8 Cosas sobre Montessori que desvelar a unos padres primerizos

Queridos amigos, muchas veces en el blog hemos hablado de la maravillosa pedagogía Montessori, que va mucho más allá que un método educativo. Es toda una filosofía de vida, pero a veces para la mayoría de las personas aún suena raro. En algunas ocasiones parece que es algo que está de moda, en otras algo anticuado y desfasado… ¿Y si nos ponemos al día?

Montessori no es una moda

De hecho, este año 2020 estamos celebrando los 150 años del nacimiento de Maria Montessori en Chiaravalle, provincia de Ancona, Italia (el 31 de agosto de 1870); y ya se están organizando numerosos eventos y homenajes en varios países del mundo que se recogen en la página oficial del 150 aniversario, tanto presenciales como cumbres virtuales que reunirán a los profesionales más reconocidos del mundo educativo. ¡Es un gran año para aprender y enamorarse de esta pedagogía!

¿Se puede empezar con bebés?

Maria Montessori desarrolló las bases de la Educación Infantil de 0 a 3 años casi al final de su vida, con 77 años y décadas de experiencia y observación a su espalda. Algunas de sus discípulas continuaron su trabajo, y es realmente maravilloso ver los beneficios de este método cuando se aplica desde los primeros años de vida.

Sabemos que Montessori no es un método de decoración, pero muchas veces tratamos de empezar en casa creando un ambiente preparado, y para ello dentro de la Tribu de Criar con Sentido Común tenemos un seminario específico en el que hablamos de La habitación del bebé y el espacio de juego, así como un artículo en el que explicamos cómo son los móviles de inspiración Montessori y cómo podemos fabricarlos de forma artesanal y económica.

Aquí compartimos una foto de una mamá de la Tribu CSC. ¡Es precioso ver cómo atrapan por completo la atención del bebé y desarrollan su concentración!

¿Cuál es la mejor etapa para aplicar la filosofía Montessori?

El 6 de enero de 1907, Maria Montessori comenzó a trabajar en una escuela del humilde barrio de San Lorenzo de Roma, lo que sería la primera Casa de Niños, en la que había niños fundamentalmente de entre 3 y 6 años, y esta etapa de edad que se corresponde con la Educación Infantil de Segundo Ciclo. También es, quizás, en la que se encuentran los materiales más icónicos de esta pedagogía, como por ejemplo la Torre Rosa.

Dentro de la Comunidad Criar con Sentido Común tenemos un seminario dedicado a explicar toda esta etapa: Montessori de 3 a 6 años.

En la mayoría de países la educación no es obligatoria hasta los 6 años, por lo que entre los 0 y 6 años un niño puede no estar escolarizado en el sistema tradicional. Puede estar en casa, si tenemos posibilidades de organizarnos a nivel logístico y así lo deseamos, o podemos probar con iniciativas de pedagogías alternativas y respetuosas. En España tenemos el directorio Ludus.org en el que podemos buscar escuelas por ciudades y corrientes pedagógicas.

¿Cómo es una escuela Montessori?

Esta es una duda muy frecuente y, de hecho, es muy necesario resolverla porque desgraciadamente hay algunas escuelas que tienen mucho marketing y poca filosofía. Por eso es importante conocer las bases y fijarse en esos pequeños detalles que hacen la diferencia, para que no nos den gato por liebre y podamos asegurarnos que dejamos a nuestro peque en buenas manos.

En este artículo explicamos detalladamente en qué fijarnos al visitar una escuela Montessori, y en este otro cómo es un día en un colegio con esta pedagogía.

¿Qué libros leer?

Puede que uno de los libros más famosos sea La mente absorbente del niño, pero quizá es un poco denso para empezar. Uno de los libros más bonitos que se puede regalar a una familia de padres primerizos es El Niño en familia, del que hablamos en este artículo.

También podemos leer María Montessori le habla a los padres, que está compuesto por una serie de artículos que se rescataron de unos escritos que ella preparó para unas conferencias; o El secreto de la infancia, que es una preciosidad… En la página oficial del 150 aniversario, también tenemos una referencia bibliográfica muy interesante (puedes consularla en este enlace).

¿Es una pedagogía elitista “solo para ricos”?

