¿Qué es el meconio del recién nacido? ¿Cómo se produce? ¿Por qué está formado? ¿Cuánto tarda en salir? ¿Hasta cuándo es normal que lo expulsen los bebés? ¿Por qué es tan importante? Resolvemos todas tus…
Este post se publicó originalmente el 14/11/2020 y ha sido actualizado en fecha 23/09/2024
Aunque un bebé con hipo sea lo más agobiante del mundo, el hipo es un trastorno muy común en los bebés, incluso desde recién nacidos. Pero ¿cuáles sus causas, qué puedes y no puedes hacer para quitar el hipo al bebé y de qué manera puedes prevenirlo?
Tengo un bebé con hipo, ¿debo preocuparme?
Todos los recién nacidos y bebés tienen hipo en algún momento (de hecho, comienza en el útero de la madre, a la novena semana de edad gestacional) y no causa ningún daño, ni dolor al recién nacido. Es más, muy raras veces afecta a la respiración del bebé y este puede seguir durmiendo incluso aunque tenga un ataque de hipo.
Se trata más bien de una preocupación de los padres que de una molestia para el bebé, ya que además suele desaparecer por sí solo. De hecho, hay estudios como el realizado por un grupo de investigadores del Colegio Universitario de Londres, que aseguran que el hipo podría ser muy beneficioso para los bebés (especialmente para los prematuros), ya que ayudaría a su desarrollo cerebral.
¿Qué es el hipo?
El hipo se trata de contracciones involuntarias del diafragma, el músculo que separa el pecho del abdomen y que tiene un papel importante en la respiración. A cada contracción le sigue un cierre de las cuerdas vocales, lo cual produce el característico sonido de «hip».
Existen muchas teorías sobre por qué se produce el hipo, pero ninguna es del todo clara. Se da en muchos mamíferos, siendo más frecuente en lactantes. Tras el nacimiento, prácticamente todos los bebés humanos tienen hipo, siendo más frecuente durante los primeros seis meses de vida.
Por lo general en los bebés el hipo suele durar más que en los adultos y suele desaparecer solo tras 10-15 minutos. Se trata de un fenómeno totalmente natural, más molesto para los padres que para el propio bebé. Lo padecen por igual todos los bebés sanos y no es señal de ningún tipo de enfermedad o afección.
Aunque suele relacionarse con la ingesta de comidas abundantes y bebidas alcohólicas o gaseosas, el hipo también puede ser causado por una emoción repentina. Para la mayoría de las personas, un ataque de hipo suele durar solo unos minutos, y solo en algunos casos muy aislados el hipo puede ser el signo de una enfermedad no diagnosticada (por lo general, gastroesofágica).
Causas del hipo en bebés
En la mayoría de los casos, el hipo del bebé aparece sin un motivo concreto y, desde el punto médico, no reviste ningún significado particular. Se piensa que es más frecuente en los primeros meses del bebé porque en el lactante, el cardias (la válvula que comunica el esófago con el estómago), aún no se ha desarrollado por completo y, por lo tanto no se cierra perfectamente.
Una indigestión o el hecho de tener el estómago demasiado lleno pueden causar la comprensión del diafragma y, como consecuencia, el hipo del bebé. Pero no tiene por qué existir una causa específica para que el bebé tenga hipo. También puede aparecer después de una crisis de llanto, después de una regurgitación o cuando el pequeño o la pequeña come demasiado rápido.
En todas estas situaciones, los y las peques tragan mucho aire y esto es lo que les provoca el hipo. Así que, de una forma u otra, en la mayoría de los casos está bastante relacionado con el aire al tragar y los gases.
Cómo quitar el hipo del bebé: lo que puedes y lo que no debes hacer
Hay algunos remedios clásicos (de los de «toda la vida se ha hecho…») que debemos descartar por ser inútiles e incluso perjudiciales para los más peque de la casa:
Qué NO debes hacer
- Distraer al pequeño, haciéndole mirar cualquier cosa que haya por encima de su cabeza, es totalmente inútil.
- En el caso de que se trate de un lactante, para hacer cesar el hipo nunca se le deben ofrecer cucharaditas de agua si toma teta o bibi (a no ser que ya haya comenzado la alimentación complementaria, en torno a los seis meses de edad).
- Por la misma regla de tres, tampoco se debe ofrecer al niño agua con gas (suele aumentar el hipo), incluso aunque sea más mayorcito.
- El clásico remedio de administrar al niño unas gotitas de limón tampoco es bueno, porque se trata de un alimento demasiado ácido para los bebés.
- El uso del chupete o dejar de alimentar al bebé hasta que se le pase queda totalmente descartado, sobre todo en bebés lactantes de teta o biberón.
- Tapar la nariz al niño, con el fin de que contenga la respiración o, peor todavía, darle un susto; solo puede tener como resultado, en el mejor de los casos, un llanto desesperado. ¡Y tampoco es recomendable para los más mayorcitos!
Qué puedes hacer
Aunque ya hemos visto que el hipo no es peligroso para los bebés, si decides hacer algo para ayudarle a que se le pase:
- Si el hipo aparece cuando el peque no está comiendo, le puedes ofrecer el pecho o el biberón.
- Si el hipo aparece en una pausa durante la toma, basta con seguir dando el pecho o el biberón al pequeño: el ritmo natural con el que el bebé traga le ayuda a regular su respiración, haciendo que el hipo cese.
- Otro remedio eficaz para hacer desaparecer el hipo, es acariciar la nariz del peque con delicadeza… ¡Para hacerle estornudar! El estornudo relaja el diafragma y facilita la desaparición del trastorno.
Cómo prevenir el hipo si el bebé toma biberón
En el caso de los bebés alimentados con bibi, lo primero que hay que hacer es intentar evitar que el pequeño regurgite inmediatamente después de la toma o en el intervalo entre tomas. Y esto sucede más fácilmente si el bebé ingiere aire. Al eructar, el niño también expulsa leche.
La clave para evitar el hipo reside en elegir un buen biberón anticólico y poner en práctica estos consejos:
- Es importante prestar mucha atención a la inclinación del biberón: la tetina siempre debe estar llena de leche y tener un flujo regular.
- Se debe controlar que el flujo de leche que sale es el adecuado: con el biberón boca abajo, las gotas de leche deben caer a un ritmo continuo.
- Los agujeros de la tetina no deben ser demasiado pequeños: al esforzarse por succionar, el bebé acaba por tragar una gran cantidad de aire.
- Se debe utilizar siempre un biberón y una tetina anticólicos.
- A la hora de introducir nuevos alimentos en su dieta (en torno a los seis meses), hay que controlar que el pequeño mastique bien y coma lentamente, con el fin de que trague el menor aire posible.
Cuándo dirigirse al pediatra
Se puede consultar al pediatra en los siguientes casos si el hipo dura más de tres horas (el tiempo necesario para que el estómago se vacíe) o si el niño está sufriendo: llora, está inquieto y/o tiene fiebre. Si tienes más dudas, en la Tribu CSC puedes consultar al enfermero de pediatría Armando Bastida y la pediatra Gloria Colli
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