En la actualidad el colecho entre hermano no está bien visto porque ha calado hondo la idea generalizada de que “cada niño necesita su espacio”, pero esto es en realidad una construcción del sistema de…
El colecho tiene muchos beneficios para los bebés y sus padres. Y los tiene también si se realiza entre hermanos. ¿Pero qué ocurre cuando se trata de colecho entre hermanos niño y niña?
En casa no hemos tenido ese dilema. Las tres son niñas y duermen en la misma habitación; y muchas veces amanecen juntas en la misma cama. Eso les da seguridad, sobre todo a la más pequeña.
Lo cierto es que en un tema como el del colecho, que sigue provocando rechazo en parte de nuestra sociedad, creo que cada hogar ha de marcar sus pautas y practicarlo de manera libre. Sin embargo, es posible que nos planteemos: ¿El hecho de que nuestros hijos sean de distinto sexo puede influir de alguna forma? Y la respuesta es que es igual de natural que si son del mismo sexo.
El colecho es algo natural y entre hermanos niño y niña, también
Los hermanos no deben colechar con bebés menores de 12 meses de edad ya que podría resultar peligroso para estos, pero a partir de esa edad «me parece que el colecho entre hermanos niño y niña es igual de natural que entre un padre y su hija, o una madre y su hijo. E igual de natural que entre dos hermanos varones o dos hermanas«, explica Armando Bastida, tripadre, enfermero de pediatría y CEO de Criar Con Sentido Común. Es decir, que si practicar colecho en casa cuadra con nuestra forma de hacer familia, el colecho entre hermanos niño y niña es totalmente factible.
Silvia Guijarro, maestra y educadora en Disciplina Positiva de Criar Con Sentido Común, cree que el colecho entre hermanos niño y niña «tiene los mismos beneficios que entre hermanos del mismo sexo: La compañía, el apego, la tranquilidad, la seguridad. Además de fortalecerse el vínculo entre ellos».
Lo mismo opina Zazu Navarro, experta en Montessori y en Disciplina Positiva de la Tribu CSC, quien subraya que «casi todos los mamíferos lo practican». Navarro apunta otro aspecto importante: ¿quién toma la decisión?. «Cuando son peques y todavía no pueden tomar decisiones, entiendo que es la familia la que toma la decisión en base a sus propias necesidades familiares».
¿Pero qué ocurre cuando crecen? «Cuando son un poco mayores ya tienen capacidad de decidir si quieren seguir colechando o no, y si quieren compartir habitación con otra persona. Si a nivel logístico no existe problema, creo que preguntar a los peques siempre es lo mejor«, indica Zazu Navarro.
Dejarnos guiar por ellos también a la hora de dormir
Al igual que cada familia es un mundo e irá promoviendo sus propias reglas en casa, también es positivo tener en cuenta qué quieren nuestros hijos. Es cierto que el colecho entre hermanos niño y niña o del mismo sexo se puede dar en edades tempranas. Lo mismo ocurre con compartir habitación. Pero es muy probable que algunos niños o niñas, al llegar a determinada edad (preadolescencia o adolescencia), ya no quieran compartir su espacio con los más pequeños y empiecen a pedir su propia habitación.
«Yo dormí con mi hermano hasta los 10 años, que fue cuando mis padres decidieron separarnos. En ese momento no lo entendí, pero creo que yo misma lo hubiera pedido dos o tres años después», recuerda Silvia Guijarro. Ella cree que es «fundamental» dejarles elegir.
Y es que, como en todos los aspectos de la crianza, es importante escucharlos y tener en cuenta sus deseos. Quizás nos empeñemos en que duerman en la misma habitación pero ellos no quieren, aunque lo más normal es que siendo pequeños sí que les encante la idea. Y lo mejor que podemos hacer es respetarlos.
Así que, el colecho entre hermanos niño y niña (o del mismo sexo, da igual) se debería practicar «hasta que uno de los dos empiece a reclamar su espacio, o apreciemos que puede estar incómodo por la presencia de su hermano/a», subraya Armando Bastida.
¿Y si se trata de compartir habitación?
Quizás llegue un momento en el que no deseen colechar pero sí compartan habitación. Esta es otra forma de fomentar las buenas relaciones entre ellos. La experta en sueño infantil de Criar Con Sentido Común, Rafi López, es partidaria de que los hermanos compartan la habitación porque es una forma de que se sientan seguros (además, de ser muy divertido). Incluso es un buen camino cuando sentimos que ha llegado el momento de que termine la fase de colecho con nosotras.
