A través de la iniciativa 'Spotlight', una campaña conjunta de la Unión Europea y las Naciones Unidas, se acaba de hacer público el spot 'Los ayudadores'. Bajo el hashtag #yomeocupo, ironiza sobre aquellos hombres que…
Parece una tontería, pero es importante establecer esta diferenciación en el lenguaje. De no hacerlo, está calando subjetivamente que nuestra misión como padres es la de echar una mano. Yo ni echo una mano ni son supuestas obligaciones porque nuestra hija:
- No es una “obligación”.
- Es cosa de los dos.
¿De dónde viene el uso de “ayudar”?
A veces cometo el error de extrapolar mi situación a la de todo el mundo. En mi entorno, la mayoría de los padres están comprometidos en igual medida que sus parejas. Y me creo que lo que hay a mi alrededor es lo que existe (nos pasa a todos, y con muchos otros temas). Nada más lejos de la realidad. Según el informe “El estado de la paternidad en el mundo”, las mujeres pasan más tiempo ocupándose del cuidado no remunerado (en algunos países hasta 10 veces más, según denuncia).
Dicho informe asegura que los hombres se involucran como padres cuidadores cada vez más, aunque:
- En 23 países de ingresos medios y altos la brecha sólo descendió 7 minutos diarios en 15 años.
- Hay menos países de los que pensamos que ofrecen permisos de paternidad remunerados. En concreto, sólo el 48% los tiene.
- Según el análisis, en muchos casos se trata de permisos de paternidad de menos de tres semanas.
Queda, por tanto, mucho camino por recorrer. Campañas como la de «Los Ayudadores» tratan de visibilizar esta problemática. Se trata de una iniciativa conjunta de la Unión Europea y las Naciones Unidas que ironiza sobre hombres que se ofrecen a ayudar cuando la mujer no puede más. Como si fueran una especie de superhéroes a los que agradecer que dejen «sus cosas» para involucrarse en la crianza.
Corresponsabilidad en la crianza: El legado de unos usos y costumbres
En generaciones anteriores, con una incorporación nula o muy baja de la mujer al mercado laboral, la repartición de tareas venía dada por el lugar donde surgían. Las cosas de casa, para la mujer, que era la encargada del hogar. Las cosas del trabajo para el hombre, que era el encargado de salir de casa a trabajar.
Si se han difuminado estos límites, no tiene mucho sentido mantener esa distribución. En una vida completamente distinta, esa no puede ser la referencia. Si os agarráis a ello y ‘ayudáis’ en lugar de ‘colaborar’ sois unos comodones, unos insolidarios, unos egoístas… como queráis llamaros.
Solo quedan unos “límites” que nunca van a desaparecer: el embarazo, el parto y el pecho es cosa 100% de la mamá. Lo que no implica que mientras ellas están dando el pecho no preparemos nosotros la cena, limpiemos o cualquier otra tarea. Y ojo, que esto también ocurre en familias homoparentales. Suele suceder que, normalmente por motivos laborales, una de las partes se encarga en mayor medida de los cuidados del bebé. En cualquier caso, debemos plantearnos todo como un equipo y repartir las cargas en su conjunto, sin separar las que son del bebé y las que no.
Porque al final hay muchas cosas que nos llevan a la corresponsabilidad en la crianza. Dar el pecho es sólo un de las tareas de cuidado infantil. Pero a los peques también hay que bañarles, dormirles, consolarles, vestirles, muy pronto hay que darles también otro tipo de alimentos, sentarse con ellos a jugar, a hacer los deberes, mecerles, portearles… hay decenas de maneras de hacer equipo y participar de forma responsable y ‘colaborando’, que no ‘ayudando’.
Cuando la mamá termina de dar el pecho, la otra parte de la pareja le puede quitar los gases al bebé. Personalmente, me ha ayudado muchísimo a crear vínculo con mi hija el baño. ¡Soy el encargado oficial de bañar a Paula y nos encanta! Los niños tienen que salir y al pasear con ellos y ellas se crea un vínculo muy interesante. Mi hija se pone contentísima cuando ve que vamos a dar un paseo. Además de la satisfacción como padre, reconozco que hemos creado ahí un vínculo muy especial (igual que en el baño).
Con estos ejemplos quiero decir que, además de una corresponsabilidad en la crianza, vamos a estar más presentes en la vida de nuestros hijos e hijas. Quizás algunos padres tenemos miedo a implicarnos, porque nos han educado en que toda esta parcela de emociones y vínculos no es para nosotros… ¡O no sepamos muy bien cómo hacerlo!
Haced la prueba. Involucraros y colaborar. Primero porque también sois parte del proceso. Pero, más importante aún, porque todos vais a salir ganando: mejores vínculos entre papá e hijos o hijas; mejor vínculo entre papá y mamá. Un equipazo.
0 responses on "Corresponsabilidad en la crianza: La enorme diferencia entre "ayudar" o "colaborar""