Hace muy poquito hablábamos en el blog de la Baby signs language, (si te lo perdiste puedes leerlo aquí), y después del Seminario online que hicimos (que podéis ver en diferido si formáis parte de…
Esta es una de las dudas que más se preguntan padres y cuidadores cuando se acercan al mundo de la comunicación gestual con sus bebés a través del baby signing. De hecho, es completamente legítima, ya que los padres queremos lo mejor para nuestros hijos, por tanto, nunca haríamos nada que les pudiese perjudicar, aunque fuese a largo plazo.
¿El baby signing retrasa el desarrollo del lenguaje?
Recuerdo que yo misma tuve esa duda antes de decidirme a signar con mi hija mayor hace ya casi 10 años. Hasta la abuela me decía que si mi pequeña encontraba una forma útil de comunicarse quizá podía volverse algo “vaga” para hablar.
Sin embargo, mi instinto me decía que no podría ser algo malo, comencé a buscar información y descubrí que, aunque esta técnica aún se conocía muy poco en España, no se trataba de un descubrimiento reciente, ya que había incluso investigaciones desde los años 60, y hubo un gran auge en EEUU durante las décadas de los 80 y 90, especialmente gracias a los trabajos de las profesoras Linda Acredolo y Susan Godgyn, y el doctor Joseph García.
Por tanto, muchísimos estudios avalan los resultados del baby signing, y no se trata de un descubrimiento reciente porque ya contamos con más de 40 años de experiencia. ¡Podemos estar tranquilos!
Además, poder comunicarse con un bebé antes de que pueda hablar es una experiencia maravillosa que permite reforzar enormemente el vínculo afectivo, la complicidad y los lazos de unión en la familia, abuelos incluidos.
No hay que preocuparse
Aunque el desarrollo del lenguaje comienza desde el útero, las familias pasamos alrededor de un año hablando a nuestros bebés hasta que les escuchamos pronunciar su primera palabra intencional. Sin embargo, con los signos podemos tener resultados mucho antes. ¿Por qué no animarse a probar?
Es normal sentir cierto escepticismo al principio si no hemos coincidido con una familia que signe a su bebé y hayamos visto la técnica en acción. Pero, dejando a un lado estas dudas iniciales, podemos estar tranquilos respecto al desarrollo del lenguaje oral y disfrutar al máximo de la experiencia y de todos sus beneficios (hablamos de ello aquí y aquí).
Por poner un símil sencillo, es como si pensáramos que por el hecho de que un bebé gatee puede perder su interés en andar. Todo son fases, y del mismo modo que un bebé comienza a desplazarse por sus propios medios cuando gatea y a descubrir cosas por sí mismo, llegará el día en el que también querrá ponerse de pie y poder alcanzar objetos e incluso caminar como hacen los adultos que observa a su alrededor.
Acredollo y Godwyn desarrollaron numerosos estudios sobre el impacto de los gestos simbólicos en el desarrollo del lenguaje (podemos leer uno de los más conocidos aquí). Incluso años después repitieron investigaciones con los mismos niños del estudio inicial, y observaron que los niños que habían aprendido a signar durante la primera infancia obtuvieron un coeficiente intelectual más alto y se incrementaba también la atención conjunta y la memoria. En Criar con Sentido Común nos gusta divulgar la evidencia científica y si quieres leer más investigaciones puedes hacerlo aquí y aquí.
Pero, lo más importante: no debemos olvidar que esto no es una moda. Los logopedas llevan años utilizando la comunicación gestual como apoyo en su trabajo con niños. En los casos en los que existe un verdadero trastorno específico del lenguaje, debido a algún problema en el neurodesarrollo, síndrome o enfermedad, este tipo de comunicación puede suponer una gran ayuda y hacer la diferencia en el día a día de estos niños.
