiene los mismos nutrientes que el fresco y no corremos el riesgo de contraer, por ejemplo: anisakis, un parásito que puede encontrarse en el pescado y algunos cefalópodos (pulpo, calamar, etc.) y que provoca alteraciones digestivas.

 

 

Frecuencia de consumo recomendada

Se recomienda que los niños coman pescado entre tres y cuatro veces por semana. En concreto el pescado azul, mejor una vez a la semana. Como hemos indicado, es rico en ácidos grasos Omega 3 y contribuye en el desarrollo neurológico de los niños, así que es muy positivo durante el crecimiento.

Por tanto, la recomendación general es de tres o cuatro raciones de pescado a la semana, variando entre pescados blancos y azules. Además de respetar esta frecuencia, debemos también controlar las cantidades. Los límites del consumo diario de pescado son:

  • Bebés de entre seis y 12 meses: 30-40 g/día
  • Niños de entre uno y tres años: 60-70 g/día

 

 

¿Y los pescados en conserva?

Me estoy tomando un tomate aliñado con atún en conserva y mi hija se va directamente al atún y se me plantea la duda: ¿los pescados en conserva siguen las mismas normas? Para este tipo de productos en lata o bote es aconsejable esperar hasta el año, pero no por el tipo de pescado sino por su contenido de sal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no sobrepasar los 5gr. de sal por día cuando se trata de adultos y en niños de entre dos a 15 años menos que los adultos, de manera proporcional a las necesidades energéticas del pequeño. Según la OMS a partir del año los niños pueden tolerar pequeñas cantidades de sal yodada, así que a partir de los 12 meses podríamos ofrecer pescados en conserva tales como bonito, atún, sardinas, etc. Eso sí: de manera ocasional, por su contenido en sal.

 

Desayuno en bebé de 6 meses

 

Sobre el contenido de mercurio, el atún blanco o bonito del norte no son considerados especies altas en mercurio, pero el atún blanco puede llegar a los 50 kg y el bonito hasta los 15 kg y, por tanto, no acumulan la misma cantidad de mercurio.

Cómo presentar el pescado a los más pequeños

Tras todas estas indicaciones, podemos concluir que a los seis meses se pueden tomar algunos pescados sin problema. Es preferible empezar la introducción en la dieta de los niños del pescado blanco con muchas proteínas y menos grasa, por lo que se digiere mejor. Podemos comenzar con lenguado, merluza, gallo, rape, dorada… y dejar los pescados azules como el atún, la sardina, el boquerón, el pez espada, la caballa o el salmón, para más adelante.

El pescado se puede ofrecer de formas muy distintas. Cuanta más variedad, menos aburrida será la alimentación de tu hijo y más garantías de éxito. El pescado se puede ofrecer al vapor, al horno, a la plancha o hervido. Aunque a los peques les encantan los rebozados, pueden resultar más indigestos y es mejor reservarlos para más tarde.

 

 

Los pescados congelados facilitan el cocinado ya que se pueden comprar sin piel ni espinas y cortados a filetes o en medallones. Es importante, no obstante, haberlos descongelado adecuadamente (24 horas antes y de forma lenta, pasándolos del congelador a la nevera). Pero sea fresco (con precauciones) o congelado, es importante ofrecerlo limpio de espinas. Además, si tu método de alimentación es el BLW, debes ofrecérselo en un tamaño mayor al puño del bebé.

Si ofreces pescado a tu bebé en puré, puedes triturarlo junto a verduras y hortalizas. Tanto si se lo das triturado como entero, al ofrecer el pescado hervido, es importante saber que por cada medio kilo de pescado lo herviremos 5 minutos (8 si se trata de pescados azules, aunque estos no suelen ofrecerse en triturados). Nunca más, dado que perdería sus nutrientes.

 

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Más adelante, cuando el bebé tenga más desarrollada su motricidad fina y comience a hacer la famosa pinza (coger el alimento con el dedo índice y pulgar), podemos cambiar y dárselo desmenuzado después de haberlo cocinado a la plancha o al vapor y que él mismo vaya cogiéndolo.

Una forma muy atractiva y fácil de ofrecer pescado a los niños que ya mastican es en hamburguesas o croquetas. Además, esta preparación ayuda a incluir otros alimentos (como por ejemplo, verduras) junto al pescado, para hacerlo más sabroso y sugerente.

 

Los primeros pescados: cuáles son mejores y cómo dárselos

 

Por último, recordad que el acto de comer debe ser un momento divertido y sin tensiones. Es importante acompañar a tu hijo en sus ritmos e intentar no presionar o transmitir tensión. Solo así se establecerá una relación sana con la comida que determinará también sus hábitos como adultos.

 

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