Siento la necesidad de escribir sobre un tema que quizás no inquiete en demasía a la población general, pero que nos preocupa cada vez más a los nutricionistas. Las tasas de obesidad infantil van en…
Prácticamente todos los menús «infantiles» de los bares, restaurantes, en las celebraciones… incluyen salchichas. Por su sabor, porque son fáciles de comer sin ensuciar mucho, porque se les puede añadir una salsa de tomate… Les encanta y resultan un alimento fácil y rápido de preparar.
Pero su consumo no está recomendado, al menos de manera frecuente, y debemos extremar las precauciones a la hora de ofrecérselas a los peques, ya que por su forma y textura pueden llegar a matar a un niño.
Alimentos para que coman más
Cuando un peque empieza con la alimentación complementaria, las dos inquietudes más frecuentes es que no coma no lo suficiente y que se asfixie, si seguimos el método BLW. Así que es importante recordar que la alimentación complementaria es eso: complementaria. Hasta el primer año de vida, la leche tiene que seguir siendo el alimento principal. Ya sea leche materna o leche de fórmula.
Esta etapa es para que aprendan a relacionarse con la comida, disfrutar con ella y prueben las diferentes texturas y sabores, ya que más adelante puede que les cueste más incorporar sabores nuevos. Además, si toma leche materna, debemos priorizar los alimentos ricos en hierro, ya que a partir de los seis meses las reservas de hierro descienden y es importante que no tengan déficit.
Pero por lo demás, no hay que preocuparse. Comerá poco probablemente, sobre todo si respetamos sus ritmos y no les forzamos a ingerir más de lo que les apetece, que es lo recomendable. Además, la leche seguirá ofreciéndose siempre en primer lugar, por lo que puede que queden prácticamente saciados.
Así que deberíamos descartar la opción de ofrecer salchichas para que «coman más», o para que «coman mejor» porque es un alimento que les gusta o que los adultos asociamos a que todos los niños les gusta. Primero porque no necesitan comer más, y segundo porque no es un alimento saludable, además de peligroso.
Qué producen las salchichas en los niños
Las salchichas son uno de los alimentos más peligrosos para los niños, ya que se relacionan con un alarmante número de casos de atragantamiento. Aunque sea uno de los alimentos más consumidos en la población infantil, es su forma y textura la que las hace especialmente peligrosas.
Un estudio publicado en Pediatrics y elaborado en EEUU, sitúa a las salchichas entre las causas más frecuentes en los casos no fatales de atragantamiento. De hecho, se estima que en Estados Unidos casi un 20% de muertes en niños menores de 10 años son provocadas por las salchichas. Este otro estudio realizado en EEUU y Canadá, publicado en Pubmed, determinó las características y los factores de peligro de los alimentos con un alto riesgo de obstrucción de las vías aéreas.
Aquí en España, sin embargo, son más frecuentes los atragantamientos por caramelos duros, palomitas de maíz, uvas, manzanas, el jamón serrano o el lomo y, por supuesto, frutos secos. Pero cada año se repiten casos de sustos, más o menos graves (algunos incluso con un desenlace fatal), provocados por las salchichas. Así que es otro de los alimentos que deberíamos evitar en los menores de tres años, e incluso mejor esperar a los cuatro o cinco (igual que con los frutos secos enteros, incluidas las palomitas de maíz).
Cómo cortar las salchichas para los niños
La forma circular y su textura es lo que las hace tan peligrosas ya que, en caso de no masticarse correctamente, su diámetro se acopla a la tráquea infantil, taponándola. Además, resulta muy difícil mover el trozo de ahí, ya que hace una especie de «efecto ventosa» y ni las arcadas ni la tos son capaces de desatascar la vía respiratoria.
Por eso, en el caso de ofrecer salchichas a los peques, es muy importante cortarlas correctamente. Primero debemos hacer un corte transversal, a lo largo de toda la salchicha, para luego cortarlas en trozos. Incluso así, siempre tenemos que controlar que mastiquen todo bien, que coman sentados y sin jugar. Ya que en cualquier movimiento puede irse un trozo hacia atrás y causar un atragantamiento. Y por supuesto estar presentes mientras comen, para poder actuar en caso de que sea necesario.