Los bebés de padres sordos se comunican de forma muy eficaz
En las familias de padres sordos, los bebés observan los signos desde el primer día. Poco a poco van relacionando los gestos con su significado. De hecho, una de las investigaciones más conocidas partió del dato de que los bebés de estas familias podían comprender alrededor de 75 signos con tan solo nueve meses. ¡Wow! ¿No es sorprendente? ¿Cuántas palabras dice un bebé a esta edad? ¿Mamá, papá y agua?
En 2017 se hizo muy viral un vídeo que compartió una mamá de Florida en su canal de YouTube, en el que podía verse a la abuela enseñando a signar a su nieta de tan solo nueve semanas (puede encontrarse buscando Grandma Teaches Sign Language to Grandchild, Pamela McMahon and Aria Belle).
Del mismo modo, podemos enseñar a signar a nuestros bebés oyentes y los resultados nos sorprenderán de forma muy positiva.
Anímate a probar
Seguro que en alguna ocasión has vivido el escuchar el llanto desconsolado de tu bebé y no logras dar con lo que le sucede para poder calmarle. Los padres, especialmente cuando somos primerizos, vamos aprendiendo a interpretar las señales de nuestras criaturas, a veces incluso tenemos una especie de “check list” o revisión completa, del tipo “¿tendrá hambre, sueño, calor, frío, pañal mojado, dolor de tripa, dolor de oídos?”
Si revisamos estas posibilidades y a pesar de todo el bebé sigue llorando, comenzamos a sentirnos frustrados y esta emoción se contagia a través de las neuronas espejo, por lo que todos empezamos a desesperarnos… ¿Y si tuviéramos una herramienta que nos permitiera comunicarnos cuando apenas tienen unos meses y todavía no han desarrollado el habla? ¡La tenemos! ¡Podemos aprender a signar!
Además, la comunicación no verbal es innata en el ser humano. Si lo piensas bien, todos gesticulamos al hablar, y los bebés empiezan a señalar aquello que desean desde que controlan sus manitas. En todas las culturas enseñamos a los peques a decir adiós o tirar besitos con las manitas y todos aprenden, ¿no es cierto? ¡Podemos enseñarles muchos más gestos que nos ayuden a entendernos!
¡Signar funciona!
Nuestros peques necesitan entre uno y dos años para poder expresarse de forma eficaz con palabras. Gracias al baby signing language podemos entendernos más fácilmente antes de la aparición del lenguaje oral y, por tanto, disminuir frustraciones debidas a la falta de comunicación.
Desde aproximadamente los seis meses, los bebés pueden hacer gestos voluntarios sencillos con sus manitas que nos ayuden a detectar por ejemplo si tienen hambre, sueño, si quieren comer una fruta u otra, si quieren más de lo que tienen delante o si sienten algún dolor. Una vez que empiezan a entender lo bonito que es la comunicación, el aprendizaje es exponencial, como se puede ver en esta gráfica.
Que ningún bebé en el mundo tenga que recurrir al llanto para expresar sus necesidades
A través de gestos sencillos, el bebé puede expresar sus necesidades y deseos sin tener que recurrir al llanto. ¿Qué padre o madre no querría disfrutar de esto?
En general, al principio hay que tener paciencia y no esperar resultados inminentes. Algunos peques empiezan a signar desde los seis meses, pero otros no se arrancan hasta los 10, 12 o incluso un poquito más (dentro de la Tribu CSC tenemos un grupo específico de baby signing y es impresionante ver los vídeos que comparten las familias con los progresos de sus criaturas).
No me canso de repetirlo. Solo hay un secreto, y es la constancia. Si se confía en el proceso de aprendizaje y los signos se introducen de forma natural en el día a día sin sobreestimular, al final todos acaban aprendiendo. Incluso en la red podemos encontrar vídeos de bebés signando antes de los seis meses, ¡ver para creer!
¿Nos cuentas tu experiencia en los comentarios? ¡Ayudarás a más familias a animarse!
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