¿Cómo sacar la edad corregida en prematuros?

El desarrollo de un bebé prematuro no es comparable al de un bebé nacido a término. Por eso, para poder valorar que el primero evoluciona correctamente, se utiliza el concepto de edad corregida en los bebés prematuros. Hoy te explicamos qué es y cómo puedes calcular la edad corregida de tu bebé.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que al año nacen en el mundo unos 15 millones de bebés prematuros en el mundo.

En España se estima que un 7% de los bebés nacen antes de la semana 37 de gestación y por tanto son prematuros. Dependiendo del momento en que nacen, los niños prematuros se dividen en subcategorías:

• Prematuros moderados a tardíos (32 a 37 semanas).
• Muy prematuros (28 a 32 semanas).
• Prematuros extremos (menos de 28 semanas).

Mientras más prematuros sean, más riesgos tienen de tener dificultades en el desarrollo cognitivo y en el psicomotor. Son retos a los que han de enfrentarse a diario, y su familia también.

¿Qué es la edad corregida en prematuros y por qué es importante tenerla en cuenta?

Antes de explicar qué es la edad corregida en prematuros, hay que hablar de la edad gestacional y la cronológica. La primera se corresponde con el tiempo que ha durado el embarazo y se contabiliza en semanas. Se inicia con el primer día de la última regla y finaliza el día del parto. La edad cronológica o posnatal hace referencia al tiempo transcurrido después del nacimiento. Se describe en días, semanas, meses y años.

Por su parte, la edad corregida en prematuros es la edad que tendría el bebé si hubiera nacido a las 40 semanas de gestación. De esta forma se ajusta la madurez del bebé, según la intensidad de la prematuridad.

¿Cómo se calcula la edad corregida en prematuros?

Se calcula restando a las 40 semanas (fecha teórica prevista del parto) el número de semanas reales de gestación al nacer. Tal y como lo explica la Asociación Española de Pediatría (AEP):

• 40 semanas – edad gestacional al nacer (semanas completas) = Semanas de prematuridad.
• Edad cronológica – semanas de prematuridad = Edad corregida.

Por ejemplo, si el bebé nació en la semana 28 de gestación, habría que restar a 40 esa cifra para calcular sus semanas de prematuridad (en este caso, 12 semanas prematuro). Si ese bebé tiene ahora seis meses (24 semanas desde el nacimiento), su edad corregida es el resultado de restar a las 24 semanas las 12 semanas de prematuridad. Por tanto, su edad corregida es de 12 semanas. Tres meses.

La edad corregida se tiene en cuenta en el desarrollo del bebé hasta al menos los dos años. El ritmo de maduración de un bebé prematuro es más lento y es a partir de esa edad cuando el crecimiento de un prematuro y el de un niño nacido a término se equiparan.

¿Por qué se usa la edad corregida en prematuros?

Precisamente por los retos del desarrollo neurológico y físico a los que se enfrentan los bebés prematuros se corrige su edad. Es decir, se hace para que se pueda valorar apropiadamente su evolución.

Al menos hasta los dos años no se puede comparar el crecimiento en todos los sentidos de un peque nacido a término con otro nacido prematuramente. Este último tiene que recuperar el tiempo que le faltó para llegar a su término.

Esa corrección es relevante, por ejemplo, en el caso de los neonatos de alto riesgo. Pero también en el resto. Muchos de estos niños necesitarán atención temprana en la que se tiene en cuenta este factor. Pero también afecta a otros factores como la alimentación infantil.

¿Qué aspectos se ven influenciados por la prematuridad?

Según la AEP, el peso, la talla y el perímetro cefálico de los bebés prematuros deben evaluarse teniendo en cuenta la edad corregida. Y que, salvo excepciones, estos necesitarán su tiempo para llegar a pesar y medir como un bebé a termino.

Dependiendo del grado de prematuridad puede tener más o menos dificultades (respiratorias, dificultades de succión o inmadurez para la coordinación de la succión/deglución/respiración, vaciamiento gástrico lento y reflujo gastroesofágico, bajo tono muscular y baja fuerza, inmadurez neurológica, etc.), y en este contexto se recomienda que reciban el mejor alimento, la leche materna se considera prácticamente un medicamento en este grupo de bebés.

También se debe tener en cuenta la edad corregida en prematuros para la introducción de la alimentación complementaria. Los bebés prematuros deberían empezar la alimentación complementaria a los seis meses de edad corregida o cuando muestren signos de estar preparados para ello.

Por otro lado, el colecho es incompatible con los bebés prematuros, pero el porteo sí se recomienda y, además, está demostrado que portear a un prematuro tiene beneficios para su desarrollo.

¿Cuándo hay que vacunar a un bebé prematuro?

Los recién nacidos prematuros son especialmente vulnerables a las infecciones debido a su inmadurez. Por eso, desde el Comité Asesor de Vacunas de la AEP recomiendan que sean vacunados «de acuerdo a su edad cronológica, independientemente de su edad gestacional y de su peso al nacer». 

Durante los dos primeros años de vida el riesgo de infecciones por bacterias como el neumococo o H.influenzae tipo b es mayor en prematuros que en nacidos a término. Así que la edad corregida en prematuros no se tiene en cuenta. «Es sumamente importante iniciar la vacunación a los dos meses. Salvo en situaciones excepcionales, no se de debe retrasar la edad de vacunación».

«La seguridad de las vacunas en los recién nacidos prematuros es alta y la reactogenicidad es similar a la de los recién nacidos a término», añade la AEP.

De hecho, se recomienda incluso que los bebés prematuros reciban la vacuna antigripal a partir de los seis meses, en especial los menores de 32 semanas de edad gestacional o lo que tienen alguna patología crónica.

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