Este sí es un mito de los más clásicos y, la verdad, entiendo las razones. Por un lado, las escuelas que se basan en esta pedagogía suelen ser iniciativas privadas que no reciben dinero ni ayudas de las administraciones públicas. Muchas veces son fundadas por familias que reorientan su carrera profesional e invierten su economía familiar en crear espacios donde se pueda educar de manera más respetuosa con la infancia.

Las aulas están llenas de materiales educativos específicos y además la ratio maestros / niños es muy diferente a la de la educación tradicional. Por tanto, los costes son mayores. Los materiales Montessori no son baratos. Es cierto, sí; pero no los podemos asemejar en absoluto a los juguetes tradicionales de plástico producidos en masa por grandes multinacionales, en países donde ya sabemos qué condiciones laborales hay…

Fueron diseñados científicamente con ciertos propósitos educativos, siempre de materiales naturales como madera, metal, cristal, telas, etc. Además, se fabrican con una precisión maravillosa, incorporan el control del error (son auto-educativos) y duran muchos años. De hecho, pueden usarse de generación en generación.

Y, respondiendo a la pregunta: yo creo que no todo es blanco o negro, hay una escala de grises maravillosa… ¡Y de colores! Puede que no podamos llevar a nuestros hijos a una escuela basada en esta pedagogía, pero estoy convencida de que los padres podemos hacer mucho en casa, empezando por nuestra propia transformación interior.

Ese es en realidad el mayor reto, ya que muchas veces implica “desaprender” patrones aprendidos o que la sociedad nos lleva muchos años grabando a fuego. En este artículo podemos leer un poco más sobre el papel del adulto preparado.

Montessori es mucho más que materiales

Puede que sea lo que más llame la atención de este método, pero lo más importante son las bases pedagógicas y la filosofía. De hecho, de nada sirve gastarse el dinero en comprar materiales si luego no sabemos utilizarlos o presentárselos al niño. O, lo que es peor, si seguimos recurriendo a los gritos, amenazas, premios o castigos a la hora de educar a nuestros peques.

Los materiales son solo la punta del iceberg, lo visible; pero es necesario conocer todo lo que hay debajo. Como por ejemplo, conocer el enfoque a la infancia, la mente absorbente del niño, las tendencias humanas, lo que significa el sentido de la pertenencia, el amor incondicional…

Además, no es necesario invertir una gran cantidad de dinero, ya que estos materiales que fueron diseñados científicamente están pensados para las escuelas. En casa podemos plantear muchas actividades de la vida práctica (como por ejemplo, una bandeja de trasvases), e incluso preparar nuestros propios materiales al estilo Do It Yourself (DIY), tal y como explicamos en este seminario.

¿Qué dice la ciencia sobre esto?

En Criar con Sentido Común nos preocupa mucho aportar información contrastada y evidencias científicas, en la medida de lo posible. En este sentido, nos gustaría destacar una publicación que en 2017 hizo la revista Nature, en la que 65 años después de la muerte de María Montessori, se hizo una recopilación de los estudios realizados sobre su pedagogía, un gran aporte escrito por Chloë Marshall, que merece muchísimo la pena leer detenidamente.

Una de las primeras conclusiones es que resulta difícil comparar la educación Montessori con la tradicional, ya que el objetivo de esta educación es permitir el desarrollo integral del niño (intelectual, físico, emocional y social), objetivo muy diferente al de la mayoría de los sistemas educativos actuales, donde el enfoque está en logro en materias académicas como alfabetización y matemáticas (competencias que además se miden con exámenes y notas). Por tanto, es difícil comparar ambas formas de educar, ya que las expectativas en cada caso sin distintas. ¿Alguna vez habías reparado en este “pequeño detalle”?

Recomiendo muchísimo la lectura de este artículo, para que en la próxima ocasión en la que alguna persona opina sobre la forma que elegimos de criar y educar a nuestros hijos podamos tener argumentos sólidos para explicar nuestra decisión, y no se quede todo en opinología.

¿Qué te ha parecido este artículo? ¿Conocías todos estos planteamientos? ¿Vas a asistir a algún evento por el 150 aniversario? Si hay algo más que te apetezca saber cuéntanos en comentarios. ¡Estaremos encantados de seguir compartiendo sobre esta filosofía de vida!