La ONU responsabiliza a España de un caso de violencia obstétrica

El Comité de Derechos de las Mujeres de la ONU (CEDAW) ha publicado una sentencia tras el análisis y evaluación de una denuncia presentada por una madre española. La mujer asegura haber sufrido violencia obstétrica durante su parto y seguir padeciendo traumas físicos y psicológicos como consecuencia de su mala experiencia. 

Detalles de la denuncia por violencia obstétrica

Esta ciudadana asegura que acudió al hospital de Donosti tras romper aguas en su casa. La mujer estaba embarazada de 38 semanas y, en lugar de esperar el protocolo de 24 horas tras la rotura de la bolsa, le indujeron el parto sin su consentimiento. Además, le realizaron varios tactos vaginales, no le permitieron comer durante todo el proceso y el parto terminó en cesárea. 

Durante la intervención, la mujer asegura que estuvo todo el rato con los brazos atados y no pudo entrar su marido. Una vez que nació su bebé, no pudo realizar el piel con piel, ni tan siquiera tocarle, ya que aún tenía los brazos inmovilizados. Esta madre presentó varios cuadros de ansiedad, por lo que decidió acudir al médico y fue cuando se le diagnosticó trastorno de estrés postraumático posparto.

Denunció su caso en España sin éxito, donde se dictaminó que es el médico quien decide si se debe realizar una cesárea o no, y que su ansiedad y sufrimiento psicológico eran subjetivos. Es entonces cuando esta mujer decidió llevar el caso a la ONU, gracias a Francisca Fernández, una abogada que lleva más de 20 años luchando por los derechos de las mujeres que sufren negligencias en sus partos. 

Dictamen del Comité de la ONU

“Si los médicos y las enfermeras hubieran seguido todos los estándares y protocolos aplicables, es probable que la víctima hubiera dado a luz de forma natural sin tener que pasar por todos estos procedimientos que la dejaron física y mentalmente traumatizada”, asegura Hiroko Akizuki, uno de los miembros del Comité de Derechos de las mujeres de la ONU.

Este Comité calificó el hecho de violencia obstétrica e impulsó a España a otorgar a la denunciante la reparación necesaria para paliar los daños físicos y psicológicos a los que ha sido sometida. 

De igual manera, el Comité de la ONU ha solicitado a nuestro país que respeten las decisiones de las mujeres en sus partos y que se les informe en todo momento de sus opciones, sus procesos y las etapas de su parto, de manera que puedan decidir qué hacer en cada momento evitando todo tratamiento invasivo, si así lo desean. 

Más casos de violencia obstétrica en nuestro país 

No es el primer caso de violencia obstétrica en España, ni tampoco el primero en el que interviene la ONU. En 2020, el mismo Comité concluyó que a una mujer que estaba embarazada de 39 + 6 semanas se le indujo el parto de manera injustificada.

La mujer acudió al hospital de Lugo por tener contracciones irregulares, pero sin haber empezado el trabajo de parto y el personal médico comenzó la inducción. Además, fue sometida a diferentes intervenciones, que pusieron en riesgo su salud y la de su hija.

Una vez nació la bebé se la llevaron a neonatos, donde estuvo ingresada 7 días a causa, según el alegato de las abogadas de la denunciante, de estas intervenciones médicas. 

Denunciar la violencia obstétrica

La violencia obstétrica se define como la vulneración de los derechos humanos y reproductivos de las mujeres a través de prácticas físicas o psicológicas por parte de los profesionales que las atienden durante el embarazo, el parto y el posparto. 

En estos procedimientos entran todos aquellos que estén obsoletos, no estén justificados o sean innecesarios. Francisca Fernández, la abogada que ha llevado el último caso de violencia obstétrica a la ONU asegura que es importante romper el silencio y ya se ha conseguido. “Hemos avanzado mucho. Creo que las mujeres cada vez tenemos más conciencia de cómo el sesgo de género en medicina amenaza nuestra salud”, subraya en una entrevista para el diario El País. 

Esta abogada que lleva alrededor de 400 casos en los últimos 20 años, sostiene que el cambio fundamental actualmente es que se cuenta con recursos:

“Por un lado, tenemos miles de historias que hemos contado las demás. Por lo menos las mujeres saben que lo que les pasa no tiene tanto que ver con ellas, con su embarazo, su parto o su aborto, sino con el sistema. Que no tienen la culpa. Esto es valiosísimo. Antes te podían decir que estabas loca, que a lo mejor tenías una depresión posparto. Además de los relatos, también hay recursos terapéuticos y preventivos y ahora tenemos el referente jurídico de las decisiones del comité”.

Si este ha sido tu caso y necesitas información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa.  Entre ellos/as se encuentra nuestra abogada Ana Pacheco y Mamen Bueno, especialista en psicología perinatal.