Lejos de servir para descansar, reforzar los vínculos y crear memorias familiares; las vacaciones escolares de verano suponen una fuente de estrés para muchas familias, que se ven obligadas a hacer auténticos juegos malabares para…
Vacaciones y conciliación familiar: Las estadísticas nos dicen que el 40% de los progenitores solo tiene entre 7 y 15 días de vacaciones de verano para estar con sus hijos e hijas. Los niños y niñas, en cambio, tienen casi tres meses de vacaciones escolares. ¿Qué puedes hacer con los hijos en vacaciones si trabajas?
Ellos tienen más de dos meses de vacaciones y nosotros… a veces ni 15 días
Con la llegada del verano la televisión se llena de anuncios con playas y palmeras, las tiendas rebosan cremas solares, sombrillas y colchonetas. Sacamos la ropa de verano y les probamos los bañadores del año anterior a ver si, con un poco de suerte, les siguen valiendo (la esperanza es lo último que se pierde). Los niños y niñas han acabado el colegio hace semanas y todo apunta a que las ansiadas vacaciones rondan cerca… o no.
No todo el mundo puede tener unos días de vacaciones en verano. Los negocios propios, los turnos de las empresas, las condiciones económicas, etc. pueden impedir disponer de esos días fuera. Por supuesto, pocos son los afortunados que pueden disfrutar de todas las vacaciones escolares así que, quien más, quien menos, tiene que hacer encaje de bolillos para buscar la conciliación familiar.
Vacaciones y conciliación familiar
Ya sabemos que la conciliación familiar real no llegará hasta que no haya políticas que favorezcan realmente que padres y madres puedan quedarse al cuidado de los hijos e hijas cuando lo necesiten, pero, mientras eso llega, si es que llega, ¿qué opciones tenemos en el trabajo?
¿Qué dice el Estatuto de los Trabajadores sobre las vacaciones? ¿Los padres prioridad para elegir las vacaciones?
Si nos ceñimos a la normativa, el Estatuto de los Trabajadores no da prioridad a los empleados que tienen hijos para elegir los días de vacaciones. Es decir, las familias con hijos en edad escolar no tienen preferencia para elegir vacaciones. Sin embargo, sí pueden existir algunas ventajas si así está pactado en el convenio colectivo.
Por otra parte, el trabajador debe conocer sus periodos vacacionales al menos con dos meses de antelación. Esto facilita la búsqueda de soluciones para el cuidado de los hijos los días que hay que trabajar con tiempo suficiente.
¿Cuántos días de vacaciones puede elegir la empresa? ¿Qué pasa si no estoy de acuerdo con las vacaciones?
El periodo de vacaciones debe ser acordado por empresa y trabajador según el convenio colectivo, es decir, ni el trabajador ni la empresa pueden imponerlas, aunque la empresa puede justificar la no concesión de las fechas solicitadas por razones técnicas, organizativas o productivas.
¿Qué medidas de conciliación puedo solicitar durante las vacaciones escolares?
Finalmente, la normativa sí establece algunas medidas de conciliación que se pueden solicitar durante las vacaciones escolares. En primer lugar, contamos con la adaptación de la jornada tanto en duración como en distribución sin implicar una reducción de salario. También se puede solicitar la reducción de jornada con la consiguiente reducción proporcional del salario y, por último, la excedencia por cuidado de hijos, que supone no percibir salario alguno.
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Vacaciones y conciliación familiar: El teletrabajo
Quizá vuestro trabajo os permita cambiar a formato a distancia y estar esos meses trabajando desde casa o modificar turnos para adaptar los horarios. Los últimos años han favorecido la flexibilidad de las empresas en este sentido, haciendo que ya no sea tan imprescindible hacer toda la jornada laboral en la oficina.
Si no es así, en el caso de los más chiquitines, es habitual que las escuelas infantiles (sobre todo las privadas) abran sus puertas durante todo el verano por lo que, si nuestro peque acude a una de ellas, la conciliación es tan sencilla como continuar. También podemos buscar madres de día o algún cuidador de confianza (familiar o no) que pueda hacernos la cobertura mientras trabajamos.
¿Qué hacer con los niños si trabajamos en vacaciones?
Para los niños y niñas más mayores hay que buscar otras alternativas… Una de la que ya hemos hablado es la de pasar el verano con los abuelos. Si estos viven en la misma ciudad, pueden y quieren hacerse cargo, es una solución muy habitual para esas horas en las que debemos estar trabajando. En el caso de que no vivan en la misma ciudad, se puede sopesar la opción de que pasen algunos días o semanas con ellos como hablamos en el post “Al pueblo con los abuelos”. Si es así, debemos tener en cuenta que vamos a estar días separados de ellos.
Otra alternativa es buscar campamentos urbanos o talleres que puedan cubrir esas horas que no podemos estar a su cuidado. En este caso hay que tener en cuenta que se debe buscar con bastante antelación y estar atentos a los plazos sobre todo cuando son plazas ofertadas por los ayuntamientos puesto que tienen un calendario marcado para hacer la inscripción.
En la actualidad existen multitud de opciones, por lo que es importante informarse para ver si las características y el formato se adecúan a nuestros hijos e hijas. Por tanto, aunque sea importante que el campamento urbano cubra las horas necesarias, es igual de importante que conozcamos la infraestructura del mismo y que nos informemos del número de monitores, las actividades que realizarán, los espacios, etc. En estos casos ayuda a la adaptación que los peques puedan ir con algún otro amigo del colegio. Por ejemplo, siempre será más fácil que sea una experiencia satisfactoria para todos si nuestro peque, amante del deporte, va con un amigo o amiga a un campamento en el que se realicen actividades deportivas que si va solo a un campamento de cocina. No debemos perder de vista que para ellos son vacaciones y merecen descansar y disfrutar.
La última opción serían los campamentos en los que los peques pasan varios días lejos de casa. Este formato les ayuda a ganar autonomía, a relacionarse con otros niños, a aceptar las normas del grupo, etc. pero es importante pensar si nuestros hijos e hijas están preparados para ello. En este caso también es importante informarse de la infraestructura y el funcionamiento del campamento. Cuestiones como la ratio de monitores, los planes de emergencia y evacuación, la alimentación, la comunicación con las familias, la adaptación de las actividades, etc. pueden diferenciar un buen campamento de otro que no lo es.
En definitiva, dado que las vacaciones de verano se alargan más de dos meses, es importante planificarlas con toda la antelación que nos sea posible para no encontrarnos en los meses de verano sin opciones para poder conciliar. Además, así podremos encontrar el formato que mejor se adapte no solo a nuestros horarios sino también a las características y necesidades de nuestros hijos e hijas para que puedan disfrutar de un verano fantástico.
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