¿Os habéis dado cuenta de la cantidad de estereotipos que existen en los cuentos infantiles? Seguro que habéis visto infinidad de libros en los que la madre está cuidando de los niños mientras papá trabaja, en…
La Academia Americana de Pediatría (AAP, en sus siglas en inglés) lleva desde 2018 reclamando que se dejen de fabricar los andadores para bebés (tacatá o correpasillos). Entre 1990 y 2014 estos andadores provocaron 230.676 lesiones a menores solo en Estados Unidos. Es una petición a la que se ha unido la Asociación Española de Pediatría.
En el caso de Europa y según los datos de la European Injury Database, en los 28 estados de la Unión Europea se producen cada año aproximadamente 580 lesiones relacionadas con andadores para bebés de entre 0 y 4 años, «lo suficientemente graves como para necesitar asistencia sanitaria».
De hecho, la AAP recoge en su comunicado que las lesiones por andadores infantiles han disminuido a medida que los estándares se han vuelto más estrictos (y obligatorios desde 2010) y menos personas lo usan. En 1997 una norma voluntaria exigía que los marcos de los andadores fueran más anchos que las puertas.
Aún así, los pediatras no solo alertan de los riesgos de accidentes domésticos por el uso de un andador infantil, sino que piden que se dejen de fabricar.
¿Por qué los pediatras no recomiendan los andadores para bebés?
La razón principal es que un andador para niños supone una fuente frecuente de accidentes y lesiones para los niños pequeños. Además, no aportan ningún beneficio a la hora de que los bebés aprendan a caminar. Tampoco es beneficioso para el desarrollo infantil.
Entre las lesiones más habituales en Estados Unidos (y que destacan desde la Academia Americana de Pediatría) están las caídas por escaleras, que representa el 74% de los accidentes, seguidos de la caída del andador. Alrededor del 91% de las lesiones afectan a la cabeza o al cuello y un 4,5% de los niños necesitan hospitalización, según un estudio publicado en 2018 bajo el título «Lesiones relacionadas con los andadores para bebés en los Estados Unidos».
Los andadores para niños dan una falsa sensación de seguridad. Muchos adultos cometen el error de realizar otras tareas mientras sus hijos están en el tacatá porque los ven entretenidos y la estructura de los correpasillos es aparentemente segura. Pero hay dos características que los hace peligrosos: el aumento de la movilidad y la velocidad; y la altura elevada que obtiene el menor, que le ayuda a alcanzar donde habitualmente no llega.
¿Qué tipo de lesiones provoca un andador infantil?
La Guía de Seguridad de Productos Infantiles, editada por la Alianza Europea de Seguridad Infantil, subraya que un andador para niños conlleva riesgo de caída, accidentes con estufas, picos de mesa o puertas de cristal y pueden volcar fácilmente.
Y enumera el tipo de lesiones que provocan:
- Caídas por las escaleras.
- Vuelcos.
- Alcance de elementos peligrosos (cables eléctricos, cazuelas con agua hirviendo, cortinas, objetos de las mesas).
- Quemaduras.
- Acceso a productos poco recomendables como plantas, bebidas alcohólicas, productos de limpieza, colonias, etc. que pueden ingerir.
La Alianza Europea para la Seguridad Infantil no recomienda el uso de andadores debido al alto riesgo de lesiones que suponen para los niños, aunque por ahora no ha pedido que se dejen de fabricar, como sí lo han hecho los pediatras.
Y, como hay familias que sí optan por su uso, hace una serie de recomendaciones. Por ejemplo, que sean andadores que cumplan la normativa y que no quepan por las puertas. Además, han de tener un mecanismo de agarre para detener el andador al borde de un escalón. Y, por supuesto, que los padres acompañen al peque en todo momento y no lo dejen sin supervisión.
¿Por qué en Canadá están prohibido los andadores para bebés?
Desde 2004 los andadores para niños están prohibidos en Canadá. Aquí, las caídas por las escaleras por culpa de los correpasillos son la causa más frecuente de las lesiones graves en la cabeza de niños menores de dos años. En una década (entre 1990 y 2002) se dieron 1.935 casos de lesiones provocadas por los tacatá en niños de entre 5 y 14 meses de edad.
Precisamente en 1990, en los hospitales canadienses se realizó un programa de prevención y notificación de las lesiones para recabar información. Y este confirmó que muchas de la lesiones que acaban en urgencias están asociadas al uso del andador infantil. De ahí que se prohibiera su uso, publicidad y venta con multas de hasta 150.000 dólares y 6 meses de prisión.
Son datos que recoge la guía de la Alianza Europea de Seguridad Infantil que subraya otra razón para reflexionar: muchos padres creen que los andadores ayudan a caminar pero los fisioterapeutas de Reino Unido culpan a los andadores para niños de 4.000 lesiones anuales en aquel país y afirman que:
«Los andadores distorsionan la capacidad de los niños para desarrollar capacidades visuales y para caminar, y les impide explorar correctamente su entorno«.
Una alternativa más positiva para el desarrollo del bebé: el movimiento libre
Pese a las advertencias, a las peticiones de prohibición, etc. el andador para niños sigue estando a la venta en España y en otros países. En algunos casos se sigue utilizando por comodidad. Sin embargo, un tacatá o correpasillos no tiene beneficios para el aprendizaje ni para el desarrollo del bebé. En cambio, el movimiento libre, sí.
Este repercute positivamente en el desarrollo psicomotriz de los pequeños, pero también en su aprendizaje y posterior rendimiento escolar, en sus habilidades sociales y comunicativas, en su autoimagen, autopercepción y conocimiento de sí mismos, en su confianza y autoestima, y en su bienestar físico y emocional.
La fisioterapeuta del equipo de Criar Con Sentido Común, Marta Saeta, explica que el movimiento libre consiste en:
«Entrenar y trabajar poco a poco el cuerpo, los huesos, músculos, tendones y ligamentos que están en desarrollo. Es una etapa muy enriquecedora de exploración, ensayo-error, conocimiento, perspectiva, medición de distancias… Todo son ventajas».
De hecho, según explica, en varios estudios se ha demostrado que el porcentaje de niñas que caminaba antes es mayor cuando sus padres practican movimiento libre frente a las que utilizan el andador.
«Por el mismo método se ha comprobado que es mayor la cantidad de niños que gatean a edades tempranas. Esto va a provocar que desarrollen antes la musculatura, la lateralidad, la coordinación, la estabilidad…», finaliza Marta Saeta, con la que podéis contactar de forma gratuita si formáis parte de la Tribu CSC.
Bueno realmente no creo, yo utilice andador y jamas me lesione, ahora mi hija utiliza andador y no presenta las lesiones segpun tu comentario. Saludos
Hola Alfredo, en nuestro blog no solemos escribir artículos basados en nuestra experiencia personal, posiblemente muchos de nosotros, a lo largo de nuestra crianza, hayamos utilizado muchos productos que hoy se consideran perjudiciales, y aquí estamos. En cambio, sí escribimos atendiendo a recomendaciones basadas en la evidencia científica, intentado ofrecer una visión objetiva que ayude en la crianza actual de nuestros pequeños.
El tacacá y algunos tipos de andadores se consideran elementos potencialmente peligrosos según la guía de seguridad de productos infantiles del ministerio de sanidad. Te dejo enlace del portal más abajo. La información la puedes encontrar en las páginas 14, 15 y 16 de la guía, con algunas referencia más.
Gracias por compartirnos tu experiencia.
https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/Prevencion/PrevencionLesiones/docs/GuiaSeguridad_ProductosInfantiles.pdf