Venga, recoged, daos prisa, vamos a llegar tarde… todo el día jugando, ¡si es que no puede ser! Nos pueden las prisas y el estrés del mundo adulto pero, en realidad, no solo es que…
Para saber qué juegos o juguetes corresponden con la edad de nuestro/a hijo/a hemos de fijarnos en su desarrollo evolutivo, ya que hay unos juegos más apropiados que otros para cada fase. En cada etapa de desarrollo infantil, los juegos y juguetes han de orientarse a ayudar a los peques a estimular su potencial y aprendizaje en el momento idóneo, ni antes ni después.
Etapas del juego según Piaget
A cada rango de edad le corresponde una fase que no puede saltarse, ya que es necesario superar sus hitos para pasar a la siguiente. Hay infinidad de teorías sobre juego en la infancia y el número de fases, pero la más conocida es la de Jean Piaget, uno de los psicólogos y biólogos más prestigiosos en el campo del estudio de la infancia.
Piaget dividió las fases del desarrollo cognitivo de los niños en cuatro y a cada etapa le corresponde un tipo de juego:
- Fase sensoriomotora (los 2 primeros años): Juego funcional/construcción (con este tipo de juego se promueve la creatividad, la motricidad fina, la coordinación óculo-manual, la solución de problemas y la ubicación temporo-espacial).
- Fase preoperacional (de los 2 a los 6 años): Simbólico/construcción (los juegos de construcción son una base para el posterior desarrollo del juego simbólico, también llamado juego de simulación, en el que los peques recrean situaciones que ve en la vida real. Imitan, ensayan y practican lo que ven para adquirir habilidades útiles en el mundo real).
- Fase de las operaciones concretas (de los 6 a los 12 años): Reglado/construcción (juegan cumpliendo reglas, como los juegos de cartas o de mesa, kits de experimentación científica o juegos de construcción).
- Fase de las operaciones formales (a partir de los 12 años): Reglado/construcción (de mayor dificultad y complejidad que en la etapa anterior, ya que a esta edad los preadolescentes y adolescentes presentan una mejor capacidad de abstracción, un pensamiento más científico y una mejor capacidad para resolver problemas hipotéticos).
Si quieres saber más sobre cómo estimular el desarrollo de tu peque mediante el juego, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en desarrollo y psicología infantil, educación positiva y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la terapeuta ocupacional pediátrica Jéssica Romero y la logopeda y psicóloga infantil Elena Mesonero.
¿Cómo juegan los niños en la primera infancia?
Para acertar en los regalos a nuestro peques, es necesario saber qué materiales de juego son más apropiados para cada edad, cómo juegan nuestros/as hijos/as, qué juguetes les entretienen y cuáles les ayudan a entender el mundo que les rodea, desarrollarse cognitiva y emocionalmente, aprender aptitudes sociales y estimular su cerebro.
Bebés: Cómo juegan
El juego durante el primer año de vida se limita a la exploración. Los bebés utilizan los cinco sentidos para comprender el mundo que les rodea, por lo que en esta etapa los materiales de juego han de ser sensoriales (sonidos, texturas, colores, formas…).
En esta etapa, el bebé desarrolla nuevas aptitudes motoras a cada momento. Por ejemplo, hacia los 4 meses de edad, los bebés comienzan a tratar de agarrar objetos, y es el momento perfecto para regalarles un sonajero, por ejemplo. A los 6 o 7 meses, comienzan a pasar los objetos de una mano a otra, por lo que cualquier objeto que tenga fácil agarre y les facilite esta labor, les estará ayudando en su desarrollo psicomotriz (como por ejemplo, los discos interconectados Montessori).
Aproximadamente a los 9 meses comienzan a desarrollar la prensión de pinza con los deditos. Esto les capacita para coger objetos más pequeños, como bloques de madera o cubos para apilar.
Durante esta época, el juego es una actividad solitaria, pero a medida que el bebé va creciendo, la interacción con otras personas y con otros bebés se va volviendo más rica, interesante… ¡E importante! Aún así, sus progenitores serán los favoritos de los bebés. ¡Y con quienes más se ríen e interaccionan! Estas interacciones ayudan a los pequeñines a ir aprendiendo el idioma, las relaciones sociales y la relación causa-efecto.
