¿Cuáles son las preguntas de curiosidad de la Disciplina Positiva? ¿Qué son? ¿Para qué sirven? ¿Cómo se utilizan? ¿Cuándo debo emplearlas? Por qué son útiles las preguntas de curiosidad de la Disciplina Positiva Recoge los…
Este post se publicó originalmente el 03/10/2021 y ha sido actualizado en fecha 02/09/2024
Mamá, ¿de dónde vienen los niños? ¿A dónde vamos cuando nos morimos? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? Son preguntas típicas de los niños. Quienes tenemos peques en casa sabemos que la curiosidad infantil puede llevarles a preguntar por cualquier tema, por muy inverosímil que nos parezca.
¿Cuándo comienzan las preguntas típicas de los niños?
Nuestros años de entrenamiento y de experiencia en este mundo hacen que demos por sabidas muchas cosas que, en realidad, desde su punto de vista y su experiencia son auténticos misterios. Esta falta de información unida a su ávida necesidad de exploración y descubrimiento son la fórmula perfecta para que se den esas preguntas típicas de los niños que, a veces, nos dejan fuera de juego y no sabemos cómo responderlas.
En ocasiones serán preguntas graciosas, en otros casos serán preguntas más profundas que incluso pueden encerrar miedos y preocupaciones. ¿Cuándo empiezan los niños a hacer preguntas? Depende. Normalmente la etapa más álgida en la que suelen hacernos preguntas de este tipo suele estar entre el final de la etapa de Educación Infantil y los primeros años de la etapa de Educación Primaria; pero, como siempre os digo, las etapas evolutivas son orientativas y pueden variar de un niño a otro.
En el post de hoy queremos daros algunas pautas para afrontar estas preguntas típicas de los niños y saber cómo responderlas.
Pautas para contestar a las preguntas frecuentes de los niños
Que cómo nacen los bebés, que si la abuelita está en el cielo, que por qué el hermano tiene pene y yo no… ¡Madre mía! ¿Cómo contesto a todas estas preguntas? Si estás en esa etapa en la que cada día te sorprenden con una pregunta nueva y no sabes cómo abordar la situación, te dejamos algunas claves que puedes tener en cuenta a la hora de responder a las cuestiones más comunes de tus hijos e hijas.
Honestidad
Ante todo, honestidad. Si no sabemos la respuesta podemos decir que no lo sabemos, o que no nos lo habíamos planteado nunca, o que no sabemos bien cómo explicarlo… está bien que sepan que no tenemos todas las respuestas. Siempre podemos proponerles investigar en equipo para conocer la respuesta o decirles que vamos a averiguarlo para poder responderles más tarde.
Pero es importante que les contestemos y no vetemos ningún tema. Si ven que hay temas que nos resultan incómodos o que tratamos de evitar no sentirán la confianza de hablar de sus inquietudes con nosotras/os e irán a buscar las respuestas a otro sitio.
Con la verdad
Con la verdad se llega a todos sitios, eso dicen. Eso no quiere decir que tengamos que dar todos los detalles minuciosamente o que tengamos que profundizar en aspectos que quizá aún no puedan entender. Pero nada de fantasías ni de inventos. Ni las cigüeñas traen bebés ni el cielo es azul porque lo han pintado así. No es necesario contar todos los detalles de la verdad, pero sí es importante no mentirles.
Con un lenguaje adecuado a su edad
No es lo mismo hablar sobre la muerte con un niño de cuatro años que con una adolescente. En este sentido es importante asegurarnos de que entienden lo que les estamos diciendo. Para hacerlo, podemos preguntarles qué es lo que han entendido para tener ese feedback.
Con acompañamiento emocional
En ocasiones, algunas de estas preguntas surgen de los miedos propios de la infancia. En este caso, nos tocará además de dar respuesta a sus preguntas, acompañar también sus emociones y sus inquietudes.
Con naturalidad y sentido común
Nuestros hijos nos preguntan porque necesitan saber. Nuestras hijas nos preguntan porque para ellas no existen temas tabús. Y si a nosotros/as nos incomoda algún tema en concreto tendremos que revisar qué creencias negativas adquirimos en nuestra infancia sobre ciertos temas por las respuestas que nos dieron cuando era nuestra curiosidad la que necesitaba respuestas.
Si nos incomoda hablar sobre sexualidad, por ejemplo, podemos buscar cuentos en los que se expliquen ciertas cuestiones o buscar información para tener respuestas preparadas cuando lleguen las preguntas. Pero en ningún caso debemos hacerles sentir mal por preguntarnos. Y también es importante responder con sentido común; nuestros hijos necesitan saber cómo nacen los bebés, no cuáles son las prácticas sexuales de sus padres.
Preguntas típicas de los niños y cómo responderlas
En los cursos y en las consultas que soléis hacernos en la Tribu de Criar con Sentido Común, siempre nos decís aquello de que la teoría está muy bien, pero cómo se lleva esto a la práctica. Pues bien, vamos a ver algunas respuestas “tipo” para algunas de las preguntas más frecuentes que suelen hacer los niños y las niñas.
