Hoy te ofrecemos consejos y recomendaciones para saber cómo y cuándo ofrecer con el método Blw carnes, como el cordero y el cabrito de forma sana y segura. La alimentación es una de las mayores…
Este post se publicó originalmente el 09/02/2021 y ha sido actualizado en fecha 27/08/2024
La característica principal del Baby Led Weaning es que los peques usan sus manitas para coger los alimentos e introducirlos en la boca ellos solitos. Ahora bien, ¿qué pasa con las sopas o las cremas? ¿Quedan fuera del BLW o podemos introducir también la cuchara? Te contamos a continuación todas las claves para combinar BLW y cuchara.
El Baby Led Weaning es un método para la introducción de la alimentación complementaria en el que el peque comienza a alimentarse de forma autónoma eligiendo por sí mismo los alimentos y cantidades que realmente le apetecen.
Es de hecho, la manera más respetuosa de introducir a los peques los primeros sólidos. El comienzo del BLW se produce a partir los seis meses de vida y hasta aproximadamente el primer añito de edad. Y una duda frecuente es: ¿cómo y cuándo introducir los cubiertos en la alimentación autodirigida por el bebé?
La psicomotricidad y el BLW
Para iniciarse en la alimentación complementaria mediante el BLW lo primero que debemos ofrecer a nuestro hijo son alimentos grandes. La medida sería un poquito más grandes que su mano, así evitaremos atragantamientos. Ramitas de brócoli y coliflor, una manzana asada cortada en cuartos, plátano o aguacate son algunas de las ideas recomendadas por los expertos para empezar.
Recordemos que debemos dejar que nuestro hijo experimente sabores, texturas, colores… No hay ninguna prisa, este es un proceso de aprendizaje que no hay que forzar. Es probable que al principio se limite a jugar con la comida o a roer un poquito los bordes del alimento. Después, poco a poco, su interés irá aumentando. Mientras tanto seguirá con lactancia, la cual le proporcionará todos los nutrientes que necesita. Como bien dice el nombre, la alimentación sólida es complementaria, no predominante ni exclusiva.
Hacia los ocho o nueve meses (aproximadamente, cada niño tiene su ritmo) el bebé alcanzará el hito de hacer la pinza con sus deditos. Esto es que será capaz de coger pequeños objetos con su dedo índice y el pulgar. En este momento ya podemos comenzar a ampliar el abanico de alimentos y empezar a ofrecer la comida en pedazos más pequeños. Pero aún es pequeño para comenzar a utilizar cubiertos y es muy probable que si se los ofrecemos, prefiera continuar utilizando sus manos, que son la forma más cómoda para él de coger, soltar y llevarse a la boca.
Entre los 10 y los 15 meses será cuando nuestro peque ya esté capacitado para sostener una cuchara y entender cómo se maneja adecuadamente. Entonces podremos comenzar a introducir platos de cuchara. Ahora bien, será un proceso de aprendizaje, no te extrañes si al principio pierde interés y prefiere seguir haciéndolo a su manera, es decir, con sus manos… ¡O salpique todo de sopa o crema de verduras!
¿Cómo introducir la cuchara con BLW?
El peque la tiene que poder coger y utilizar solito. Ese es el requisito para practicar BLW con cuchara. Cuando observemos que nuestro peque comienza a mostrar interés por utilizar una cuchara en la mesa, bien porque nos vea a nosotros o a sus hermanitos, o bien simplemente porque le parezca un juego y quiera experimentar, podemos comenzar a probar.
Las precucharas pueden ser una herramienta para comenzar el proceso. Por su tamaño y diseño (planas y con silicona en el centro para que la comida se quede «pegada» y no se caiga) resultan más sencillas de manejar para los peques. No obstante, no son estrictamente necesarias, podemos probar con nuestras cucharitas pequeñas, de las que todos tenemos en casa (las que denominamos «de postre o café») que también son perfectamente válidas.
