¿Tenéis previsto un viaje a un destino extranjero con vuestros peques? Pues este post os interesa porque en él vamos a repasar algunas de las precauciones con la alimentación que debéis seguir para evitar que…
Este post se publicó originalmente el 17/10/2021 y ha sido actualizado en fecha 08/09/2024
A nadie se nos ocurriría dar café a un niño pequeño, pero muchos padres se preguntan cuándo su hijo podría tomar café descafeinado. ¿Sería una opción más adecuada, por su bajo contenido en cafeína?
El café es una de las bebidas más populares y consumidas del mundo. Se estima que, de media, una persona consume alrededor de 1,3 kg de café al año, aunque en determinados países el consumo es mayor. Por ejemplo, en Finlandia, se estima que una persona puede consumir ¡12 kg de café al año!
Y aunque a muchas personas les encanta tomar café porque este les proporciona un aporte de energía extra (debido a su alto contenido en cafeína), otras prefieren el café descafeinado (porque la cafeína les afecta muchísimo o porque desean limitar su consumo por razones de salud). En estos casos, el café descafeinado es una excelente alternativa. Pero, ¿es también una bebida adecuada para los niños?
¿Qué es el café descafeinado?
El café descafeinado, consumido habitualmente con leche, conserva prácticamente igual el sabor del café normal (aunque no goza de tantas variedades donde elegir) pero, a diferencia de este, su contenido en cafeína es mínimo (mínimo, pero igualmente existente). Por eso, su color y sabor es ligeramente más suave (aunque esto depende mucho del método utilizado en su elaboración).
Proviene de granos a los que se les ha eliminado alrededor del 97% de cafeína, utilizándose para ello diferentes técnicas, antes de proceder a su tueste y molienda. Eso sí, el valor nutritivo del café descafeinado suele ser bastante similar al del café normal (salvo por su bajo contenido en cafeína, claro).
¿Cuánta cafeína encontramos realmente en el café descafeinado?
Como hemos visto, el café descafeinado no se encuentra completamente libre de cafeína. En realidad tiende a contener cantidades variables, aunque lo más común es que contenga alrededor de 3-4 mg de cafeína por taza.
Por ejemplo, un estudio publicado en el año 2006 encontró que una taza de 180 ml de café descafeinado contenía de 0 a 7 mg de cafeína (como máximo). Mientras que, una taza de café normal, tiende a contener de 70 a 140 mg de cafeína (dependiendo del tipo de café, el método de preparación y el tamaño de la taza).
¿Es una bebida adecuada para niños por su bajo contenido en cafeína?
De momento, los estudios no han encontrado evidencias de que el consumo de pequeñas cantidades de cafeína perjudique a los niños. Hasta la fecha, los investigadores no han encontrado evidencias de hiperactividad, mayor nerviosismo o mayor riesgo de enfermedades (como enfermedades cardíacas).
Entonces, ¿a qué edad pueden tomar café descafeinado los niños? Debido a todo lo anterior, y a su bajo contenido de cafeína, el café descafeinado no se trataría de una opción inadecuada para niños a partir de ocho o nueve años de edad, aunque debemos tener en cuenta que se trata de una bebida que carece de un valor nutricional significativo y, por tanto, no debería convertirse nunca en un sustituto de la leche, la cual proporciona cantidades importantes de calcio y proteínas.
Por lo tanto, la recomendación sería no incorporarlo a la dieta diaria de los niños (del mismo modo que no se les debe servir un vaso de refresco con alto contenido en cafeína y azúcar), aunque no estaría contraindicado su consumo ocasional.
¿Qué pasa si un niño toma café descafeinado?
La cafeína no es el único problema que se nos presenta aquí. De hecho, el mayor problema que encontramos cuando un niño toma ocasionalmente una taza de café descafeinado es si se endulza o no. Al endulzarlo con azúcar lo estaremos convirtiendo en un líquido repleto de calorías vacías.
Y esto sí es un problema ya que los niños que consumen una o más bebidas azucaradas de 355 ml al día (refrescos, jugos azucarados e incluso el propio café descafeinado con leche y azúcar), presentan un 60% más de riesgo de sufrir obesidad infantil.
Por tanto, no habría inconveniente en que nuestro hijo se tomase alguna taza de vez en cuando, siempre y cuando no se endulce con azúcar y no se trate de un niño pequeño (el café descafeinado aún contiene un pequeño porcentaje de cafeína), ya que en peques menores de ocho años no es necesaria una gran cantidad de cafeína para que su consumo acabe desencadenando efectos adversos innecesarios.
¿A qué edad se puede tomar café?
¿Cómo saber cuál es el mejor café?
Café en adolescentes
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Y que hay del descafeinado soluble, en leche y sin azúcar? A mi hija no le gusta el sabor de la leche y la toma con cacao puro o con descafeinado soluble