Embarazo y tosferina: ¿Corre riesgo mi bebé?

La tosferina es una enfermedad respiratoria que, a pesar de ser leve en adultos, puede cursar de forma grave en los recién nacidos. Por ello, se recomienda durante el embarazo la vacuna de la tosferina entre la semana 27 y 36 de gestación (preferiblemente entre la 28 y la 32) para transmitir anticuerpos al feto hasta los dos meses de vida, cuando ya pueden vacunarse.

¿Qué es la tosferina?  

La tosferina es una enfermedad provocada por la bacteria Bordetella pertussis que afecta al aparato respiratorio. Suele ser leve, aunque puede llegar a ser grave llegando incluso a provocar la muerte en el caso de bebés lactantes y, sobre todo, en menores de dos meses que aún no han iniciado el calendario de vacunación infantil. 

La tosferina se transmite al toser y estornudar. Sus síntomas pueden variar según la edad y la vacunación, pero, de forma general, suelen ser parecidos a un resfriado común con congestión nasal, mocos, estornudos, fiebre y tos. Posteriormente, aparece una tos persistente y muy característica con ruido de garganta y vómitos de flemas que puede durar varias semanas. 

Embarazo y vacuna de la tosferina

Según la AEP, más del 40% de los casos de tosferina se producían en menores de un año hasta que se implantó la vacunación en embarazadas. Como el calendario de vacunación infantil comienza a partir de los dos meses, la medida más efectiva para prevenir la tosferina en bebés lactantes es mediante la vacunación de la madre.

Esta genera anticuerpos que pasan al feto a través de la placenta, protegiendo al recién nacido hasta que cumpla los dos meses, cuando recibe la primera dosis de la vacuna. Por ello, la vacuna de la tosferina en el embarazo es una medida eficaz, según explica la matrona del equipo de Criar con Sentido Común, Esther Esteban: 

«El sistema inmune del bebé es muy deficitario al nacer y, además, no se les puede vacunar hasta los dos meses porque las vacunas no son efectivas hasta entonces. Al vacunar a las mamás embarazadas, protegemos a los bebés, es una forma sencilla de prevenir la enfermedad y de que los bebés nazcan con un poco de inmunidad para que si la cogen no sea de forma grave y puedan fallecer». 

La mujer embarazada puede vacunarse de la tosferina entre la semana 27 y la 36 (desde la 20 si hay amenaza de parto prematuro, ​a pesar de que no hay evidencias de que sea tan eficaz como en el tercer trimestre), aunque la vacunación suele realizarse entre la 27 y la 28, necesitando 15 días para ser eficaz. Por ello, y aunque está indicada hasta la 36, se recomienda hacerlo antes de la 32 por si el parto se adelanta. 

¿Y por qué hay que volver a vacunarse si ya lo hicimos durante la infancia? Básicamente porque los anticuerpos van disminuyendo a medida que pasa el tiempo y no son suficientes para proteger al bebé. Tampoco el hecho de haber pasado la enfermedad en algún momento garantiza inmunidad permanente. Según explica Esther Esteban:

«Podemos considerar que esta vacuna esta destinada al bebé, aunque el pinchazo se lo lleva la madre, puesto que necesitamos ese estímulo para que el sistema inmunitario vuelva a generar anticuerpos y que así pasen a través de la placenta».

Es más, la mujer debe vacunarse en cada nuevo embarazo, sin que esto suponga ningún riesgo ni para ella ni para el feto. Y, según la matrona de CSC, con quien puedes contactar gratis si eres miembro de la Tribu CSC, gracias a la vacuna, «la tasa de tosferina ha bajado muchísimo en los últimos años, especialmente después del brote de 2014».

En España hay una cobertura de vacunación superior al 95% para las tres dosis básicas, según la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), una cifra que cayó al 80% en 2017. Así, entre 1998 y 2016 se observó un aumento de la incidencia (de 0,8 a 8,8 por 100.000 habitantes). Por ello, la SEE reclama una mayor concienciación para aumentar estas cifras: 

«Aunque se puede considerar aceptable, se podría mejorar a través del consejo de profesionales que atienden a las mujeres durante todo el embarazo. La vacunación (…) se considera en la actualidad la medida más efectiva para reducir los casos graves y muertes por tosferina en lactantes«. 

Según explica la SEE, la vacuna tiene una efectividad del 90% para prevenir casos de tosferina en menores de dos meses, de ahí que, además, sea importante mantener unos correctos hábitos de higiene para proteger al recién nacido hasta que este pueda vacunarse.

Así, debemos toser y/o estornudar en la parte superior del brazo o el codo, lavarnos las manos con agua y jabón con frecuencia y, en el caso de recién nacidos, evitar el contacto con personas enfermas, incluso cuando estamos vacunados. De hecho, según la AEP, en el 80% de los casos el contagio proviene de un adulto que convive con el bebé.

Vacunas y mujeres embarazadas

Actualmente, el Ministerio de Sanidad recomienda la administración de las vacunas de la gripe en cualquier trimestre de gestación, del Covid y de la tosferina a las mujeres embarazadas, además de la inmonuglobulina anti-D (no es una vacuna propiamente dicha, aunque se la conoce así popularmente) en caso de aquellas mujeres con Rh negativo.

De hecho, puedes ponerte el mismo día la vacunas de la tosferina, de la gripe y la anti-D (en caso de ser necesario) o en días diferentes, según tus preferencias. En cuanto a la vacuna del Covid-19, en caso de no contar con ella aún, es necesario separarla una semana de la vacuna de la tosferina.

Además, en la 8ª actualización de la Estrategia de Vacunación frente a Covid-19 del Ministerio de Sanidad del pasado año se insistía en la recomendación de vacunación a las embarazadas, sin importar el trimestre de embarazo. Una sugerencia a la que también se sumaba la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).

En el caso de la vacuna de la tosferina en embarazadas, se administra la vacuna dTpa (difteria-tétanos-tosferina), que protege también frente al tétanos y la difteria y se aplica en el brazo. Se trata de una vacuna inactiva, lo que significa que no tiene organismos vivos y no puede provocar infección, por lo que, según asegura la SEE «es completamente segura tanto para la madre como para el feto y tiene un claro beneficio para la salud de las mujeres y la de sus hijos». 

En España, la vacuna de la tosferina está incluida en el calendario de vacunación de embarazadas y está sufragada por la Seguridad Social en todas las comunidades autónomas. 

¿Qué efectos tiene la vacuna de la tosferina en el embarazo?

La vacuna de la tosferina puede tener efectos secundarios como cualquier otro medicamento, aunque por norma general, suelen ser leves. Los más habituales son reacciones en el lugar de la inyección como dolor, enrojecimiento o hinchazón que suelen remitir a las 48 horas y no necesitan tratamiento. 

A ellos se pueden sumar dolor de cabeza, malestar general, fatiga o fiebre ​que aparecen con muy poca frecuencia, para lo que puedes tomar paracetamol si no tienes ninguna contraindicación. Pero, según explican los expertos, los beneficios de vacunarse contra la tosferina en el embarazo superan los riesgos de estos efectos secundarios.