Día de los Inocentes: Bromas respetuosas y sencillas para hacer con los peques

Hoy, 28 de diciembre, se celebra el Día de los Inocentes. Es una celebración de tradición cristiana que está relacionada con la matanza de bebés que el rey Herodes ordenó realizar en Belén con el fin de acabar con la vida de Jesús, quien había sido designado por los magos de Oriente como el rey de los judíos; según se narra en la Biblia.  

Este día se celebra en España y en gran parte de América, siendo una tradición asociada a esta fecha las famosas “inocentadas”. Es costumbre gastar bromas a familiares, amigos/as y conocidos/as al grito de “¡Inocente!”. En España, se realiza cada año desde 1995 una Gala solidaria en televisión, en la que se emiten grabaciones de “inocentadas” gastadas a personas famosas. A lo largo de la gala se recaudan fondos a través de donaciones y subastas para fines solidarios.

Teniendo en cuenta que el origen de esta efeméride hace referencia a la inocencia infantil y que el modo de celebrarlo en muchos países consiste en gastar bromas, nos planteamos cómo podemos celebrar este día con nuestras hijas e hijos. Ya sabéis que, desde Criar con Sentido Común y la Tribu CSC, apostamos siempre por la crianza respetuosa así que, veamos cómo podemos enfocar este tema desde el respeto. 

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¿Qué bromas puedo hacer con niños?

El tema de las bromas puede resultar complejo. Si nos vamos al significado de la palabra broma, la RAE nos dice que una broma es chanza o burla. Por chanza se entiende un “hecho burlesco para recrear el ánimo o ejercitar el ingenio”; mientras que burla significa “acción, ademán o palabras con que se procura poner en ridículo a alguien o a algo”. Ya vemos que, por definición, una broma está relacionada con una acción poco respetuosa que tiene la intención de ridiculizar a otra persona. Si queremos abordar el tema de las bromas desde un punto de vista respetuoso tendremos que asegurarnos de centrarnos en la parte de ejercitar el ingenio omitiendo la parte burlesca. 

Tanto entre niños y niñas como entre personas adultas es frecuente escuchar la frase “era una broma” como excusa cuando alguien se molesta o se ofende por alguna acción. Si la broma hace sentir mal a alguien es evidente que hemos traspasado la barrera del respeto, así que, si queremos abordar este tema desde el respeto, tendremos que establecer ese límite.

Una explicación sencilla que podemos compartir con niñas y niños es que una broma es divertida cuando le resulta divertida a todo el mundo. Si quienes gastan la broma y/o quienes la observan se ríen, pero quien recibe la broma se molesta, se ofende o se enfada, la broma ya no es divertida sino que se trata de una broma pesada.

Es difícil saber, a priori, cómo van a sentar las bromas a las demás personas, salvo que les conozcamos en profundidad. Por eso es importante tener en cuenta tanto qué tipo de broma vamos a gastar como a quién vamos a hacerlo. No se trata de criminalizar cualquier broma y dejar de lado el sentido del humor. Hablamos de sembrar conciencia sobre la importancia de respetar a los demás y no utilizar las bromas como arma de ridiculización que puede hacer sentir mal a otras personas o incluso desembocar en problemas serios como el acoso escolar. 

Bromas para preparar con los niños (respetuosas) 

Aún teniendo en cuenta todo lo anterior, el humor es una de las armas más poderosas que podemos introducir en nuestras relaciones personales, así que, si en casa os gustan las bromas y no soléis tomarlo a mal podemos buscar bromas para el día de los inocentes fáciles para niños.

Como ya hemos visto, las bromas en sí pueden ser divertidas o no, según a quién se la gastemos. Poner un insecto de plástico en un plato, por ejemplo, puede ser una broma divertida para una persona y puede ser una broma horrible para alguien que tenga fobia a los insectos. Así que lo más importante es que, cuando vayamos a planear estas inocentadas con nuestros hijos e hijas, fomentemos en ellos/as la empatía para ponernos en el lugar de la persona a quien vamos a gastar la broma, sin dejar de fomentar la creatividad y la imaginación. 

Y ¿qué bromas puedo hacer con niños? A modo de ejemplo, algunas bromas para preparar con los niños pueden ser:

Moneda en el suelo

Lo de pegar una moneda en el suelo con pegamento superfuerte es un clásico. Cuando la persona que la ve se acerca a recogerla, evidentemente, no consigue despegarla del suelo. Es importante no pegarla en un suelo que no queramos estropear con el pegamento. 

Billete que se mueve

Otra broma que podemos preparar con nuestras/os hijas/os es atar un billete a un hilo invisible y dejarlo en el suelo. Cuando papá o mamá se agachen a cogerlo pueden tirar del hilo haciendo que el billete se desplace. 

Almohada de pedos

Las típicas bolsas con forma de globo que suenan de forma escandalosa imitando el sonido de un pedo cuando alguien se sienta sobre ellas pueden ser una buena opción. Si la persona a quien vamos a gastar la broma es muy vergonzosa mejor hacerlo en un lugar privado que en uno público. 

El reloj loco

Otra opción que puede resultar sencilla y divertida es cambiar la hora del reloj siempre que no provoquemos problemas con ello. Cambiar, por ejemplo, la hora del reloj del salón un domingo y que mamá o papá se pongan a preparar la comida pensando que ya es tarde no es lo mismo que cambiar la hora del despertador y que lleguen tarde al trabajo.  

Flor con agua

Otro artículo que podemos encontrar en las tiendas que distribuyen artículos de broma son flores con un pequeño depósito de agua en su interior; de manera que, cuando le ofrecemos a alguien que la huela y presionamos el depósito, un chorro de agua sale lanzado de la flor hacia la cara de la persona “inocente”. 

Así que si queréis disfrutar de las típicas inocentadas de este día, ya sabéis. Imaginación, respeto y diversión para todos/as.