¿Qué no debo hacer después del parto?

Cada embarazo, cada parto y cada cuerpo es diferente. Por este motivo, cada mujer necesita un tiempo distinto para recuperarse en el postparto. Pero para todas es fundamental tener claro que no conviene forzar al organismo. Hoy hablamos de qué no debe hacer una mujer después del parto.

Qué no se debe hacer después del parto

Lo importante es tener una correcta recuperación después de dar a luz, y estas son algunas de las cosas que no debes hacer después del parto:

No descansar

Tras el parto baja bruscamente la progesterona, hormona que actúa sobre los receptores neuronales implicados en el ciclo del sueño, lo que provoca insomnio. Para aliviarlo es importante dormir correctamente intentando, aunque suene a utopía, descansar cuando lo haga el bebé. Además, también es recomendable evitar la cafeína y otros excitantes.

En esta etapa se impone rebajar nuestro ritmo de vida, pedir ayuda, implicar a la pareja (si existe) y solicitar la comprensión de familiares y amigos, pues atender a las visitas es agotador. En la Tribu CSC puedes buscar apoyo y asesoramiento profesional a nuestro equipo de profesionales, tanto en los aspectos físicos de tu recuperación, como en los psicológicos y emocionales.

No dar importancia al estado de ánimo

Dependiendo mucho de la experiencia vivida, es posible que el parto tenga un impacto emocional importante en la mujer. Sobre todo si esta ha vivido un parto traumático. Es importante no culpabilizarse por estar triste. Es totalmente normal que, tras el parto, la mujer se enfrente a una montaña rusa de emociones. Esto se debe a los cambios hormonales y la adaptación a la nueva situación vital.

A veces, no obstante, prevalecen los sentimientos de tristeza e inseguridad. Es fundamental saber que no depende de la mujer. Esta tristeza, que se puede sentir en mayor o menor medida y puede parecer inexplicable, suele ser transitoria. Se habla de depresión posparto cuando este estado de melancolía se prolonga en el tiempo o se agrava con sentimientos de culpa o fobias.

El maternity blues suele suceder los días posteriores al parto, pero cuando hay una depresión a veces empieza más tarde y es un signo que te da la pista para diferenciar. En cualquier caso, lo más importante para superar este periodo de bajón es tomárselo con calma, pedir ayuda profesional, intentar no agobiarse y, sobre todo, no sentirse culpable por estar triste.

No cuidar los puntos o la cicatriz de la cesárea

La herida, tanto de la episiotomía como de la cesárea, debe seguir las recomendaciones de higiene proporcionadas por el equipo sanitario, que suele recomendar lavar al menos una vez al día con agua y jabón (no son necesarias soluciones yodadas y nuestra matrona, Sara Caamaño, recuerda que en el caso de madres lactantes están prohibidas) y secarse suavemente a golpecitos con una toalla.

Es fundamental que la herida esté limpia y seca. Para ello, lo mejor es dejarla al aire, porque con el sudor la herida se reblandece y tarda más en cicatrizar.

«Es muy importante dejar respirar la herida de la episiotomía o el desgarro con un empapador y sin braga ni compresa. En esos puntos es mejor no usar jabón y, si se usa, que sea uno específico para esa zona», subraya Sara Caamaño, matrona de la Tribu CSC.

Descuidar la alimentación y la hidratación

La alimentación durante el puerperio debe incluir todos los elementos de una dieta equilibrada. Por más que queramos recuperar la figura, es fundamental ser consciente de que no es el mejor momento para empezar una dieta, aunque tampoco es recomendable comer de forma voraz.

• ¿Qué no debo comer en la cuarentena después del parto? Debemos intentar reducir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, harinas refinadas y azúcar, porque son perjudiciales para la salud.
• ¿Qué incluir en una dieta sana y equilibrada? Alimentos frescos y saludables cocinados a la plancha, al vapor o al horno, evitando los fritos, las salsas y los rebozados; y dando prioridad a las frutas, verduras, pescados y carnes de calidad, frutos secos y grasas de calidad (muy necesarias en general y, en particular, para madres lactantes).

El estreñimiento es un problema bastante frecuente tras el parto. El intestino tarda un tiempo en retomar su ritmo habitual y, además, esto puede verse agravado por la presencia de hemorroides, que pueden aparecer debido a los esfuerzos del expulsivo.

Todo ello puede aliviarse con una alimentación rica en fibra (legumbres, pan integral, verduras y frutas, sobre todo kiwi) y que contenga muchos líquidos, ya que favorecen el tránsito intestinal.

Mantener relaciones sexuales y pensar que no puede haber embarazo

Es importante no mantener relaciones sexuales hasta que el cérvix esté cerrado y no haya riesgo de infección. Además, si hay cicatrices en el periné por una episiotomía o desgarros en el parto, el coito podría retardar la cicatrización o producir infecciones.