La edad también es un factor que influye, ya que antes de los tres años es más probable que se den casos así. Y es que la ausencia de molares que les permita masticar bien y la falta de coordinación entre la deglución y el cierre de la glotis provoca más accidentes a esta edad.
Además, ya sabemos que a los más peques les cuesta mantenerse quietos incluso durante las comidas. Así que mucho ojo en los ambientes en los que tendemos a prestar menos atención, como en las celebraciones, en las que nos niños y las niñas tienden a comer mientras juegan sin supervisión.
Qué hacer en caso de atragantamiento
Teniendo en cuenta que el primer paso es prevenir los atragantamientos, ¿qué podemos hacer en el caso de que suceda? Lo primero de todo: mantener la calma. Es complicado sí, ya que nos ponemos nerviosos simplemente con las arcadas que pueden dar cuando comen. Pero estas arcadas son muy relevantes para, precisamente, evitar los atragantamientos. Además durante los primeros meses de alimentación complementaria, los peques tienen muy activo este reflejo.
Hay que saber diferenciar cuándo es una simple arcada, con la que están aprendiendo a devolver la comida al sitio correcto de la boca antes de masticarla, de un atragantamiento real. Si vemos que, efectivamente, el alimento ha pasado a las vías respiratorias y está dificultando la entrada de aire, debemos favorecer la tos.
Si tose es una buena señal, ya que indica que no le está faltando demasiado aire y probablemente ese movimiento haga que se desobstruyan las vías respiratorias. Así que debemos dejarle hacer y esperar, si nos ponemos nerviosos vamos a transmitírselo y detener ese mecanismo.
Si ni siquiera es capaz de toser, entonces debemos intervenir, pero sin introducir los dedos en la boca si el trozo no es visible, ya que podemos complicarlo todavía más. Conocer la maniobra de Heimlich es de vital importancia. Aunque creas que no vas a ser capaz de reaccionar en un caso así: aprende a realizar los primeros auxilios. Siempre es mucho mejor que el total desconocimiento.
¿Provocan cáncer las salchichas?
Por si el riesgo de atragantamiento no fuera un motivo suficiente para limitar el consumo de salchichas, también debemos tener en cuenta que es un procesado nada saludable. Llevan un alto contenido en sal, trifostatos y polifosfatos (estabilizantes químicos que en grandes dosis puede provocar hiperactividad y problemas digestivos, y, a largo plazo, reducir el equilibrio del calcio y el fósforo en el organismo), jarabe de maíz alto en fructosa, carmín y nitrito de sodio.
Precisamente el alto contenido en nitritos, un conservante, unido a las aminas heterocíclicas de la carne, es lo que situó a las salchichas como carcinogénica en este estudio del 2019. Por lo que se relaciona el consumo frecuente de salchichas y otras carnes procesadas con con enfermedades como el cáncer colorrectal. Incluso la OMS sitúa a las salchichas dentro de la lista de sustancias altamente peligrosas contra el cáncer.
De hecho las salchichas están categorizadas dentro del Grupo 1, al igual que el tabaco o el amianto, por ejemplo. Pero esto no significa que debamos compararlos, ya que en este grupo se encuentran las sustancias con suficiente evidencia respecto a las pruebas que indican que pueden provocar cáncer, no responde al nivel de riesgo.
Así que no, no estamos envenenando a los niños por darles salchichas u otra carne procesada como jamón york, pero no es un alimento que debamos incluir en el menú habitual. Entonces ¿cuántas salchichas debe comer un niño? Pues la respuesta sería el sentido común. Como decíamos, puede ser peligroso su consumo diario e incluso semanal, además de que esta carne procesada apenas tiene valor nutricional.
Su ingesta esporádica, como muchas otras cosas, no debe hacernos perder la cabeza. Eso sí, siempre actuando para prevenir los atragantamientos. Es decir: cortándolas bien, adecuándonos a la edad del peque y supervisando su ingesta. Debemos procurar ofrecerles alimentos nutritivos, no procesados, incluir siempre y a diario una buena cantidad de frutas y verduras, y dejar las «excepciones» realmente para momentos puntuales.
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1 responses on "Por qué las salchichas pueden matar a un niño"