Cómo hablar con los niños sobre sucesos negativos de actualidad

Son frecuentes las noticias sobre catástrofes naturales diversas y sucesos dramáticos varios que inundan los telediarios día tras día. Muchas veces no podemos mantener a nuestros hijos e hijas al margen de ellos y nos preguntan porque se inquietan. ¿Cómo hablar con los niños sobre sucesos negativos?

La erupción de un volcán, la destrucción causada por un tsunami, inundaciones, incendios o una guerra… Cada día la catástrofe, con distintas caras, acapara la actualidad nacional o internacional e inunda nuestras casas a través de las pantallas del televisor.

En muchos hogares, esto ha supuesto que muchas niñas y niños nos hagan preguntas y, también, que se preocupen ante la posibilidad de que la lava alcance sus casas.

Contenido no apto para la infancia

Lo primero que deberíamos plantearnos es si nuestros hijos e hijas deberían ver los informativos. Revisamos el contenido audiovisual al que tienen acceso, no vemos películas que incluyan escenas violentas o sexuales explícitas en su presencia y, sin embargo, en muchas casas, a la hora de comer, se ve el telediario en familia. Las imágenes que se emiten en los telediarios superan en muchos casos con creces la crudeza de las imágenes de ficción. A la dureza de las imágenes se añade el hecho de saber que, en este caso, son imágenes reales. 

Aun así, es cierto que debemos asumir que no podemos aislar a nuestros hijos e hijas del mundo y que lo más probable es que las noticias, de una u otra manera, les lleguen. El curso pasado, sin ir más lejos, mi hija llegó un día a casa del colegio preguntándome por qué ese padre había tirado a sus hijas al mar, en referencia al crimen cometido por Tomás Gimeno.

Ya sea porque nos escuchen hablar a las personas adultas, porque en el cole o en el parque se lo cuente otro/a niño/a, porque aunque no pongamos el telediario en su presencia hayan visto alguna imagen u oído hablar sobre la noticia en algún otro programa de televisión o de radio… En la sociedad de la inmediatez, en la que las noticias vuelan, es mejor asumir que, en algún momento, alguna noticia trágica llegará a sus oídos por más que nos esforcemos en protegerles de ciertas imágenes e informaciones. 

La crianza no es una tarea fácil y, a menudo, podemos encontrarnos con situaciones como estas en las que no sepamos muy bien cómo reaccionar. Sobre esta cuestión y muchas otras relacionadas con la crianza y la educación hablamos a diario en la Tribu CSC, donde tanto las familias como las/os profesionales compartimos experiencias en el día a día. 

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Cómo hablar con los niños sobre sucesos negativos o trágicos

Asumiendo que, en algún momento de su infancia, llegará a sus oídos alguna noticia trágica o, incluso, que puede que en algún caso tengamos que darles alguna noticia negativa porque afecte directamente a nuestras vidas; ¿cómo podemos hablar con los niños sobre sucesos negativos? ¿Cómo deberíamos abordar la situación cuándo nos hagan preguntas? 

Averigua qué sabe y cómo lo interpreta

En primer lugar, podemos hacerles preguntas para saber qué es lo que han escuchado y cómo lo han interpretado. A veces, podemos pensar que conocen todos los detalles y sólo han escuchado alguna cosa que ni siquiera han sabido interpretar correctamente. A partir de ahí, teniendo claro qué es lo que saben y lo que piensan, podemos profundizar sobre cuáles son sus preocupaciones, para acompañarlas. Podemos ahorrarnos los detalles más escabrosos, pero si ya conocen la noticia es mejor que la abordemos con naturalidad.

Responde a sus preguntas con naturalidad

En segundo lugar, es importante que respondamos a todas sus preguntas con un lenguaje adecuado a su edad para que puedan comprender de qué estamos hablando. Y también es importante que respondamos con honestidad. Aún recuerdo cuando mi hija me preguntó por qué ese padre había matado a sus hijas y, después de un rato pensando, tuve que contestarle que no lo sabía, que algunas personas hacen cosas malas aunque no podamos entender el porqué.