Los niños aprenden por imitación así que lo ideal es que nos pongamos delante de él y le mostremos con nuestro ejemplo cómo utilizar la cuchara, sin dirigir nosotros sus manitas. Así mismo y por la misma razón, lo ideal es que desde el principio de su alimentación complementaria el niño se siente con todos a la mesa.
Es recomendable elegir siempre momentos del día en los que el bebé no esté especialmente cansado ni hambriento para que no se frustre o, directamente, no quiera saber nada del tema. Buscaremos un momento del día en el que esté receptivo, contento y tenga ganas de jugar, para ir practicando. Durante el primer año, aprender a comer es un juego que nos podemos tomar con calma y tranquilidad, pues el niño seguirá recibiendo todos los nutrientes que necesita a través de la lactancia.
¿Qué alimentos de cuchara son los mejores para empezar?
Comenzar con una crema o un puré será más sencillo para aprender a utilizar la cuchara que, por ejemplo, otras recetas más líquidas como una sopa o un caldo. Además, ofrecer caldos al niño les saciará antes y desplazará la ingesta de los alimentos más nutritivos. Y ojo con la temperatura porque tengamos en cuenta que es muy probable que, sobre todo al principio, ¡una parte del plato termine encima suyo más que en su boca!
Algunas ideas de alimentos para comenzar a practicar con la cuchara pueden ser las gachas, la fruta machacada, los purés o verduras cocidas y trituradas con tenedor, yogurt, pasta, legumbres (judías, lentejas, garbanzos) y arroz (aunque sin pasarse con las cantidades, por el contenido en arsénico). Estas son algunas ideas pero sois vosotros los que debéis ir probando y dejando que los peques muestren sus preferencias siguiendo siempre una dieta saludable.
Algunas recomendaciones generales de alimentos que debemos evitar, bien sea por su composición o bien por riesgos de atragantamiento:
- El marisco y pescado azul (pez espada, tiburón, atún rojo…), al contener altas dosis de mercurio y cadmio, es preferible esperar a ofrecerlos a partir de los dos o tres añitos.
- Las algas también se deben evitar por su alto contenido en yodo.
- Lácteos y derivados. Es mejor esperar hasta los 12 meses debido a que son alto en proteínas y bajos en hierro (pero podemos dar pequeños trocitos de queso a partir de los nueve o diez meses para probar nuevos sabores).
- Verduras y hortalizas de hoja. Debemos esperar también hasta los 12 meses (acelgas, lechugas, cardos, borrajas, espinacas…), por su alto contenido en nitritos.
- El azúcar y la sal. No son buenos para ellos (ni para nosotros tampoco, en realidad).
- Los frutos secos enteros es mejor no ofrecerlos hasta los cinco años debido a que por su forma y dureza, tienen peligro de atragantamiento.
- Lo mismo ocurre con los caramelos, los cuales además, no aportan nada a nivel nutricional.
- Las salchichas, al ser una carne procesada, contienen altos contenidos en sal pero además, por su tamaño y la forma en las que las solemos trocear (en trocitos, en lugar de longitudinalmente), son una de las primeras causas de atragantamiento en niños pequeños, por lo que mejor esperar hasta los tres añitos.
En la alimentación de los peques es imprescindible una fuente de proteínas diaria que no sobrepase los 20-30 gramos en el caso de carne, los 30-40 gramos de pescado o no exceder de un huevo al día.
Aprender y disfrutar
El objetivo del BLW es que poco a poco los peques se familiaricen con los alimentos que comemos los adultos y aprendan a alimentarse de forma autónoma. También que se autorregulen y establezcan una sana relación con la comida disfrutando de ella mientras juegan y se divierten. No olvidemos que es así como los peques aprenden: ¡jugando!
El proceso de ir descubriendo las preferencias de nuestro hijo en cuanto a sabores y texturas, es una forma de conocerle a través de sus gustos. La mejor forma de hacerlo es con paciencia y disfrutando del ratito de la comida en familia con una alimentación y hábitos saludables.
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1 responses on "Cuchara y BLW: ¿Son compatibles?"