Una vez que los bebés ya conocen cómo son las cosas que le rodean y las identifican (qué forma tienen, de qué tamaño son, a qué saben, qué olor y sonido tienen, cómo se sienten al tacto…), están listos para pasar a la siguiente etapa de desarrollo: entender cómo funcionan.
Juguetes para bebés
Los juguetes más idóneos para ayudarles en su desarrollo y aprendizaje en esta etapa son:
- Móviles sobre la cuna del bebé. Los objetos en movimiento que se colocan sobre la cuna del bebé estimulan la vista y desarrollan la capacidad de atención del niño. Pero ¡cuidado! En tanto algunos modelos son especialmente idóneos, como los móviles Montessori, otros pueden sobrexcitarles y resultar totalmente contraproducentes (como aquellos electrónicos que se mueven, suenan y brillan exageradamente).
- Sonajeros. Estos contribuyen al desarrollo de la psicomotricidad fina y la coordinación. Han de tener el peso adecuado para que el bebé no se haga daño si se golpea al agitarlo, el tamaño idóneo para que le resulte cómodo al bebé y tener un buen agarre.
- Espejos. Poco a poco, los peques van interiorizando que lo que ven a través de ellos es un fiel reflejo de sí mismos. Los espejos, además de ayudarles a tener una mayor autoconciencia de su propia persona, les ayudan a trabajar la ansiedad por separación, ya que les ayudan a entender que «no verse» no significa «dejar de existir». Es fundamental, por cuestiones de seguridad, que sean espejos especiales para bebés, irrompibles; y de calidad, para que no distorsionen la imagen y esta sea nítida. «Al principio, para facilitar esta comprensión, mejor que sean espejos pequeños y que permitan al bebé acercarse y alejarse de ellos», aconseja nuestra terapeuta ocupacional pediátrica, Jéssica Romero.
- Juguetes sencillos para apilar y encajar. Conos de aros, torres de cubos o cuadrados de diferentes tamaños, cajas con formas sencillas (como las cajas de permanencia Montessori)… Estos juguetes clásicos para apilar o encajar diferentes formas de diversos tamaños entrenan su motricidad fina y su pensamiento lógico. Además, con ellos aprenden los colores, los números, las proporciones, los pesos… Eso sí, durante esta etapa, es mejor que se trate de juegos de pocas piezas, ligeras y de buen tamaño.
- Juguetes para arrastrar y empujar. Estos juguetes son ideales para los bebés que ya comienzan a caminar, para practicar el equilibrio, el desarrollo de los músculos y la motricidad gruesa. «Lo ideal es ofrecerlos cuando el bebé ya es capaz de andar solito para no interferir en el proceso», matiza nuestra especialista. Después, cuanta más actividad haga tu bebé empujando y arrastrando, más se ejercitará y se preparará para correr, trepar y saltar. Pero cuidado con los andadores y tacatás, porque están absolutamente desaconsejados por los expertos ya que, además de resultar peligrosos, resultan contraproducentes para el desarrollo motor de los bebés.
Y, por supuesto, además de cuidar los elementos de juego que les ofrecemos durante esta etapa, es importante cuidar sus materiales. Es mejor proporcionarles materiales nobles como la madera y tejidos naturales como el algodón. También es importante que los juguetes sean de calidad, de fabricantes de confianza y cumplan con todos los estándares de fabricación y seguridad.
Niños de 1 a 3 años: Cómo juegan
Los peques de entre 1 y 3 años siguen explorando el mundo que les rodea, pero ahora ya no solo descubren cosas nuevas sino que también tratan de entender cómo funcionan y para qué sirven los objetos. Su curiosidad les lleva a querer saber más allá de simplemente «cómo son». Su cerebro es más curioso y también sus aptitudes motoras finas y gruesas están más desarrolladas.