En casa a las más pequeñas les hace ilusión dormir juntas y se lo pasan bien (aunque también surgen algunos roces entre hermanas, sobre todo entre la mayor y la mediana). Ha sido una transición lógica y «amable» pasar de la cama de mamá y papá a la habitación con las hermanas «porque ya soy mayor».
Compartir habitación, igual que el colecho entre hermanos pequeños niño y niña o del mismo sexo, tiene beneficios, además de la seguridad o la diversión: también permite consolidar y ampliar el vínculo entre hermanos; aprenden a convivir, respetar y compartir; se sincronizan en hábitos y horarios (una gran ventaja para los padres); y disminuyen los celos entre hermanos y hermanas.
El colecho entre hermanos niño y niña genera debate
El colecho entre hermanos niño y niña, no obstante, puede no ser positivo si existe una diferencia de edad importante. Al menos esa es la opinión tanto de Rafi López, como de la psicóloga de Criar Con Sentido Común Mamen Bueno, quienes apuntan que a partir de cierta edad los menores «experimentan» desde un punto de vista sexual.
Eso no es algo negativo, porque la sexualidad en los niños tiene dos funciones: la afectiva y la exploratoria-afectiva (y, evidentemente, no tiene el mismo objetivo que en los adultos), es decir, sentir, compartir, relacionarse, comunicarse (podéis consultar nuestro curso sobre sexualidad infantil para profundizar en este tema, que podéis visionar de manera gratuita, al igual que los más de 120 Cursos Online de CSC, si sois miembros de la Tribu CSC). Pero esto implica que exploran su cuerpo y el de los demás.
«A veces los mayores, desde la ingenuidad y llevados por la curiosidad, pueden tocar a los más pequeños», explica Mamen Bueno; «de hecho, alguna vez en consulta han aparecido este tipo de juegos y experimentaciones y puede dejar sensaciones y un impacto difícil de manejar para el hermano o la hermana pequeña».
A este respecto, Silvia Guijarro también opina que a partir de cierta edad es mejor que no duerman juntos. «Cuando llega la adolescencia la sexualidad dará un giro importante. Va a aparecer el deseo sexual, el erotismo… y van a necesitar su espacio».
Sin embargo, existen «ciertos prejuicios», indica Guijarro, al pensar que la experimentación solo se produce entre niño y niña. «Hasta la adolescencia no aparece la orientación sexual. Y los juegos sexuales naturales se dan entre niñas o niños indistintamente«.
«No se trata de prohibir nada, pero hay que estar atentos a los cambios de humor», afirma Mamen Bueno. «Si de repente alguno de los hijos empieza a tener reticencias para dormir juntos, es mejor separarles», puntualiza nuestra psicóloga. Bueno, sin embargo, sí es partidaria de que los hermanos compartan habitación.
Naturalidad y buena comunicación en familia
Una buena comunicación entre todos los miembros de la familia, con una relaciones fuertes y guiadas por la naturalidad y la confianza son básicas para prevenir este tipo de situaciones. Es más, tal y como señala nuestra educadora en Disciplina Positiva, «los abusos pueden venir de cualquier ámbito y de quien menos esperemos«. Sin embargo, estos no suelen estar protagonizados por menores. «Suelen ser causados por un adulto».
«Si nuestros hijos no están expuestos a contenido sexual adulto, no van a abusar sexualmente de nadie», subraya Silvia Guijarro. «Es cierto que hoy en día con el acceso a internet existe mucho más riesgo, pero habría que poner el foco ahí», añade.
«Pero no negarles la posibilidad de vivir esa experiencia y crear ese vínculo ‘por si acaso’. Porque entonces tampoco deberíamos llevarles al cole, ni a catequesis, ni a un campamento, ni dejarles a dormir en casa de nadie… Tendríamos que meterles en una burbuja», sostiene Guijarro.
Si tenéis dudas específicas al respecto, en la Tribu CSC podéis consultar online a nuestras expertas especializadas en educación, salud y crianza respetuosa de vuestros hijos e hijas.
Buenas tardes,
Estoy separada en custodia compartida. Mi hija de 11 años que ya tiene El período duerme a menudo en la misma habitación con cama nido con el hijo de la pareja de mi ex. Yo no quiero ya que me parece muy mal. He hablado con él pero me.dice que no me preocupe. Podía hacer algo a nivel legal?
.Muchas gracias.
Hola Verónica,
Gracias por escribirnos, los/as especialistas no responden consultas en los comentarios, pero sí en la Tribu CSC. Te envío el enlace.
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