Antes de retomar las relaciones conviene que la matrona examine el suelo pélvico. «Si has dejado de sangrar y las heridas se han cerrado, y no tienes dolor y tienes ganas, puedes empezar a tener coito», dice Caamaño.

Si se está dando el pecho, la prolactina segregada durante la lactancia altera la ovulación y el ciclo menstrual, pero esto no siempre es igual en todas las mujeres. Ya que la mujer no sabe cuándo volverá la regla (y la ovulación sucede 14 días antes de la regla), aunque no sea frecuente, sí es posible quedarse embarazada durante el postparto, incluso aunque no se tenga el periodo, si no se usa un método anticonceptivo.

¿Qué no debo hacer después del parto?: No vigilar los loquios

Los loquios son los restos de sangre y tejidos que quedan dentro del útero y que la mujer expulsa durante la cuarentena, a veces en forma de coágulos. Suelen durar de cuatro a cinco semanas y al principio presentan un aspecto rojizo para ir siendo más claros, como de color rosado, con el paso de los días, hasta volverse amarillentos.

Si su olor llegara a ser desagradable podría ser señal de infección en el canal del parto y debe consultarse al ginecólogo, cosa que también debe hacerse si el aspecto de los loquios cambia bruscamente.

Qué no debo hacer después del parto si estoy lactando: Pensar que la lactancia en el postparto es siempre fácil

La lactancia materna requiere tiempo y, en algunos casos, esfuerzo. Durante los primeros días de vida del bebé, y hasta que se haya establecido con éxito la lactancia, esta debe ser a oferta. Posteriormente, tanto la OMS como la AEP recomiendan la lactancia a demanda. En cualquier caso, la lactancia materna supone un esfuerzo y un gasto calórico elevado. Además, es importante que se realice de forma cómoda, en una buena postura y en un ambiente relajado, en el que pueda establecerse el vínculo entre madre e hijo.

También es conveniente informarse acerca de los problemas que pueden surgir en la lactancia para saberlos identificar y actuar a tiempo. La subida de la leche materna puede provocar dolor y tirantez en los senos, pero si no remiten es conveniente consultar con una persona experta en lactancia, pues puede que la postura o un mal agarre sean la causa.

No cuidar la higiene personal

Uno de los principales riesgos durante el postparto son las infecciones. Para prevenirlas, se recomienda la ducha diaria y el cambio frecuente de las compresas, que deben ser de algodón. No es recomendable usar celulosa ni tampones. En caso de hemorroides, puede lavarse la zona con agua fría y aplicar alguna pomada específica, teniendo cuidado de que no toque el área de la episiotomía, si la hubiera.

No utilizar ropa interior adecuada

Es importante que la ropa interior permita la transpiración. Para ello, las braguitas deben ser de algodón y también conviene que sean altas, sobre todo en caso de cesárea para evitar que rocen la herida. En cuanto al sujetador, debe ser de una talla adecuada y sin aros, copas ni costuras que compriman el pecho ya que el seno, que ya ha aumentado con el embarazo, puede aumentar aún más tras el parto. En caso de lactancia materna, es recomendable utilizar sujetadores especiales para lactancia o modelos cómodos para dar la teta o incluso no llevar.

Hacer ejercicio en el postparto

Incluso aunque estemos acostumbradas a hacer ejercicio físico, después de dar a luz el organismo necesita regresar a su actividad habitual poco a poco. Y si nunca hemos hecho deporte hasta entonces, tampoco conviene comenzar a hacerlo en este momento.

«Depende de la mujer y de cómo esté. En general, tras 6-8 semanas de descanso postparto y previa valoración, se podría iniciar un poco de ejercicio moderado, adaptado al estado de la mujer y a su momento vital», matiza Caamaño.

No obstante, es recomendable evitar el sedentarismo. Tanto a la mamá como al bebé les conviene salir a pasear un rato cada día, si el estado físico de la madre lo permite. Eso sí, nuestra experta recuerda que debe hacerse siempre con moderación. De hecho:

«No hace falta que las mamás salgan a pasear si no quieren, en las primeras tres semanas postparto no es muy recomendable darse grandes caminatas porque el suelo pélvico está aún muy flojo«. 

Los ejercicios Kegel, los hipopresivos, la gimnasia de mantenimiento o los ejercicios de recuperación de suelo pélvico pueden comenzarse después de la cuarentena. Eso sí, «solamente si después de la valoración están recomendados», subraya Caamaño.

 

Ahora ya sabes qué no debe hacer una mujer después del parto. Este es un momento de la vida de la mujer en el que se impone el autocuidado y el cuidado del bebé. Y es que son semanas delicadas, tanto en lo que se refiere a la recuperación postparto como en el cuidado del bebé, el establecimiento del vínculo afectivo y la adaptación a las nuevas responsabilidades. Así que cuídate y déjate cuidar.