Día Universal de la Infancia – Qué derechos de la infancia incumplimos habitualmente sin darnos cuenta

Hoy, 20 de noviembre, se celebra el Día Universal de la Infancia para conmemorar la fecha en la que las Naciones Unidas aprobaron la Convención sobre los Derechos del Niño. No obstante, cada día se siguen vulnerando sus derechos. Por eso hoy queremos poner el foco en aquellos derechos de la infancia que se incumplen.

Los Derechos de la Infancia, ¿qué pasa si los derechos de los niños no son respetados?

La primera Declaración que se conoce sobre los Derechos de la Infancia es la Declaración de Ginebra, que se firmó en 1924. Estos primeros movimientos de defensa de la infancia surgieron tras la Primera Guerra Mundial. No fue, sin embargo, hasta el 20 de noviembre de 1959, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño. Los estados que han firmado esta Declaración se comprometen a: 

• Satisfacer las necesidades básicas de la infancia, proporcionando a niños y niñas atención sanitaria, educación y formación, seguridad social, oportunidades de juego y recreo.
• Proteger a niños y niñas contra toda forma de crueldad y explotación: maltrato y abandono, tortura, pena de muerte, consumo y tráfico de drogas, explotación laboral y sexual, etc.
• Ayudar a la familia, respetando sus responsabilidades y sus derechos y deberes, y creando servicios de atención a la infancia, para que atiendan convenientemente las necesidades de sus hijos.
• Dedicar una atención especial a los niños y las niñas particularmente vulnerables, tales como los niños impedidos, refugiados, los pertenecientes a minorías étnicas e indígenas, niños víctimas de malos tratos, abandono, conflictos armados, niños sin familia, etc.
• Permitir niños y niñas expresar su opinión en los asuntos que les conciernen, profesar su religión, buscar y difundir informaciones y asociarse, todo ello en función de su edad y madurez.

A pesar de que la inmensa mayoría de estados miembros de las Naciones Unidas han ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño; a menudo, en nuestro entorno, estos derechos son vulnerados de manera habitual sin que seamos conscientes de ello, ya que lo hemos normalizado. Es decir, hay derechos de la infancia que se incumplen.

¿Cuáles son los derechos de la infancia más vulnerados?

Aún hoy en día, en el mundo, muchos niños y niñas se ven sometidos a explotación infantil, explotación sexual, viven en la pobreza, sin acceso a condiciones sanitarias mínimas ni a educación, son víctimas de abusos, tráfico de órganos, tráfico de personas… Son los casos más graves de violación de los Derechos de la Infancia. Debe ser una prioridad para la Humanidad proteger a todas las niñas y niños de estas situaciones extremas.

Sin embargo, en nuestro entorno, cada día, algunos derechos de la infancia son vulnerados de manera sistemática sin que la mayoría de las personas sean conscientes de ello, ya que hemos normalizado, a fuerza de costumbre, este tipo de trato hacia niñas y niños. ¿Cuáles son esos derechos que se ven vulnerados de manera habitual?

El derecho a la protección contra el maltrato

Aún hoy en día, muchas personas siguen defendiendo la agresión física como método educativo; el famoso cate a tiempo. En ningún otro tipo de relación se consiente ya a día de hoy ni tan siquiera el debate sobre la conveniencia o la legalidad de ningún tipo de agresión, a ningún nivel, de ninguna intensidad.

Sin embargo, en el caso de la infancia, bajo el pretexto de que debemos educar, aún se sigue justificando por una parte de la sociedad que las madres y los padres puedan pegar a sus hijos/as. En realidad, cualquier tipo de agresión lo único que demuestra es la falta de recursos y la ausencia de autocontrol por parte de quien la comete. Si considerásemos que el “cate” es una herramienta educativa útil y respetuosa seguiríamos justificando que se utilizara en la escuela y, por suerte, ese es un episodio que ya hemos superado. 

El derecho al juego y al recreo

Es otro de los derechos de la infancia que se incumplen. A pesar de que el derecho al descanso es uno de los Derechos Humanos que también se ven vulnerados durante la infancia. A nadie se le ocurriría justificar que si la jefa de un departamento considera que sus empleados/as no han rendido suficiente durante la jornada pudiera privarles de su tiempo de descanso para el almuerzo o coaccionar para que siguieran trabajando durante sus vacaciones.

Sin embargo, en la escuela aún está normalizado que se castigue a niños y niñas sin recreo o que se les mande trabajo para realizar durante el periodo vacacional. Además, en las últimas décadas, en muchos hogares, se ha sobrecargado la agenda semanal de la infancia equiparándola a los horarios adultos, dejando escaso tiempo para poder practicar el juego libre, tan necesario durante la infancia. 

El derecho a expresar su opinión

Incluso en aquellas ocasiones en las que nuestras opiniones pueden resultar realmente incómodas, a las personas adultas se nos reconoce de manera inequívoca nuestro derecho a expresarlas. En el caso de las niñas y los niños, en cambio, aún se espera en muchos entornos que callen y obedezcan sin rechistar. No se trata de que deban cumplir ciertas normas o cumplir con ciertos límites, lo cual es completamente lógico y razonable. El problema es que ni siquiera se les permite contribuir con sus ideas y se les roba incluso el derecho al pataleo, que siempre nos queda a las personas adultas cuando no estamos conformes con algo. 

El derecho al respeto y a la dignidad

Otras faltas de respeto tales como insultos, humillaciones, comparaciones… siguen siendo justificadas, especialmente, cuando se cometen contra la infancia. En una etapa tan sensible como la infancia, cuando la autoestima y la personalidad están aún en construcción, muchos niños y niñas crecen recibiendo de manera frecuente mensajes negativos sobre su persona que condicionan de manera irreversible su desarrollo. El hecho de hablar en público sobre nuestros hijos e hijas, en su presencia, como si no estuvieran, también es algo que nos resulta inconcebible en otro tipo de relaciones pero que hemos normalizado con la infancia. 

El derecho a que se respeten sus ritmos

A pesar de que todas las leyes educativas promulgan la necesidad de respetar los ritmos madurativos de la infancia y de acompañar esta etapa dando una respuesta adecuada a la diversidad; a la hora de la verdad, en la mayoría de las escuelas se “fuerzan” esos ritmos o no se da una respuesta adecuada a esa diversidad. Un claro ejemplo es el tema de la retirada del pañal. Hemos interiorizado que es normal que deban entrar al segundo ciclo de Educación Infantil, en muchos casos aún sin haber cumplido siquiera los tres años, sin pañal.

En ningún otro caso se nos ocurre ponerle día y hora a ningún tipo de aprendizaje o de proceso evolutivo. A nadie se le ocurre pensar que tienen que pronunciar correctamente la /R/ el 15 de marzo o que tienen que saber contar hasta 20 el 4 de mayo. Sin embargo, en el caso del pañal, se priorizan otras cuestiones ajenas al desarrollo evolutivo y se le pone día y hora a tal evento, forzando así el ritmo de aquellos niños y niñas que necesitan un poco más de tiempo para poder dejar el pañal de forma respetuosa. 

De crianza respetuosa y de otros muchos temas hablamos a diario en la Tribu CSC, donde acompañamos a cientos de familias en este apasionante, y no siempre fácil, camino de la crianza.