La conjuntivitis en el recién nacido (conjuntivitis neonatal) es una infección de la membrana que rodea los párpados y la parte visible del ojo. Hay varios tipos de conjuntivitis, pero todas tienen algunos síntomas que…
Este post se publicó originalmente el 05/12/2020 y ha sido actualizado en fecha 10/01/2025
Las legañas son muy habituales y por ello protagonizarán parte del cuidado de los ojos del peque, así que en este post os explicamos algunos consejos sobre cómo quitárselas.
Los ojos de bebé son muy delicados, sobre todo, los de los recién nacidos. Al nacer su sistema ocular no está desarrollado al 100% y es muy habitual que tengan exceso de secreciones; así que es muy importante el cuidado de los ojos del peque y mantener una higiene diaria para evitar que esas secreciones se acaben convirtiendo en infecciones.
Los ojos requieren higiene diaria
Efectivamente, hay que limpiar los ojos de los bebés a diario. Son tan sensibles que a la más mínima presencia de suciedad o polvo se les irritan. Incluso una pestaña caída puede provocarles problemas. Así que lo ideal es limpiárselos dos veces al día.
Por ejemplo, por las mañanas al despertar y por la tarde-noche antes de dormir. Los días que toca baño (porque, pese al mito y nuestra obsesión, a los niños no hay que bañarlos todos los días ya que incluso es contraproducente) puedes aprovechar para detenerte en sus ojos.
Las legañas son acumulaciones de lágrima seca y células epiteliales muertas producidas por la conjuntiva (la membrana delgada que cubre la superficie interna del párpado y la parte blanca del globo ocular). Al parpadear, una capita de lágrimas lava continuamente los ojos para evitar que se endurezcan y mantenerlos lubricados.
Mientras dormimos no parpadeamos y, por tanto, la secreción de esta mucosa que se produce en la conjuntiva o la córnea junto con otras sustancias que pueden llegar a los ángulos de los ojos provocan las legañas. En realidad su función es proteger el ojo mientras los tenemos cerrados.
Solo tenemos que prestarle más atención si son abundantes y su aspecto no es blanquecino. Las legañas pueden ser húmedas, secas o incluso convertirse en una costra. De ahí que, una vez que han cumplido su función, sea mejor retirarlas.
¿Cómo le limpio los ojos?
Si el bebé tiene legañas secas es importante no intentar abrirle los ojos hasta que se las retire porque le puedes hacer daño. Además, antes de proceder a limpiárselos, debemos tener las manos limpias para evitar contaminarle y provocar cualquier infección.
Lo más práctico para limpiar las legañas es utilizar suero fisiológico, aunque también se puede usar agua hervida (una vez esté templada). Hay que aplicárselo directamente en cada ojo, dejando caer unas gotitas con cuidado para que no se le derrame hacia el otro. Por eso es importante buscar una postura cómoda: ponerlo boca arriba puede ser una buena opción.
Con la ayuda de gasas estériles (una por cada ojo) ve retirando suavemente las legañas (y cualquier otro resto). No utilices algodón porque pueden quedar restos. El movimiento ha de ser de dentro hacia fuera. Comienza por el lagrimal hacia el ángulo externo. De este modo evitarás arrastrar la legaña hacia dentro.
¿Cómo limpiar los ojos cuando tiene conjuntivitis?
Como ya hemos apuntado, las secreciones oculares son normales y no hay que preocuparse mientras sigamos una higiene diaria adecuada. No obstante, hay veces que se bloquea el conducto lagrimal y el drenaje no se produce con normalidad, por lo que pueden tener como consecuencia que los ojos lloren más de lo habitual y se formen legañas más importantes.
En otras ocasiones, las legañas se forman por infecciones oculares. El recién nacido puede verse afectado por la llamada conjuntivitis del recién nacido. Se trata de una infección de la membrana que rodea los párpados y la parte visible del ojo. Hay varios tipos, aunque tienen algunos síntomas comunes. Sin embargo, la de origen bacteriana es la que provoca legañas más persistentes.
La conjuntivitis bacteriana se produce por sobreinfección. En este caso, además de ojos rojos las secreciones son más espesas y las legañas, por tanto, más abundantes. De hecho, aunque se limpie los ojos del bebé con suero, al rato vuelven a estar pegados y con más secreciones.
En estos casos es necesario un tratamiento antibiótico (gotas, colirio, crema o pomada). Si es en forma líquida, es necesario abrir bien los ojos del bebé. En el caso de la pomada o crema oftálmica, esta se coloca en el hueco que se forma al separar el párpado inferior del ojo tirando un poquito hacia abajo. En ambos casos, es necesario que nuestras manos estén bien limpias.
Si se trata de una conjuntivitis vírica, esta suele ser leve y no es necesario ningún medicamento, pero sí una higiene detenida de los ojos para evitar que aquella se complique. En este caso, además del lavado de los ojitos, es importante que el peque tenga las manitas limpias y evitar (en la medida de lo posible) que se los toque.
También existe un tipo de conjuntivitis de origen alérgico que suele afectar a los dos ojos. Sin embargo, no suelen provocar la salida de muchas legañas. No obstante, los ojos suelen picar bastante. Así que es mejor que el bebé tenga las manitas limpias para evitar que se infecten aquellos.
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Mi bebe tiene algo en el ojo
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