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La gastritis es una inflamación del estómago. Puede estar provocada por diversos factores, pero la principal causa es una infección por la bacteria Helicobacter pylori. Pese a que puede afectar a los niños, muy pocos desarrollan síntomas. Hoy nos centramos en la gastritis en bebés, principalmente para aclarar si les afecta o no.
Una de las enfermedades más comunes en la infancia es la gastroenteritis. Sin embargo y aunque se las puede confundir, no es lo mismo que la gastritis. Según la pediatra de Criar Con Sentido Común, Gloria Colli, «la gastritis es una inflamación del estómago, solamente. En la gastroenteritis se ve afectado también el intestino y por ende hay diarrea».
Nuestra pediatra forma parte del equipo de Criar Con Sentido Común y atiende diariamente dudas y cuestiones relacionadas con la salud infantil a través de la Tribu CSC.
Gastritis en bebés
Lo primero que hay que aclarar es que los bebés no sufren gastritis. Puede afectar a niños «grandecitos», explica Gloria Colli, aproximadamente a partir de los cuatro años. En estos la inflamación suele afectar principalmente al antro, que es la misma zona donde se encuentra el piloro. Es decir, en la parte más baja del estómago.
Las cifras oficiales afirman que uno de cuatro niños se ve afectado por una infección de Helicobacter pylori, pero solo una pequeña porción desarrolla gastritis. La media de edad es de seis años y medio.
Lo cierto es que esta bacteria vive en el estómago humano. En general no suele causar problemas, pero a veces sí puede producir malestar e incluso úlcera duodenal o gástrica en algunas personas. Se calcula que el 50% de la población la tiene, según la Asociación Española de Pediatría (AEPED). Se descubrió en los años 80 del siglo pasado, pero se calcula que está entre nosotros desde hace decenas de miles de años.
¿Cómo afecta la gastritis a los niños?
Como ya hemos explicado, la gastritis en bebés no se da y solo en un porcentaje pequeño provoca síntomas en los niños más mayores. De hecho, la AEPED aclara: «La gastritis no produce síntomas característicos en los niños, ni tiene que ver con el dolor abdominal de causa funcional, que es el que se produce con mayor frecuencia en los niños». El dolor abdominal de causa funcional es benigno y no se relaciona con ninguna enfermedad.
Una mala tolerancia a la leche de vaca, una infección vírica o «antiinflamatorios (ibuprofeno) a dosis altas durante mucho tiempo», según la AEPED, pueden provocar una gastritis. Pero, al menos en el caso de los medicamentos, no es habitual. La principal causa es la bacteria Helicobacter pylori.
No se sabe exactamente cómo se contagian los niños con ella, pero normalmente es porque un adulto cercano la padece. Los contagios se producen de boca a boca, por vía gástrica oral o por vía fecal a oral.
¿Cuáles son los síntomas de la gastritis?
Los niños que sí desarrollan síntomas suelen sufrir dolor de estómago de carácter opresivo y que empeora al comer. Por lo general, el dolor se concentra en lo que se conoce como la boca del estómago, aunque a algunos menores les puede doler la zona del ombligo.
En algunos casos, la gastritis en niños va acompañada de vómitos y muchos peques pierden peso porque les afecta al apetito y se sacian pronto. Además, pueden tener despertares nocturnos y afectar al sueño infantil, sentir acidez de estómago, náuseas y flatulencias.
Diagnóstico y tratamiento de la gastritis en niños
Tal y como resalta la pediatra Gloria Colli, «si se detecta que un niño o niña tiene una gastritis por helicobacter será porque lo ha visto el médico». Es decir, en algunos casos pasa desapercibida porque es posible que al peque le duela el estómago, pero se pasa a los pocos días.
El diagnóstico de esta bacteria se realiza a través de una endoscopia digestiva. Se trata de una prueba un poco molesta que consiste en introducir un tubo o sonda fina por la boca del menor hasta el estómago. Es la misma prueba diagnóstica que a los adultos, aunque a los peques se les suele sedar.
Si se confirma que el niño o niña tiene gastritis bacteriana, se suele recetar un protector gástrico (omeprazol) y antibióticos. El tratamiento suele durar unos 10 días. Es habitual realizar un control médico a los dos meses para comprobar que ha desaparecido la infección. En este caso se puede realizar un test de aliento o de heces.
¿Cuándo acudir al médico por la gastritis en niños?
Depende de cada niño o niña. Lo recomendado es acudir o consultar con el o la pediatra si nuestro hijo siente un dolor abdominal intenso, persistente y frecuente. Si este aparece tras las comidas, si se suceden despertares nocturnos o si alguien de la familia lo ha padecido (y el niño tiene síntomas importantes). El tratamiento puede ser pesado por lo que se suele medicar solo en los casos realmente necesarios.
Una buena higiene y tener precauciones si otra persona de la familia tiene la infección (porque, repito, el contagio es persona a persona) son algunas de las medidas preventivas que podemos adoptar para alejar a nuestros hijos de la gastritis.
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