El tarro del aburrimiento

Ideas de actividades pedagógicas para cuando los niños se aburran o necesitemos que se entretengan un rato solos

¿Qué se puede hacer cuando los niños están aburridos? Si te ves en esta situación, una idea muy útil puede ser que fabriquéis juntos vuestro propio tarro del aburrimiento.

¿Qué se puede hacer cuando los niños se aburren?

¡Mamáaaaaaaa, me aburroooo! ¡Estoy aburridaaaa! ¡No sé qué haceeeeer! De toda la vida, en todas las casas, se han escuchado estas frases u otras parecidas; y, en los tiempos que corren, con las escasas medidas de conciliación familiar que existen, si tenemos en cuenta que disponemos de mucho menos tiempo para dedicar a nuestros hijos e hijas, es probable que en alguna ocasión nos agobiemos pensando que deberíamos poder hacer más cosas con ellos/as pero que la realidad es que no nos da la vida. Para estas ocasiones existen recursos como el tarro del aburrimiento.

 

El tarro del aburrimiento

 

¿Qué es el tarro del aburrimiento?

En realidad, el tarro del aburrimiento no es más que un bote donde guardamos ideas de cosas que podemos hacer cuando el aburrimiento haga acto de presencia. 

Es una herramienta muy sencilla de hacer y, al mismo tiempo, puede resultarnos muy útil. Por una parte, va a facilitar a nuestras/os hijas/os ideas de actividades cuando no sepan qué hacer, de manera que la rutina diaria discurra con menos conflictos.

Al mismo tiempo, nos va a permitir tener menos interrupciones en aquellas ocasiones en las que, por ejemplo, estemos teletrabajando y necesitemos que se entretengan un rato sin nuestra compañía. Además de todo esto, nos ayudará a garantizar que las actividades que realicen durante su tiempo libre sean lúdicas, creativas y beneficiosas, ya que podemos pactarlas previamente; evitando así el uso excesivo de las tecnologías que se da en muchas casas cuando los peques deben entretenerse sin acompañamiento adulto.

 

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El tarro del aburrimiento puede ayudarnos además a favorecer la conexión y el trabajo en equipo ya que es importante que a la hora de elaborarlo lo hagamos de manera consensuada y cooperativa.

¿Cómo hacer un tarro del aburrimiento?

A la hora de llevar a la práctica esta idea y construir nuestro propio frasco del aburrimiento, lo fundamental será, como hemos comentado anteriormente, que lo hagamos en familia. Podemos comenzar haciendo una lluvia de ideas sobre qué actividades podrían ser útiles para incluir en el tarro del aburrimiento. 

Debemos tener en cuenta algunas cuestiones. Si vamos a querer que usen el tarro del aburrimiento, por ejemplo, en aquellas ocasiones en que necesitemos que no haya muchas interrupciones porque estamos trabajando, no debemos incluir en el bote del aburrimiento ideas que impliquen que van a necesitar nuestra ayuda para la elaboración o para la preparación de los materiales. Tampoco aquellas actividades que, por un motivo u otro, precisen de supervisión adulta durante su realización.

En el caso de que vayamos a utilizar esta herramienta, el tarro del aburrimiento, solo para aportar creatividad a nuestros días pero estemos disponibles para acompañarles, no habría ningún problema en incluir este tipo de actividades. 

 

El tarro del aburrimiento

 

También es importante que las ideas que incluyamos en el bote del aburrimiento sean motivadoras para nuestros hijos e hijas. Si somos familia numerosa y no se ponen de acuerdo, siempre tenemos la posibilidad de que cada peque tenga su propio frasco del aburrimiento.

Podemos empezar con una lluvia de ideas general y, a continuación, hacemos el cribado y vamos seleccionando cuáles serán las actividades que incluiremos finalmente en el tarro. Podemos dar pautas antes de empezar la lluvia de ideas, por ejemplo, vamos a pensar en actividades que podáis hacer cuando estéis aburridos/as y que podáis hacer sin ayuda ni supervisión.

En el caso de que debamos descartar alguna de las actividades propuestas por algún motivo es importante que ofrezcamos las razones objetivas y razonables por las cuales esa actividad no debería incluirse en el frasco del aburrimiento. De lo contrario, si los niños perciben que estamos tomando las decisiones de manera arbitraria y sin contar con su opinión, es probable que muestren poca disposición y poco interés para usar el tarro del aburrimiento después.

 

El tarro del aburrimiento

 

Una vez que hayamos elegido la lista de actividades que vamos a incluir, el resto es imaginación al poder y… coser y cantar. Podemos utilizar un frasco de cristal que reciclemos de algún producto alimenticio, podemos usar simplemente un vaso o una cajita… cualquier recipiente que podamos decorar y llenar de mensajes.

Para anotar las diferentes ideas podemos utilizar papel, cartulina o palitos de madera similares a los depresores que se usan en medicina para ver la garganta. Rotuladores, purpurina, goma eva… aprovechad todo lo que tengáis a mano en casa, dejad que vuestro espíritu artista se exprese y… ¡voilá! Ya tenéis vuestro propio tarro del aburrimiento.

Si necesitáis más ideas para realizar actividades educativas para vuestros peques que sean respetuosas y les acompañen en su desarrollo, podéis buscar inspiración e ideas en la Tribu CSC. ¡Os esperamos, familias!

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