Gloria Colli, pediatra de CSC: «No hay que tener reparos en preguntar hasta quedarnos tranquilos de que nuestro pediatra es la mejor elección»

Elegir un buen pediatra es una de las cuestiones que más puede preocupar a una familia con niños pequeños. La pediatra Gloria Colli nos explica en esta entrevista algunas de la claves para dar con el profesional adecuado.

Gloria Colli es una de las expertas del equipo de Criar Con Sentido Común. Es, de hecho, una de las profesionales que más tiempo lleva en nuestra comunidad. Es una persona muy respetada dentro de su ámbito y atiende a diario a cientos de familia a través de la Tribu CSC.

Hoy nos explica cuáles son las cualidades, a su juicio, que ha de tener un profesional para ejercer la pediatría desde la profesionalidad y el respeto.

P: ¿Cuántos años llevas ejerciendo como pediatra?

R: Contando los años de residencia, va a hacer 22 años.

P: ¿Qué te hizo elegir esta especialidad?

R: Probablemente influyera el hecho de que mi padre era pediatra, pero en realidad no elegí especialidad. Simplemente siempre quise ser pediatra. Ser médico era un paso intermedio imprescindible, pero nunca me plantee otra especialidad como opción.

Siempre quise ser pediatra. Ser médico era un paso intermedio imprescindible, pero nunca me plantee otra especialidad

P: ¿Cuánta preparación necesita un profesional de la pediatría? Entiendo que la actualización es clave para ser un buen pediatra, ¿no?

R: Actualmente, después de hacer la carrera de Medicina, hay que prepararse para hacer el examen de acceso al sistema de formación especializada, el MIR. Esto puede llevar desde uno a varios años. Después se realiza la formación de la especialidad como médico residente, que para la pediatría son cuatro años.

Es necesario mantenerse actualizado. Además, como la pediatría es tan amplia y abarca tantas parcelas diferentes, es imprescindible focalizarse. Así se centran los esfuerzos en los conocimientos que son necesarios para la práctica habitual

Es necesario mantenerse actualizado, como en cualquier otra rama de la medicina. Además, como la pediatría es tan amplia y abarca tantas parcelas diferentes, es imprescindible focalizarse en alguna de estas áreas. Así se pueden centrar los esfuerzos en aquellos conocimientos que son necesarios para tu práctica habitual.

P: Desde tu punto de vista, ¿qué deberíamos tener en cuenta a la hora de elegir un buen pediatra?

R: La profesionalidad es el primer requisito y que esté actualizado. Aunque puede resultar difícil para la familia distinguir si un profesional está actualizado o no, es importante preguntar todas las dudas que nos surjan sobre el diagnóstico que nos dé o sobre el tratamiento que nos sugiera. Proponer opciones, si se trata de hacer alguna prueba diagnóstica o algún tratamiento que hemos leído o nos han comentado. Preguntar alternativas si nos parece demasiado agresivo o, por el contrario, insuficiente.

Es importante preguntar todas las dudas. Un profesional actualizado estará encantado de explicar sus diagnósticos y tratamientos. Por sí mismo ofrecerá a la familia participar en el proceso de toma de decisiones

Un profesional actualizado estará encantado de explicar sus diagnósticos y tratamientos. Por sí mismo ofrecerá a la familia participar en el proceso de toma de decisiones. Contrastar la información que nos da con la que podemos encontrar en páginas serias de internet, como las páginas para padres de las asociaciones profesionales también nos puede ayudar.

P: Cada persona tiene su personalidad, eso es lógico, pero, ¿es la empatía, además de la profesionalidad, una cualidad deseable?

R: Sí. Un buen médico debe saber escuchar y ponerse en el lugar del paciente, o de los progenitores en el caso del pediatra, para poder ofrecer una solución adecuada a cada caso y situación. 

Un buen médico debe saber escuchar y ponerse en el lugar del paciente, o de los progenitores

P: Uno de los aspectos importantes, al menos para mí, es la preparación de la persona que cuida de la salud y su capacidad de detectar cualquier anomalía: ¿Esto último cómo se entrena?

R: Es una pregunta complicada porque esa capacidad para detectar anomalías en el paciente, lo que llamamos el “ojo clínico”, es algo mal definido que no sabemos muy bien cómo se adquiere. Evidentemente hace falta una formación adecuada, bien estructurada y completa, porque lo que no se conoce no se puede diagnosticar.

