Sí, puedes quedarte embarazada estando embarazada: Superfecundación heteropaternal

Este post se publicó originalmente el 02/06/2021 y ha sido actualizado en fecha 31/10/2024

¿Sabías que es posible gestar a dos bebés a la vez pero que tengan distinto padre? Sí, esto puede suceder, aunque es muy poco frecuente.

Se han descrito varios casos (alrededor de 19 en todo el mundo, que hayan sido corroborados a través de análisis genéticos) en los que, efectivamente, una mujer ha dado a luz a la vez a sus bebés, pero cada uno era hijo de un hombre distinto. Te estarás preguntando cómo puede pasar esto… pues sigue leyendo que te lo explico.

¿Qué es la superfecundación heteropaternal?

Antes de hablar sobre términos más complejos, vamos a partir de lo más habitual: una fecundación única de un solo padre.

Nuestro cuerpo se prepara en cada ciclo para un posible embarazo, por eso a partir del primer día del ciclo (el primer día de regla), el hipotálamo le va diciendo a la hipófisis: vete preparando los ovarios que dentro de unos días hay que tener listo un ovocito para una posible fecundación. Y la hipófisis, que es muy bien mandada, les va dando a los folículos del ovario una serie de hormonas (FSH y LH) que hace que vayan madurando.

Pero no todos crecen al mismo ritmo… normalmente hay uno que destaca entre los demás y les va cogiendo ventaja. De todos los folículos elegidos para madurar en ese ciclo, hay uno digamos…»premium». Suele ser más sensible a la FSH, por tanto, se desarrolla mejor y más rápido y además genera más estrógenos y esto precisamente le va dando más ventaja aún sobre los demás. Si utilizamos una similitud, imagina una carrera de ciclismo en la que todos salen a la vez, pero luego un ciclista se adelanta al pelotón y se desmarca.

Ese será el folículo elegido para que cuando esté maduro, deje salir el ovocito (comúnmente llamado óvulo) de su interior por acción de la LH, que será el que se una al espermatozoide para formar el embrión.

Cuanto más se va desmarcando el folículo “premium” en el ovario, menos probabilidades tienen los demás (el pelotón) de llegar al mismo nivel, y una vez que se produce la ovulación, el mecanismo natural del ciclo ovárico hace que la hipófisis deje de producir FSH y LH y cese la estimulación de los folículos para que no se produzcan más ovulaciones. Es decir, una vez que el ciclista para la línea de meta, la carrera sea acaba.

Cuando el óvulo sale, el folículo, que es en términos sencillos la “cáscara” que lo recubría mientras se maduraba, tiene un papel primordial en la implantación y desarrollo del embrión, convirtiéndose en el cuerpo lúteo y fabricando en este caso progesterona, que anulará esa estimulación ovárica.

Si ningún espermatozoide se une a ese óvulo, los niveles de estrógenos y progesterona caen y tenemos la menstruación, comenzando el ciclo de nuevo.

Si hay fecundación, el cuerpo lúteo (esa “cascara” de la que hablábamos), se mantiene, encargándose de sostener el embarazo a nivel hormonal hasta que pueda hacerlo la placenta, dejando los ovarios en reposo y evitando una segunda ovulación.

Es decir, lo habitual es que solo produzcamos un solo óvulo por ciclo, nuestro ciclo menstrual está diseñado para ello… pero siempre hay excepciones.

Superfecundación heteropaterna: ¿Cómo sucede la fecundación?

En este caso, se ha ovulado dos veces en el mismo ciclo menstrual, incluso con varios días de diferencia. Por tanto, ha habido fecundación de distintos ovocitos y en diferentes relaciones coitales, con muy pocos días de diferencia (como máximo cinco, y dentro del mismo ciclo).

Hablamos de superfecundación cuando no ha habido un solo folículo premium, sino dos, que han madurado en tiempos distintos (incluso días de diferencia) y han sido fecundados en dos relaciones coitales distintas. Como os imagináis, las posibilidades de que esto ocurra son bajísimas.

En este caso, la diferencia entre los embriones es muy poca ya que se implantan más o menos a la vez y no revierte ningún tipo de problema añadido a nivel obstétrico.

Si el padre de los dos bebés es el mismo, hablaríamos de superfecundación monopaternal. Se calcula que un 8% de los embarazos gemelares producidos por dos óvulos distintos (mellizos) se ha generado de esta manera.

Pero hay otra posibilidad, que sean mellizos de distinto padre. Y es que al haber ovulado dos veces separadas por horas o días, los óvulos pueden ser fecundados por dos hombres distintos, dando lugar a la superfecundación heteropaternal.

Un fenómeno diferente sería la superfetación. En teoría, consiste en que se produzca una nueva ovulación cuando la mujer ya está embarazada, es decir, fuera del mismo ciclo menstrual y habría que tener tanta puntería de que ese ovocito se fecunde (con un espermatozoide del mismo hombre o no). Tendríamos así dos embriones con distinta edad gestacional.

Todavía no se ha encontrado la explicación científica a este suceso, ya que hormonalmente es imposible que se inicie el ciclo de estimulación ovárica cuando se está produciendo una gestación (la progesterona y los estrógenos inhiben la estimulación de los folículos con FSH y LH). Por tanto, esta mujer, tendría un feto con una edad gestacional y otro con otra totalmente distinta.

Uno de los posibles orígenes tanto de superfecundación como de superfetación pueden ser los tratamientos de fertilidad, aunque tampoco es nada habitual.

Casos en el mundo

Aunque en el reino animal la superfecundación es bastante frecuente, en nuestra especie es un suceso que no ocurre a menudo.

Son pocos los casos reportados en los que se han podido confirmar la diferente paternidad de uno de los bebés a través de estudios genéticos. Se calcula que la posibilidad de una superfecundación es de 1 caso por cada 13.000, teniendo en cuenta que, en muchas ocasiones, no se llega a saber que el embarazo múltiple ha sucedido de esta manera.

Si hablamos además de superfecundación heteropaternal, la incidencia es mucho más baja y solo se descubre cuando se realizan las pruebas de paternidad.

Uno de los últimos casos se dio en Colombia, en 2018, cuando el padre de los bebés empezó a ver diferencias muy significativas entre ellos y, debido a una disputa de paternidad (suele ser el motivo de solicitar las pruebas) se descubrió que uno de los gemelos no era hijo suyo.

Se han documentado otros casos similares en Vietnam, en China e incluso un caso en los años 80 en el que los mellizos fueron de distintas razas.

Fue precisamente un caso como este, en el que los mellizos eran de distinta raza, el que dio pie a investigar sobre ello y a describir uno de los primeros casos de la historia en 1810. Aunque los documentos escritos que hablan sobre esta posibilidad datan incluso de 1700 y hay documentos de la antigua Grecia en los que se hace mención a esta posibilidad.

Y es que el cuerpo humano nunca deja de sorprenderme. Especialmente el cuerpo de la mujer, el ciclo menstrual, tan bien organizado, tan perfectamente orquestado…que es capaz de engendrar, gestar y parir a uno o varios bebés y eso me sigue pareciendo totalmente alucinante, sean no del mismo padre.

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