Día Internacional de la Matrona: La profesión que da vida

El Día Internacional de la Matrona se celebra todos los años el 5 de mayo para destacar la importante función que las matronas desempeñan en la salud de las madres, los niños y sus familias.

¿Qué es ser Matrona?

“Una matrona es una persona que, habiendo sido admitida para seguir un programa educativo de partería, debidamente reconocido por el Estado, ha terminado con éxito el ciclo de estudios prescritos en partería y ha obtenido las calificaciones necesarias que le permitan inscribirse en los centros oficiales y/o ejercer legalmente la práctica de la partería. La matrona está reconocida como un profesional responsable y que rinde cuentas y que trabaja en asociación con las mujeres para proporcionar el necesario apoyo, cuidados y consejos durante el embarazo, parto y el puerperio, dirigir los nacimientos en la propia responsabilidad de la matrona y proporcionar cuidados al neonato y al lactante. Este cuidado incluye las medidas preventivas, la promoción de nacimiento normal, la detección de complicaciones en la madre y niño, el acceso a cuidado médico u otra asistencia adecuada y la ejecución de medidas de emergencia. La matrona tiene una tarea importante en el asesoramiento y la educación para la salud, no solo para la mujer, sino también en el seno de sus familias y de la comunidad. Este trabajo debe incluir la educación prenatal y preparación para la maternidad y puede extenderse a la salud de mujeres, la salud sexual o reproductiva, y el cuidado de los niños. Una matrona puede ejercer en cualquier emplazamiento, incluyendo la casa, la comunidad, los hospitales, las clínicas o las unidades de salud”. Definición de la Matrona. Adoptado por la Reunión del Consejo de la Confederación Internacional de Matronas, 19 julio de 2005, Brisbane, Australia, Reemplaza la «Definición de ICM de la Matrona» 1972 y sus enmiendas de 1990 Confederación internacional de Matronas. (Nota versión española: En este documento cuando se utiliza el término Matrona se refiere a todas las personas, hombres y mujeres que ejercen la profesión de Matrona).

Yo no soy matrona de vocación. De hecho, mi intención al preparar el examen para formarme como tal empezó más porque tenía buena salida laboral que por un gusto especial por ello. A quien me conozca le parecerá extraño, a día de hoy me apasiona mi trabajo y sé que se me nota. Además, no puedo decir que haya una parte de la matronería que no me guste… todas tienen su “cosilla”, a todo le saco gusto y supongo que puede ser porque ser comadrona supone apoyar y/o cuidar de la mujer desde una perspectiva global.

La profesión más antigua del mundo

Ser matrona es la profesión más antigua del mundo, estoy segura de ello. Desde los tiempos más remotos las mujeres se han ayudado unas a otras y vemos pruebas históricas que revelan la existencia de mujeres experimentadas que cuidaban a otras mujeres en su embarazo, parto, postparto, tenían conocimientos para evitar embarazos y para aliviar el dolor de parto. Con el paso del tiempo, se ha ido transformando y añadiendo conocimientos y ciencia, teniendo connotaciones algo diferentes a lo largo del mundo, pero coincidiendo en el cuidado holístico de la mujer.

En España, concretamente, ha habido una época de vacío formativo e incluso institucional de matronas, que poco a poco se va remontando, pero eso conllevó que se diluyera la figura de la matrona y sus funciones dentro del sistema sanitario. Hoy en día seguimos luchando por recuperar nuestro lugar como profesionales formados y capacitados para atender a la mujer en diferentes momentos de su vida, aunque en general se siga viendo más nuestra función de parteras, atendiendo los nacimientos.

Y ¿qué hace una matrona?

Atender las necesidades de la mujer, sobre todo en relación a la esfera sexual, entendiendo la sexualidad como un concepto amplio que integra el embarazo, parto, puerperio, lactancia, menarquía, menopausia, salud reproductiva y ginecológica, aspectos psicoafectivos-sexuales, etc. Nuestra labor va encaminada a potenciar los recursos que tienen las mujeres para mantener y potenciar su salud y disfrutar en las diferentes épocas de vida.

Qué es ser matrona para mí

Hace poco, mi hijo mayor participó en el concurso de dibujo que preparó ASCALEMA (Asociación Castellanoleonesa de matronas) con el lema “¿Qué hacen las matronas?”. Yo trabajo desde hace más de una década en atención primaria, y les expliqué a mis hijos en qué consiste mi trabajo. Así, Beñat decidió dibujar a la comadrona al lado de una mujer gestante.

Comprenderéis que estoy orgullosa de su dibujo, y enamorada de esa imagen: mujer y matrona al mismo nivel, ofreciendo presencia y apoyo.

Para mí, mi profesión supone “estar ahí” y conectar con las mujeres según sea lo que necesiten: desde revisar los genitales porque le pica o se le escapa la orina, a hacer una citología de rutina, explicarle a los/as adolescentes qué es la sexualidad (de verdad), contar con emoción en qué consiste el nacimiento de sus hijos y de su nueva etapa como madres, implicar a las parejas fomentando un entorno familiar saludable, deleitarme acompañando un parto de vez en cuando, escuchar mil dudas de una puérpera con la paciencia que necesitan, agudizar mi mirada para responder ante una lactancia con problemas, redimensionar la visión de la menopausia y nutrirme con cada grupo de mujeres apoyándose entre ellas.

Ser matrona forma parte de mi identidad, como mujer que busco la dignidad y el respeto a todas y cada una de mis semejantes y lucho porque cada una pueda elevar su cabeza consciente de todo lo que es capaz, empoderando y empoderándome cada día. 

Así que no soy una matrona de vocación, sino de devoción; cuanto más me sumerjo en este mundo más me entusiasma, me encanta conocer a otras compañeras/os y compartir experiencias y trabajo (la Tribu CSC es, por ejemplo, un buen espacio para ello), crecer y aprender cada día algo nuevo.

Por eso hoy, 5 de mayo, felicito a matronas y matrones y celebro con ellas/os este día porque somos importantes para muchas mujeres y familias y tenemos una responsabilidad enorme: la de seguir brillando para iluminar donde a veces surja la oscuridad, haciendo resplandecer a cada mujer.