¿Qué pasa cuando nos morimos?
¿Por qué se ha muerto el abuelo? ¿Tú te vas a morir? La muerte suele ser un tema recurrente a partir de cierta edad y es lógico que les preocupe. Sin caer en mentiras ni hacer grandes dramas, es importante que les digamos la verdad. Aquí cada familia puede adaptar la respuesta según sus creencias, pero es importante que tengan claro que la persona que ha fallecido no va a volver a estar físicamente con nosotros.
Podemos decirle, por ejemplo, que “El abuelo se ha muerto porque cuando somos muy mayores nuestro cuerpo ya deja de funcionar. Eso quiere decir que el abuelo no va a venir ya a visitarnos ni vamos a poder abrazarlo pero podemos recordarlo y seguiremos queriéndolo”.
Si nos preguntan que si todos nos vamos a morir podemos decirles que: “Sí, todas las personas se morirán algún día, pero lo más probable es que nos muramos cuando seamos muy mayores y para eso aún falta mucho tiempo”. Es importante acompañar su miedo o su tristeza y permitirles expresar todas sus emociones.
¿Por qué mi amiga tiene dos casas?
¿O dos papás? ¿O sólo una mamá? Hoy en día los modelos de familias son diversos. Es importante que demos visibilidad a todas las opciones y tratemos con naturalidad tanto la diversidad sexual como la familiar.
Podemos contestar, por ejemplo: “Los padres de María ya no querían vivir juntos y ahora viven en casas diferentes pero siguen queriendo a María y ella pasa tiempo con los dos”. O: “Cada persona puede enamorarse de quien quiera, no a todos los hombres les gustan las mujeres ni a todas las mujeres les gustan los hombres. Hay parejas formadas por dos hombres o por dos mujeres, al igual que las hay formadas por una mujer y un hombre”. Aún mejor, si añadimos: “El día de mañana, tú también podrás enamorarte de quien quieras”.
Algo parecido podemos contestar para explicar las diversas situaciones de familias monoparentales. Si os cuesta abordar estos temas también podéis buscar cuentos que os ayuden.
¿Cómo se creó el mundo?
¿Cómo nació la primera persona? A veces nos harán preguntas relacionadas con las Ciencias, la Historia o la evolución que, o bien no tengamos claras o bien, aunque conozcamos la respuesta, no sepamos bien cómo traducirla a su lenguaje para que la entiendan. Podemos intentar explicarlo con palabras sencillas: “Se cree que hubo una gran explosión y se formaron los planetas” o podéis buscar información juntos adecuada a su edad. Seguro que hay libros infantiles o, incluso vídeos de plataformas educativas, que puedan echarnos un cable a la hora de responder este tipo de preguntas.
¿De dónde vienen los niños?
¿Por dónde nacen los bebés? Pues una vez más, keep calm y di la verdad de manera sencilla. “Los bebés vienen del útero de sus mamás y nacen por la vagina”. Normalmente, a estas preguntas les siguen otras aclaratorias. “No, los bebés no entran en las barrigas de las mamás, se forman dentro cuando se unen una célula de la mamá y una del papá”.
La menstruación, el embarazo, el parto… sobre casi cualquier tema se pueden encontrar cuentos infantiles hoy en día, así que si piensas que te costará trabajo abordar estos temas, adelántate y tenlos preparados para sacarlos cuando lleguen las preguntas.
¿Por qué ese niño es de color?
O ¿por qué esa niña va en silla de ruedas? Cualquier tipo de característica que les resulte peculiar va a llamarles la atención. Es un momento fantástico para abordar también la diversidad humana, en general, e inculcarles valores tan importantes como el respeto a la diversidad. “Las personas podemos tener diferentes colores de piel, de pelo, de ojos…”. También podemos utilizar cuentos o personajes de películas infantiles para dar visibilidad a esa diversidad.
¿Los monstruos existen?
¿Y los fantasmas o los vampiros? A medida que van creciendo y se exponen a cuentos, historias… descubren los personajes fantásticos y es normal que expresen sus miedos con respecto a algunos de ellos. “No, cariño, los monstruos no existen. Son personajes inventados que solo están en nuestra imaginación”. Aún así, es normal que atraviesen estas etapas en las que los miedos hagan su aparición estelar y necesiten más acompañamiento.
Si vemos que el asunto es demasiado preocupante porque llega a limitarle su día a día, siempre podemos buscar ayuda profesional; pero, en principio, validando sus emociones, mostrando tranquilidad y dándoles el acompañamiento que necesitan, los monstruos se irán de sus habitaciones y de sus cabezas.
La curiosidad es una virtud maravillosa que nos acompaña toda la vida si nadie se encarga de aniquilarla, así que si tus peques están en la etapa de las preguntas, aprovecha para conectar, forjar una relación de confianza y compartir en familia la fantástica aventura de aprender.
Si necesitas pautas para acompañar el desarrollo y aprendizaje de tus hijos e hijas, o para responder adecuadamente a las preguntas típicas de los niños, en la Tribu CSC puedes contar con el asesoramiento online de todo el equipo de expertos de Criar con Sentido Común.
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