Es por este motivo que en esta etapa se centren mucho en apilar bloques, encajar formas, balbucear al teléfono o querer usar un vaso para beber agua. Además, comienza el juego de simulación, precursor del juego simbólico por el que los peques imitan a los adultos y simulan ser otras personas. Es un tipo de juego tan importante durante la primera infancia, que muchos especialistas lo señalan como base fundamental para el aprendizaje. Usar cacharritos para simular estar haciendo la comida, jugar con muñecas, hacer sonar la sirena de un coche de policía de juguete o acariciar un perrito de peluche, significa un mayor entendimiento de las diferentes funciones de cada objeto.
En esta época también comienzan a diferenciar los colores y las formas, por lo que es adecuado regalarles juguetes que tengan colores vivos, brillantes y atractivos para las pequeñas manos del niño.
A los dos años de edad, la mayoría de peques ya puede lanzar y patear una pelota, dibujar garabatos con un crayón y construir torres. A los tres años, pueden hacer rompecabezas simples y pedalear en un triciclo.
Los juegos de etapas anteriores se superponen, y los niños y las niñas practican muchísimo la repetición, ya que esa es su manera de poner en práctica, perfeccionar y dominar las nuevas aptitudes. Saberse capaces de controlar los objetos del mundo que les rodea es vital para su bienestar emocional y su desarrollo cognitivo.
Juguetes para peques que ya caminan
- Pelotas. Botar, rodar o arrojar pelotas estimula las aptitudes motoras gruesas, la coordinación vista-mano y la destreza.
- Juguetes para clasificar y encajar. Separar y/o agrupar formas, colores y tamaños es una actividad muy frecuente en esta etapa. Los rompecabezas sencillos, los bloques que encajan unos con otros y las cajas con agujeros por donde se meten bloques de diferentes formas y tamaños, ayudan al desarrollo psicomotor de los peques, así como a su capacidad para reflexionar y resolver problemas.
- Juguetes mecánicos. Los juguetes con botones o palancas, ayudan a mejorar las aptitudes motoras finas y la solución de problemas, y enseñan sobre la relación entre causa y efecto. Sin embargo, es recomendable huir de juguetes electrónicos llenos de luces y sonidos que roban el protagonismo al niño durante el juego.
- Juguetes para juego simbólico o juegos de roles. Las cocinitas de juguete, los maletines de profesiones, las casitas de muñecas, los peluches de animales… ayudan a los niños y las niñas a comprender la manera en la que funciona el mundo, imitando lo que ven que hacen los adultos. También favorecen el desarrollo social, lingüístico y emocional enseñándoles a jugar en equipo, comunicarse y expresar sus emociones.
¿Cómo juegan los niños en la primera infancia?: Niños en edad preescolar
A esta edad los peques son cada vez más autónomos y entienden mejor cómo funcionan los objetos que habitualmente se utilizan en su vida diaria. Siguen perfeccionando sus habilidades motoras, pero además ahora se despliega su creatividad. Su imaginación, cualidad que se desarrolla junto con la inteligencia, les lleva a adjudicar a cada objeto muchas otras posibilidades: una sábana puede convertirse en una tienda de campaña, una caja en un coche o una casa, un cubilete en un vaso, unos bloques de madera en una ciudad, con la plastilina se puede hacer «comidita», etc.
El mundo de la fantasía (hadas, dragones, monstruos…) se despliega y forma parte de sus juegos de rol. Es durante esta época que algunos niños crean «amigos imaginarios». El despliegue de la imaginación y la creación de mundos de fantasía es crucial en el desarrollo de los peques ya que mediante estos simbolismos expresan sus temores, preocupaciones, ansiedades, anhelos, sueños…
A esta edad los niños y niñas se esfuerzan por mostrar a sus papás y mamás sus nuevas destrezas, buscando aprobación y apoyo ante cada nuevo logro (bajar por un tobogán, saltar muy alto, etc.). También aparece el deseo de comunicarse con otros, jugar con otros niños y hacer amigos. Esto implica que tengan que comenzar a comprender y aceptar normas y reglas (guardar turno, colaborar o competir, aprender que no siempre se puede ganar, etc.). A esta edad podemos comenzar a jugar con ellos a sus primeros juegos de mesa, de reglas sencillas, como el dominó para niños (con fichas de colores o con formas y símbolos, no con números).
