“Si todas las mujeres que se han hecho un aborto, o aunque fuera una tercera parte de ellas, estuviera dispuesta a hablar de su experiencia, no con vergüenza sino con sinceridad respecto a lo que…
Este post se publicó originalmente el 16/10/2021 y ha sido actualizado en fecha 04/12/2024
Todas las muertes duelen, pero de una manera u otra estamos preparados para sobrevivir a nuestros padres, como dicen, “es ley de vida”. Sin embargo, nadie está preparado para sobrevivir a sus hijos o hijas. Es “antinatura”, va contra esa ley de vida. El desgarro que se produce por la muerte de un hijo o hija es de los impactos emocionales más fuertes que podemos experimentar.
Manifestaciones del duelo
En el duelo por la muerte de una hijo o hija, se van a experimentar cambios en diversas dimensiones:
Dimensión emocional
Se van a sentir diversos cambios a nivel emocional y en distinta intensidad. Se puede sentir negación, sobre todo al principio. Una gran desesperación, tristeza, enfado, irritabilidad, hipervigilancia, shock, desapego, ausencia de emociones, falta de interés, dificultades de concentración, sensación de embotamiento, culpabilidad, frustración… Puede que no sienta o note toda esta batería de sensaciones, pero sí la mayoría.
Dimensión espiritual
Se puede sentir que la vida ya no tiene sentido, dificultades para trazar un futuro, dudas sobre la fe y los valores espirituales en los que se sustentaba. Pérdida de la esperanza.
Dimensión cognitiva
Dificultad para reconocer la muerte, sobre identificación con el hijo o hija que ha muerto. Sentir que se está muerto o muerta en vida. Pensamiento intrusivos y rumia sobre lo acontecido. Preguntas sin respuesta.
Dimensión física
Falta de energía, alteraciones del ciclo sueño-vigilia, puede haber tanto insomnio como hipersomnia. Pérdida de apetito. Dolores de cabeza. Malestar general.
Dimensión social
Es probable que haya personas que se aparten de ti. Que no sepan acompañarte o se asusten de tu dolor. También puede que te alejes tú. Por no poder soportar su no dolor.
La pareja ante la pérdida
No se puede obviar que muchas parejas rompen tras la pérdida de un hijo o hija. La mayoría de las veces tiene que ver con la disparidad en la manera de sobrellevar el duelo. Cada persona tiene su propia manera de trascender el dolor, eso no significa que duela menos. No sirve de nada reprocharse, ni entrar en competición sobre quién sufre más.
Hay diversas maneras de transitar un duelo, y todas válidas. Hay diversos estilos de afrontamiento de la pérdida:
- Hay quién se centra más en el sentimiento de pérdida (“parte emocional”) y necesita dejarse llevar por la pasividad, ansiedad, depresión, incluso por la baja autoestima.
- Y hay quién se centra más en “tapar el dolor” mediante la actividad compulsiva (“parte activa”) y que suele llevar al agotamiento físico, la irritabilidad, los síntomas somáticos, el aislamiento, la desconfianza,…
- La mayoría de las personas oscilan entre ambos tipos de afrontamiento.
Es importante que ambos miembros de la pareja respeten sus estilos y maneras de llevar el duelo. Sobre todo si hay otros hijos o hijas, ya que ofrecen diversos modelos y ellos también pueden necesitar apoyarse en diferentes formas de sobrellevar la situación.
Qué puede ayudarte
Si estás viviendo este duelo, te mando un abrazo enorme. Sé que ahora no hay palabras de consuelo suficientes para tanto dolor. Todo tu mundo se va a resentir. Tu vida personal, tu vida laboral… Permítete al menos no exigirte estar bien. Te estás enfrentado al mayor desafío de tu vida. Seguir viviendo cuando todo te duele como nunca pensaste que te dolería.
Es importante que te centres en cada momento. Intenta no hacer planes, ni tener grandes expectativas. Es ir día a día y momento a momento.
Trata de no compararte con nadie ni con sus procesos. Ni siquiera con tu pareja. La manera de transitar un duelo es totalmente diferente para cada persona, y todas pueden ser igual de válidas.
Honra tu duelo. Haz lo que necesites. No tengas prisa, ni te fuerces. Y acepta que puede que haya quien no entienda tus reacciones.
Habla de tu hijo o hija. No es solo un pensamiento, es real. Su vida contigo es real.
Date tiempo, y no reprimas lo que sientes.
Quizá te ayude contactar con algún grupo de padres-madres en tu situación.
Y si ves que el dolor se hace muy intenso, y/o tienes ganas de hacerte daño o dejar de vivir, busca ayuda profesional.
Si tienes más hijos, no te olvides de ellos. Han perdido a un hermano o hermana y también sufren, quizás podáis compartir momentos de duelo mientras intentáis continuar la vida tras el quiebro tan grande de la línea de la vida.
¿Cómo ayudar a padres o madres que están en duelo por la muerte de un hijo?
Antes de nada, ten presente que si no vas a poder sostener su dolor, lo mejor es que te apartes momentáneamente.
No evites hablar de tu hijo. No avivas su dolor, es probable que les ayude ver que no solo existió para ellos.
No hace falta hacer nada especial. Seguir ahí, aunque ellos no tengan ganas. A veces la mejor ayuda es dejar que lloren contigo o delante de ti. Y dejarles hablar de su dolor.
Si no quieren o pueden quedar, insiste al tiempo. Puede que en algún momento accedan y será gracias a ti con quien sientan que la vida sigue.
En la Tribu CSC te acompañamos sea cual sea tu situación. Sin juicios. Estamos para ofrecerte consuelo y un espacio en el que compartir lo que sea que estés sintiendo.
Además, podéis descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.
0 responses on "El viaje más doloroso. La muerte de un hijo"