La mayor parte de los bebés comienzan a andar entre los 12 y los 18 meses. Y es en ese momento cuando empezamos a plantearnos cuál es el mejor calzado para los primeros pasos del…

Este post se publicó originalmente el 09/01/2019 y ha sido actualizado en fecha 18/03/2025
La mayoría de bebés comienza a caminar entre los 12 y los 18 meses (algunos antes y otros después) siendo entonces cuando padres y madres empezamos a fijarnos en su manera de andar y a preocuparnos por cómo le afectará su marcha en un futuro.
Al principio deambulan con los pies separados para aumentar su base de sustentación (la zona donde tienen equilibrio) para ir reduciéndola poco a poco a lo largo de los meses, con las rodillas estiradas como dando patadas al aire (eso que les hace tan graciosos y adorables) y algunos al principio no llegan a apoyar toda la planta del pie en el suelo.
Pero antes de nada empecemos por el principio:
La importancia del movimiento libre
El movimiento libre, del que podéis aprender en nuestro seminario «Movimiento libre», se basa en la premisa de que el bebé tiene que llegar a cada postura por si solo.
Es decir, desde que nace, al bebé se le coloca tumbado boca arriba y será él quien irá haciendo cambios de postura según vaya evolucionando, sin intervención del adulto.
Lo habitual es que realicen volteos (de boca arriba a boca abajo y de boca abajo a boca arriba), se sienten, gateen y se pongan de pie agarrados antes de empezar a andar.
Hay niños que se saltan alguna fase, frecuentemente el gateo. Es una fase importante pero no hay que obligar al niño a que pase por ella si es que va directamente a ponerse de pie. Se puede compensar el trabajo que se realiza en el gateo con otros ejercicios (podéis consultar a vuestro/a fisioterapeuta, o a mí si formáis parte de la Tribu CSC, porque cada caso requiere de una intervención individualizada).
Estos serán sus primeros meses de vida. Es importante no sentarlos ni ponerlos de pie si no lo hacen por ellos mismos para evitar futuras patologías, para que desarrollen su musculatura de manera natural y para que busquen su equilibrio y su centro de gravedad por si solos.
Eso no significa no estar pendientes de ellos, sino todo lo contrario. Estás como espectador dejando que desarrolle su autonomía pero siempre al cuidado de que no se haga daño.
Si no se pone de pie ni se sienta es porque su musculatura y articulaciones no están preparadas aún. Dale tiempo.
Cuando se ponga de pie, ¿ya le pongo zapatos?
Muchos padres y madres nos preguntan por los zapatos de los bebés. Te queremos dar unas premisas para que, sin que nadie te lo diga, seas capaz de evaluar si un zapato es adecuado para tu bebé en sus primeros pasos. De nuevo, si quieres saber más, tienes a tu disposición el Seminario Online «Cómo escoger los zapatos de tu niño/a», en el que analizamos más de 20 modelos de zapatos:

Además, si tienes dudas al respecto, puedes consultar a nuestro equipo de profesionales en la Tribu CSC. También podéis descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.
1. A la calle, ¿cuándo le ponemos zapatos?
Mi respuesta suele ser: ¡cuando camine! Si va en el carro y sabes que no anda en la calle no hace falta ponerle nada. A partir de que empiezan a andar buscaremos un zapato adecuado a esta etapa.
2. Menos es más
El bebé está en sus primeros meses de vida. Está aprendiendo. Y sus tobillos y sus pies también tienen que aprender.
Igual que no le pondrías tres pares de guantes en las manos si quieres que sienta la textura de la arena, de un bolígrafo o de dos maderas chocando entre ellas, tampoco le pondrías unas botas rígidas si lo que quieres es que sienta el movimiento del pie.
Y esto lo recalco porque es importante: tienen que sentir. El cuerpo tiene unos receptores que reaccionan al movimiento, al cambio de presión, a la inestabilidad… y lo ideal es hacerles trabajar para que «aprendan» a dar estabilidad al tobillo.
Y no solo eso, tienen que sentir el suelo que están pisando a través del tacto del pie, cuando van descalzos, y las irregularidades del terreno cuando van calzados.
Es bueno que siempre que sea posible vayan descalzos o en calcetines con suela antideslizante (más o menos gordos según el frío que haga). Y cuando no sea posible, tener unos zapatos que permitan seguir sintiendo y moverse como si fueran descalzos.
3. Suela flexible y fina
Tienes que ser capaz de doblarlo con una mano y debe poder hacer un mínimo de torsión, sin llegar a ser demasiado blanda porque entonces podría ser peligroso. Una flexibilidad adecuada hará que el zapato se adapte bien a la planta del pie de tu peque y a sus gestos naturales (el pie debe guiar al zapato y no al revés).
4. Sin contrafuertes atrás
El contrafuerte mantiene el talón en su sitio e impide que el tobillo se mueva hacia los lados. Puede ser que se caiga menos y camine antes (ya que le sujeta el pie) pero no hacen un caminar fluido ni el tobillo se desarrolla igual.
5. De buena calidad
Que no tengan costuras internas que puedan molestar y que sean de un material adecuado para ellos: transpirable, flexible y adaptable al pie. Esto no quiere decir que tengan que ser los más caros. Hay zapatos de buen precio válidos para esta edad y zapatos caros que ningún niño debería calzar.
6. Evita las botas o cualquier zapato que bloquee el tobillo
Siguiendo la premisa de «menos es más», muchas botas no dejan libertad de movimiento al tobillo y deberían evitarse.
7. Que sean fáciles de poner y quitar
Esto es sobre todo para comodidad del adulto. Un zapato muy engorroso de poner no ayuda nada a que el pequeño los acepte de primeras y puede que no se deje colocar los zapatos fácilmente. Si además tenemos en cuenta que muchos bebés tienden a quitarse los zapatos, imaginad tener que repetir la operación varias veces al día.
8. Escoger bien la talla
Y ya está. ¡Por fin tenéis sus primeros zapatos! Ahora solo queda tener el móvil a mano para capturar el momento de sus primeros pasos… y que se os caiga la baba una y otra vez al verlo.
Muy buen post! Y muy acertadas las recomendaciones
Enhorabuena por el post, me ha gustado mucho. Solo tengo una pregunta: ¿a qué te refieres con el contrafuerte? ¡Gracias!
Excelente contenido, un momento inolvidable y maravilloso. Gracias por compartir la información, saludos