El juego simbólico o de roles es ahora más complejo y mucho más rico. Ya no solo acarician y abrazan a sus peluches, también les dan clases, les dan de comer, les curan las heridas… Y, en general, el juego se vuelve más físico. Ya no gatean ni caminan, sino que corren, trepan y saltan. Les encantan los parques infantiles y los grandes juguetes como toboganes y columpios. Es, sobre todo, la etapa del movimiento.
Juguetes para preescolares
- Arte y manualidades. Dibujar, pintar con los dedos o con pinceles de gran tamaño sobre lienzos, comenzar a usar tijeras seguras para cortar, pegar, recoger flores para hacer bonitos ramos y pintar piedras, modelar con plastilina o arcilla… Todas estas actividades aumentan su coordinación, alientan su creatividad y alimentan su autoestima ya que les convierte en creadores, lo que les proporciona una enorme satisfacción.
- Bloques y elementos para construir. Los juegos de construcción más complejos (como primeros ladrillos) desarrollan no solo sus capacidades motoras sino también su coordinación y sus aptitudes de lógica, estrategia, reflexión, concentración, paciencia, perseverancia, imaginación, creatividad y solución de problemas.
- Rompecabezas. Los puzles y rompecabezas ayudan a aumentar su coordinación, destreza, agudeza visual y pensamiento lógico.
- Elementos de juego simbólico. Muñecos y muñecas, playsets de acción con sus personajes favoritos, coches, garajes, cocinitas, casitas, etc.
- Materiales de motricidad gruesa. Pelotas, bicicletas con o sin pedales, patinetes infantiles, etc. Pero ¡ojo! Siempre acompañados de los elementos de seguridad necesarios, según el caso (casco, rodilleras, coderas, etc.).
Los niños de primaria: Cómo juegan
Los niños y niñas de esta edad han dado un salto gigante. Todos/as comprenden mucho mejor el mundo que los rodea y también sus normas. Además, ya dominan aptitudes y funciones que antes les costaba desempeñar (como atrapar una pelota pequeña con una raqueta, atarse los cordones o trenzar una cuerda).
Además, comienzan a mostrar sus talentos especiales, así como sus gustos y preferencias personales. En esta etapa comienzan a aparecer los artistas del dibujo, los virtuosos del piano, los/as grandes deportistas, los lectores voraces, los amantes de la naturaleza y los animales…
La capacidad física fina y gruesa se perfecciona, aprenden a andar en bicicleta, patinete y en patines. Las manualidades y los trabajos artísticos son cada vez más ricos y complejos. También aumenta su paciencia y capacidad de concentración: ahora las niñas y los niños pueden pasar horas dibujando, tejiendo brazaletes o moldeando con arcilla.
La relación entre amigos tiene cada vez más importancia, y es posible que comiencen a estar cada vez más interesados en jugar con otros peques de su edad (especialmente sus compañeros de clase y/o amigos) que con nosotros. Sin embargo, los momentos de conexión mediante el juego en familia siguen siendo necesarios.
Juguetes para niños y niñas de primaria
- Cuerda para saltar. Al saltar la cuerda con sus amigos, los niños y niñas aprenden a turnarse y a llevarse bien con los demás. Además, saltar les ayuda a perfeccionar su coordinación y el aparato motor.
- Cartas y juegos de mesa. Los juegos sencillos de cartas y los juegos de mesa les enseñan a los niños pensamiento lógico y estrategia, así como normas como respetar turnos y conceptos y valores más complejos, como el de justicia o mérito. Es importante en esta etapa proporcionarles no solo juegos para competir, sino también colaborativos (o se pueden hacer equipos para no competir en solitario). Los juegos de mesa enseñan a los niños a competir y cooperar, y también les ayudan a aprender a gestionar sus emociones (nerviosismo, tensión, frustración, ganar o perder, etc.).
- Instrumentos musicales. Aprender a tocar el piano, el violín, la guitarra o cualquier otro instrumento aumenta su creatividad e inteligencia, les ayuda a desarrollar el lenguaje así como su capacidad de atención, las aptitudes motoras finas y la perseverancia.
