Cómo elegir mochila para cuidar la espalda de nuestros hijos

La importancia de llevar correctamente la mochila

Por supuesto, la mochila es el mejor lugar para llevar los libros y todo el material escolar necesario al colegio ya que permite distribuir el peso de forma uniforme por todo el cuerpo. Pero es primordial saber que «más allá de las características de la mochila, es fundamental la forma de llevarla», asegura la fisioterapeuta de Criar con Sentido Común, Marta Saeta. Según explica:

«Es importante que la mochila esté bien ajustada. La parte alta de la mochila debe quedar en la parte alta de la espalda y debe estar bien apoyada a lo largo de ella, sin que baje más allá de la zona lumbar«, recalca Saeta.

Así, la «moda» de llevar la mochila baja «a la altura de los glúteos» hace que el peso de la mochila se multiplique, por lo que «hay que evitarla en todo momento». Lo ideal es que quede unos 5 centímetros por encima de la cintura, lo que ayuda a evitar que el niño se incline hacia atrás, ya que podría provocar contracturas musculares.

Además, un exceso de peso puede hacer que la persona que la lleva se incline mucho hacia delante provocando una hipercifosis (aumento de la curva dorsal o «chepa») que puede modificar la postura de la espalda y crear un crecimiento incorrecto de la columna vertebral.

Tampoco es buena idea llevarla de una sola asa, lo que puede conllevar que el peque se incline hacia un lado provocando una escoliosis (inclinación de la columna vertebral), además de dolores de hombros, cuello y espalda. Así, la forma correcta de llevar la mochila escolar es colgándola de las dos asas sobre los hombros.

Y ahora que ya sabemos la forma correcta de llevarla, ¿cómo elegir la mochila para cuidar la espalda de los niños? ¿Cómo debe ser la mochila perfecta para el colegio?

Cómo elegir mochila para cuidar la espalda de los niños

Es habitual ver a los niños a diario camino del colegio con mochilas de gran peso en la que cargan casi a diario con gran cantidad de libros. Y es ahí donde primero deberíamos poner el foco de atención. Según Saeta, «deberíamos buscar la forma de meter menos peso en la mochila».

¿Cómo? Pues con decisiones sencillas que están en nuestra mano, como no llevar todos los libros a casa o al colegio a diario. Para ello, la planificación sobre qué van a necesitar cada día juega un papel clave, además del uso de las cajoneras o taquillas de los centros escolares, si las hay.

Además, hay que tener en cuenta la edad del peque, ya que no es lo mismo elegir una mochila para un niño de 6 años que escoger una para una niña de 12.

Dicho esto, a la hora de elegir mochila para cuidar la espalda de los niños, debemos fijarnos en que cumplan con una serie de características:

• El tamaño. La mochila debe ser acorde al tamaño de nuestro hijo o hija. No debemos comprarla más grande esperando que así le dure más años. Así, debe ocupar desde la base del cuello hasta 5 centímetros por encima de la cintura. Nunca debe ser ni más ancha ni más larga que el torso del menor.
• Debe contar con un refuerzo en la zona lumbar para dar soporte en la espalda.
• Los tirantes deben ser anchos (al menos 4cm) para repartir el peso en los hombros. Lo ideal es que sean regulables para ajustarse bien al tamaño del niño.
• Debe contar con cinturón abdominal para sujetar la mochila a la altura de la cintura y que quede perfectamente fijada a la espalda. Algunas mochilas cuentan también con correas en el pecho.
• El respaldo y los tirantes deben estar acolchados. Con ello otorgamos comodidad y evitamos oprimir vasos sanguíneos de hombros y cuello que puede dar lugar a dolor, adormecimiento, hormigueos y debilidad de manos y brazos.

Las mochilas-carrito tampoco deben superar el 10-15% el peso del menor

¿Y qué pasa con las mochilas tipo carrito? Aunque evitan cargar todo el peso en la espalda, casi no sirven de nada si no se usan bien. Y es justo aquí donde hay que hacer hincapié a la hora de elegir una mochila para cuidar la espalda de los niños ya que, si optamos por una tipo carrito, debe tener buenas ruedas para que puedan empujarse con las dos manos en lugar de tirar de ella, como solemos ver a menudo.

De hecho, una mochila con las ruedas mal colocadas o que tiende a irse con frecuencia hacia un lado podría provocar daños en la espalda del peque, además de otro tipo de lesiones como tendinitis o subluxaciones del húmero.

Además, muchas veces tendemos a sobrecargar las mochilas con ruedas pensando que al no llevarla sobre la espalda y los hombros, el esfuerzo es menor. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en ocasiones hay que subir o bajar escaleras, subir al autobús o andar por zonas irregulares, lo que conlleva tener que cargar en peso la mochila. Por ello, en estos casos deberíamos tener en cuenta también la recomendación de no superar el 10-15% el peso del menor.

¿Cómo repartir el peso de la mochila correctamente?

Pero además de seguir las recomendaciones para elegir una mochila para cuidar la espalda de los niños, es fundamental también saber distribuir el peso dentro de la misma. Para ello, debemos colocar los objetos o libros pesados en la zona del respaldo central (pegada a la espalda) que va acolchada, lo que supone un menor esfuerzo y, por tanto, menor riesgo; colocando los objetos más livianos en las zonas laterales. Así evitaremos también que se clave algún objeto de forma accidental en la espalda del niño.

Además, es importante usar todos los compartimentos para repartir mejor el peso total de la carga. Por ello, es aconsejable dejar la mochila preparada la noche anterior y no hacerlo la misma mañana justo antes de salir de casa. Las prisas no suelen ser buenas compañeras y, lo más probable, es que los peques metan todo en la mochila sin ningún orden si el tiempo apremia.

Con el fin de evitar lesiones o dolores de espalda, es importante también que enseñemos a los más peques cómo coger la mochila: no hay que levantarla en peso desde el suelo, sino agachándonos y flexionando las piernas para hacer fuerza con ellas. También ayuda enseñar a los más peques cómo deben caminar al cargar peso en la espalda: erguidos; con la cabeza, el cuello y el tronco alineados; y siempre con las dos correas de la mochila puestas.

Pero, como insiste la fisioterapeuta de CSC, aunque es importante saber elegir mochila para preservar la espalda de los niños y las niñas, todo pasa por colocarla bien. «De nada sirve elegir una buena mochila para cuidar la espalda de los niños si al final va mal colocada en la espalda», concluye.