¿Qué es la neofobia infantil?

El rechazo a probar alimentos nuevos es típico de los niños, pero puede devenir en un serio trastorno alimentario en algunos casos

La neofobia alimentaria es el miedo o rechazo a probar alimentos nuevos. La peor pesadilla de unos padres, que sueñan con que sus hijos coman de todo. Conforma una etapa característica del desarrollo infantil en muchos niños y niñas, pero también puede llegar a ser habitual en algunos adultos y tener consecuencias nutricionales muy negativas.

¿Qué es la neofobia infantil?

La neofobia es el miedo a probar nuevos alimentos. Se trata de un trastorno restrictivo de la alimentación muy frecuente durante la infancia. Muchos niños y niñas se niegan a comer alimentos que no conocen y que no han probado nunca, provocando verdaderos quebraderos de cabeza a sus padres, por ser en muchos casos necesarios e importantes para su desarrollo.

 

¿Qué es la neofobia infantil?

 

A diferencia de las personas neofílicas (un tipo de personalidad caracterizada por una fuerte afinidad hacia la novedad), los neofóbicos rechazan alimentos nuevos (muchas veces movidos por aspectos sensitivos como los colores, las texturas, los olores…). Los expertos lo consideran un comportamiento “habitual” entre los dos y seis años, pero de prolongarse más allá, las consecuencias nutricionales pueden ser muy negativas.

De hecho, un grupo de investigadores de la Universidad del País Vasco estudió hace un par de años a un grupo de niños y niñas neofóbicos de entre 8 y 16 años, y comprobó que los menores afectados por el trastorno presentan un menor índice de calidad de su dieta, además de tener mayor ansiedad y menor autoestima.

Neofobia alimentaria, más allá del niño “caprichoso” con la comida

Los menores que experimentan neofobia alimentaria presentan signos de angustia y ansiedad. Además, el trastorno es susceptible en convertirse en un mal crónico si no se detecta y corrige a tiempo, ya que la neofobia alimentaria puede llegar a ser habitual en ellos en la edad adulta.

 

¿Qué es la neofobia infantil?

 

El comportamiento neofóbico puede tener consecuencias dietéticas negativas por reducir la variedad y calidad de los alimentos ingeridos. Generalmente se asocia a un bajo consumo de frutas y verduras en la infancia, así como a un aumento de alimentos considerados de consumo ocasional (con el consecuente déficit nutricional que todo ello conlleva).

Según los investigadores, el papel de los progenitores es fundamental en el mantenimiento o disminución de la neofobia ya que, en general, son las madres y los padres quienes tienden a controlar qué, cuánto y cuándo comen sus hijos e hijas. En este sentido, el método BLW puede ayudar a los pequeños a crear un hábito de relación sana con la comida desde el principio, ya que descarga el peso de la responsabilidad parental en la auto-regulación del niño.

 

 

Los efectos negativos de presionar

Muchas veces, los progenitores desesperados con sus inapetentes hijos, presionan a los niños para que coman nuevos alimentos. Esa presión (debida a la frustración ante el rechazo del alimento por parte del niño) genera el efecto justo contrario al deseado: afecta negativamente al estado emocional de los niños, y está asociada, además, a mayores niveles de neofobia.

Los investigadores recomiendan a los padres que traten de implicar a los niños en la elección y preparación de la comida haciéndoles partícipes de la compra y la elaboración de la misma. Todo ello debe transcurrir en un ambiente agradable, sin enfados ni discusiones.

 

 

Respecto a la autoestima, los niños y niñas neofóbicos presentan menos puntuación que los neofílicos en las cinco dimensiones estudiadas del autoconcepto (familiar, social, físico, emocional y académico). Durante la adolescencia también presentan menores puntuaciones en el autoconcepto familiar y físico.

Parte de la cura está en la constancia y la paciencia de los padres, ya que al parecer; según los estudios, los progenitores de niños neofóbicos tienden a relajar la estimulación y el control sobre lo que comen sus hijos con el paso del tiempo, debido al sufrimiento parental que les genera el constante rechazo de los pequeños.

 

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Para evitar que este trastorno acompañe a nuestros hijos en su paso a la adolescencia y en su posterior madurez, es importante tener un fuerte vínculo parental con el niño o la niña. También lo es crear un ambiente distendido y agradable a la hora de las comidas, que los niños participen en su compra y elaboración. Por último (y no por ello menos importante), ser un buen modelo para ellos es igualmente determinante.

Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil. Entre ellos/as se encuentra la dietista-nutricionista Rebeca Pastor.

 

1 responses on "¿Qué es la neofobia infantil?"

  1. Hola, mi hijo de 4 años lleva así desde los 2. Antes comía de todo y alimentos saludables. Cambió.. y ahora no quiere probar nada nuevo, incluso comida que le gustaba ya no la quiere. Él participa a la hora de comprar , y muchas veces en cocinar. Pero luego dice que es para nosotros. De hecho nosotros comemos de todo, delante suyo. Le pregunto siempre si quiere comer comida de papá y mamá, pero nada… es que hasta unos nuggets, como no sean los que él conoce, no hay manera.. y la verdad que me desespera, me angustia que llegue la hora de las comidas. Y de peque le hicimos mixta con BLW… 😔

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