- Juguetes de ciencia y exploración de la naturaleza. A esta edad los experimentos les encantan, necesitan comprobar por sí mismos las leyes de la naturaleza, la física, la química… Los juegos STEM de química, los prismáticos, lupas, telescopios, microscopios y todo tipo de juego e instrumento que promueva el descubrimiento y la experimentación les ayudarán a mejorar sus capacidades cognitivas e intelectuales, así como a desarrollar la imaginación.
- Kits de manualidades. Para perfeccionar sus habilidades motoras finas, su sensibilidad, su creatividad e imaginación, etc.
- Juegos de construcción más complejos. Les permiten resolver problemas de peso y equilibrio, fomentan su imaginación, su motricidad fina, su coordinación ojo-mano, desarrollan su inteligencia…
- Vehículos con ruedas: bicicleta, patinete, patines, tablas de equilibrio, etc. En estas edades los peques necesitan moverse mucho y canalizar toda su energía.
El juguete perfecto para su hijo: Tú
Los juguetes son las herramientas que ayudan a que los niños se desarrollen, pero los progenitores son los que alimentan su uso (y el consecuente aprendizaje) al guiar la mirada del bebé por primera vez hacia un móvil de cuna, dar palmadas al ritmo de una canción, contar un cuento en voz alta, hacer cosquillas, colocar un bloque encima de otro o hacer rodar una pelota por primera vez ante sus ojos.
No es preciso regalar a nuestros/as hijos/as juguetes para que «aprendan a hablar», lo mejor es hablarles mucho nosotros desde el primer momento, incluso aunque aún no nos entiendan. Los peques aprenden por imitación y nosotros somos su mejor espejo.
Incluso cuando nuestros/as hijos/as desarrollan alguna actividad de forma independiente (pintar, dibujar, colorear, garabatear, jugar con barro, correr…) es importante para ellos/as que estemos a su lado mientras la desarrollan. Necesitan nuestra atención para fortalecer su autoestima y sentirse queridos, seguros, tenidos en cuenta y alentados a continuar.
¿Qué cantidad de juguetes debe tener un niño?
«Por supuesto, no tenemos que ceñirnos estrictamente a esta regla, pero creo que nos puede ayudar a centrarnos y poner un poco de cordura en toda esta locura que suelen ser las fiestas navideñas. También nos puede ayudar a lidiar con familiares y amigos deseosos de regalar.
Independientemente de la edad, yo no regalaría más de 5 o 6 juguetes, y como he comentado, me decanto por pocos juguetes y de materiales de calidad. Prefiero los de madera bien acabados, sobre los de plástico.
Me gustan mucho los desestructurados por las posibilidades que plantean a la hora de imaginar e inventar con ellos. Cuando son más mayores, los libros y juegos de mesa me parecen una opción muy interesante. El jugar en grupo, teniendo que respetar turnos y siguiendo algunas reglas, me parece que promueve un aprendizaje magnífico que luego se trasladará a juegos de patio y relaciones con sus amigos.»
Pero, ¿qué se le puede regalar a un niño que no sean juguetes?
¿Qué regalar a un niño que no sea juguetes? ¡Un montón de cosas! Elementos de exploración como lupas o catalejos, material deportivo como pelotas o chándal de su equipo favorito, disfraces, material artístico o escolar, entradas para asistir a espectáculos culturales adecuados a su edad o parques temáticos…Además, si el peque necesita ropa o material escolar, podemos aprovechar la ocasión para regalarle estos objetos, pero decorados con sus temáticas o personajes favoritos (animales, monstruos, superhéroes, algún personaje de series animadas de televisión, etc.).
¿Qué pasa si un niño tiene muchos juguetes?
El exceso de regalos puede convertir a los niños y niñas en personas que no valoran lo que tienen o no se esfuerzan por conseguir lo que necesitan y/o desean. Según nuestra experta, el niño que sufre el síndrome del niño hiperregalado puede derivar en adultos con problemas de consumo y frustración al entrar al «mundo real» y darse cuenta de repente de que no pueden tener todo lo que desean, como cuando eran niños y recibían cientos de juguetes.
¿Qué es un niño hiperregalado?
¿Cómo evitamos el exceso de regalos?: Dosificar cuando hay demasiado
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