Hace falta un entrenamiento adecuado y una gran disciplina para que no se nos pase ningún detalle

Pero después también hace falta un entrenamiento adecuado y una gran disciplina para que no se nos pase ningún detalle durante la entrevista clínica y la exploración.

P: Y sobre la preparación, ¿existen distintos tipos de pediatra?

R: La especialidad de pediatría incluye pediatría y sus áreas específicas, por lo que, inicialmente todos los pediatras tienen una formación en todas las ramas, pero como ya comentábamos antes, la pediatría es muy amplia y es imposible estar al día en todos los campos.

La especialidad de pediatría incluye pediatría y sus áreas específicas, por lo que, inicialmente todos los pediatras tienen una formación en todas las ramas

Actualmente hay algunas parcelas que son bastante específicas, como la neonatología, la pediatría hospitalaria y la de atención primaria. Además, hay subespecialidades como la neuropediatría, la gastroenterología pediátrica, la alergia pediátrica y el resto de subespecialidades.

P: Hemos hablado de la elección de un buen pediatra. Si es el que te asignan en la sanidad pública, ¿recomiendas pedir un cambio si no nos gusta el profesional que nos ha tocado?

R: La sanidad pública permite el cambio de profesional, así que si no nos gusta el pediatra asignado podemos cambiar perfectamente. 

La sanidad pública permite el cambio de profesional, así que si no nos gusta el pediatra asignado podemos cambiar

P: A menudo ocurre también que algunas personas van cambiando de profesional hasta que encuentran a uno que opina acorde a las creencias del paciente: ¿Qué opinas de esto?

R: Mientras esas creencias no afecten a la profesionalidad del pediatra no hay ningún problema. Es decir, si una familia cree que cuando el niño lleva más de tres días con fiebre es porque necesita antibióticos y cambia de pediatra hasta dar con uno que le extiende la receta nada más sugerirlo, no es buena idea.

Porque esas creencias van en contra de lo que dicta una buena práctica: mandar antibióticos porque se trata de una infección bacteriana, no porque han pasado cierto número de días, cierta temperatura o cualquier otro indicador que popularmente se asocia a infección, pero que no tiene por qué ser exacto.

Un buen profesional debe adaptarse a las creencias y necesidades del paciente y la familia, pero sin por ello actuar contra lo que nos manda la evidencia científica y la buena práctica clínica

Un buen profesional debe adaptarse a las creencias y necesidades del paciente y la familia, pero sin por ello actuar contra lo que nos manda la evidencia científica y la buena práctica clínica. 

P: ¿Cuál es tu máxima a la hora de atender a un peque? 

R: Lo que más me preocupa cuando atiendo a un paciente es que no se me pase nada grave o importante. Después, mi objetivo es que la familia se vaya tranquila. Me gusta confirmar que han entendido todo y que saben qué pueden esperar y qué tienen que hacer si las cosas no evolucionan como se espera.

Lo que más me preocupa cuando atiendo a un paciente es que no se me pase nada grave o importante. Después, mi objetivo es que la familia se vaya tranquila

También me preocupo de que el peque lo pase lo mejor posible. A veces es inevitable que se asusten y lloren, pero procuro que el momento desagradable sea lo más breve posible . Y si ya son más mayorcitos, intento incluso que se lleven un buen recuerdo de la visita. Ir al médico no tiene que ser un trauma.

Ir al médico no tiene que ser un trauma para el niño

P: Una última recomendación para los padres y madres que están en el momento de elegir pediatra.

R: No tengáis reparos en preguntar hasta quedaros tranquilos de que estáis haciendo la mejor elección. Hace unos días, una familia que venía por primera vez con un bebé de meses me preguntó así, como de pasada: «Doctora, queríamos preguntarle, porque en realidad nadie nos ha explicado muy bien… ¿qué ventajas tiene la lactancia después del año?».

No tengáis reparos en preguntar hasta quedaros tranquilos de que estáis haciendo la mejor elección

Con esta sencilla pregunta ya pudieron sacar información muy importante, aunque estoy segura de que ellos ya sabían perfectamente la respuesta.