Aprovecha su curiosidad para fomentar su aprendizaje

También podemos aprovechar su curiosidad sobre este tipo de noticias para aprender sobre ciertos temas. Por ejemplo, en muchas casas, con la noticia sobre la erupción del volcán en la isla de La Palma, muchos peques se han preocupado por saber si la lava iba a llegar hasta sus casas. Podemos sacar partido de esta situación y enseñarles un mapa para mostrarles dónde ha tenido lugar el suceso y a qué distancia vivimos. También podemos investigar sobre cómo es y cómo erupciona un volcán, incluso podemos hacer un experimento en casa con bicarbonato de sodio y limón o vinagre para simular una erupción volcánica.

Educa en valores

También podemos usar este tipo de noticias, especialmente aquellas que están relacionadas con catástrofes naturales, para fomentar la solidaridad. Casi siempre aparecen campañas solidarias a cargo de diversas ONG para ayudar a las personas que han sido víctimas de este tipo de desastres. Hablar en casa sobre el tema y preguntarnos qué podríamos hacer desde nuestro lugar para ayudar a las personas que lo están pasando mal en estos momentos a causa de la erupción del volcán o de cualquier otra noticia similar, es una buena manera de integrar la educación en valores, la empatía y la solidaridad en nuestro día a día.

Enséñales cómo actuar en caso de peligro

Otro tema que puede surgir a raíz de este tipo de noticias y que es de vital importancia es cómo actuar en caso de sentirse en peligro. Ojalá nuestras hijas e hijos nunca tengan que verse en la situación de tener que buscar ayuda o denunciar alguna situación de abuso o agresión. Pero, desgraciadamente, vivimos en una sociedad violenta en la que se dan estas situaciones y, con independencia de que procuremos evitarlas supervisando y cuidando mucho su entorno, nunca podremos tener la seguridad al 100% de que nada les va a suceder.

Explicarles cómo actuar si se pierden, a quién o a dónde acudir, cómo reaccionar si alguna persona desconocida les pide que vayan a algún sitio… puede ser algo que nos resulte duro de afrontar por los miedos que se despiertan en nuestras mentes ante la posibilidad de que algo malo les suceda; pero puede ser de vital importancia en caso de que se vean en alguna situación complicada o extraña. 

No solo las personas desconocidas pueden suponer un riesgo para la infancia. Por desgracia, las estadísticas nos dicen que la mayor parte de los abusos sexuales son cometidos por personas conocidas y cercanas a su entorno familiar. Tener claro que nadie, absolutamente nadie, puede tocar ciertas partes de su cuerpo ni pedirles que hagan nada con sus cuerpos que no les apetezca, es fundamental. Y que sepan que pueden confiar en nosotras/os y deben dar la voz de alarma si alguien les dice o hace algo que les haga sentir incómodos, también. 

Tampoco estamos a salvo de que sucedan accidentes en nuestra casa. Explicarles qué hacer en caso de incendio, o si mamá o papá están inconscientes… enseñarles a usar el teléfono, también nos va a ayudar a capacitarles ante posibles situaciones inesperadas. Hace unos meses, veíamos, por ejemplo, como en un colegio de Granada, enseñaban a niños y niñas a meterse bajo las mesas en caso de terremoto, ante la oleada de movimientos sísmicos que se dieron en esta zona. Si alguna noticia de este tipo llega a sus oídos, podemos aprovechar para hacer simulacros en casa de cómo actuar ante estas situaciones. 

En definitiva, evitemos exponer a nuestros hijos e hijas a determinados contenidos, especialmente durante la primera infancia, y sobre todo, a las imágenes violentas y crueles que se emiten en los telediarios. Pero asumamos también que no podemos encerrarles en una burbuja y que debemos ser capaces de hablar con los niños sobre sucesos negativos porque nuestra misión es prepararles para ser capaces de desenvolverse en la vida; así que aprovechemos la ocasión para sacar algo positivo e inculcar en nuestras hijas e hijos la solidaridad, la capacidad para buscar soluciones en momentos de estrés y el entrenamiento necesario para protegerse en situaciones de peligro.