Por qué las niñas y niños con TDAH tienen diferentes síntomas

Este post se publicó originalmente el 31/05/2022 y ha sido actualizado en fecha 21/09/2024

¿Las niñas y niños con TDAH tienen diferentes síntomas? Hace algunas semanas hablaba con una amiga cercana y me comentaba que se sentía un auténtico desastre. Su día a día era un caos desde que podía recordar, y lo que para nosotros, las personas cercanas a ellas, nos parecían anécdotas divertidas, despistes, para ella suponían malestar y sufrimiento.

El TDAH está infradiagnosticado en las niñas

Perder la cartera o el móvil día sí y día también, dejarse las llaves de casa en cualquier lado, presentarse a una cita médica una semana antes, ir a coger el autobús a una parada que no es la adecuada, pensar a tal velocidad que no eres capaz de parar el ruido de tu cabeza, con la fatiga mental y emocional que eso supone… Escuchar las conversaciones a mitad y no poder frenar el impulso de interrumpir, imagina el impacto que puede tener en las relaciones con los demás, sobre todo si no te conocen: “eres una maleducada”, “no te interesa lo que te cuento”, etc.

Ella vive con ansiedad y épocas de tristeza y agotamiento muy cercanas a la depresión. Por otro lado, es una mujer brillante, con su carrera, su trabajo y sus éxitos laborales.

Me contaba que, hace poquito, aconsejada por la psicóloga que la ayuda a gestionar sus emociones y toda esta vida tan caótica suya, acudió a un centro especializado y recibió el diagnóstico de TDAH:

“Ahora miro atrás y todas las piezas encajan. Sé que este diagnóstico es de por vida, no se cura, pero sabiendo lo que es, puedo trabajar en ello, conocerme, entenderme y aceptarme. No soy un desastre, tengo TDAH”.

Aunque pueda parecer una situación extraordinaria, no lo es. De hecho, es frecuente que, dadas las características de presentación de este trastorno del neurodesarrollo en las niñas, sea infradiagnosticado en etapas tempranas, lo que hace que estas no reciban la ayuda que necesitan.

Diferencias de género en el TDAH

La mayoría de los estudios de prevalencia hablan de un mayor diagnóstico en niños que en niñas, en una proporción de 3 a 1. Pero se trata de un trastorno que posiblemente afecte a ambos sexos de manera muy similar, no obstante, y dados los diferentes patrones de comportamiento y presentación de los síntomas, en las niñas suele pasar más desapercibido.

Según Biedeman et al (2002):

• El subtipo combinado, inatención e hiperactividad, se presenta frecuentemente en los niños en un 80% frente al 65% de las niñas.
• El subtipo inatento suele ser más frecuente en niñas (30% frente a un 16% en niños).
• El subtipo hiperactivo-impulsivo, el menos frecuente de los tres, se encuentra prácticamente por igual en ambos sexos (5% niñas y 4% en niños).

¿Cuáles son las características de un niño con TDAH?

Los niños presentan una sintomatología más externalizante y que llama mucho más la atención, como pueden ser conductas negativistas desafiantes, son más impulsivos y agresivos, con comportamientos en general mucho más disruptivos que interfieren dinámicas en el aula o en su casa, con sus iguales en su tiempo de ocio, etc.

¿Cuáles son las características de una niña con TDAH?

Si atendemos a la sintomatología inatenta que aparece reflejada en el DSMV (Manuel Diagnóstico de los Trastornos Mentales), que es la que suele aparecer frecuentemente en las niñas, veremos dificultades para prestar atención a los detalles o mantener la atención en las tareas; dificultades para atender a lo que se les dice; dificultades para organizar tareas y actividades; no concluyen actividades como los deberes o encargos, pero no por un comportamiento negativista o por no comprender la tarea; se distraen fácilmente por estímulos irrelevantes; suelen perder objetos frecuentemente; suelen ser descuidadas en las actividades cotidianas.

En el colegio, aunque las niñas suelen presentar dificultades derivadas de esta inatención, dificultades de organización de las actividades, cierta precipitación o impulsividad a la hora de realizar las tareas, los trastornos de aprendizaje suelen estar menos presentes que en los niños porque poseen, en general, una mejor capacidad lectora y tienen estrategias para poner en marcha mecanismos compensatorios que las ayudan a poder participar mejor.

En cambio, las niñas tienen una sintomatología más internalizante que, aunque a nivel social es más adaptativa porque no supone que tengan problemas de conducta en clase o en casa, les genera un malestar importante, derivando en muchas ocasiones en trastornos depresivos o ansiedad (hablamos de sentimientos de incompetencia y baja autoestima, estrés por la carga de manejar su día a día de una manera más o menos funcional, trastornos de sueño… entre otros).

Los síntomas de inatención suelen ser mucho menos comprendidos que las alteraciones de conducta, y también, mucho menos atendidos.

Es por todas estas razones por las que es muy frecuente el infradiagnóstico en niñas y, por tanto, que la investigación y puesta en marcha de ayudas y apoyo específico sean menores en ellas que en los niños, llegando a la edad adulta con un repertorio de síntomas graves, en ocasiones, que pueden confundirse con otros trastornos de la salud mental.