Investigadores de Stanford explican cómo se produce un cambio de desarrollo neurológico que hace que nuestros hijos e hijas tengan preferencia por "las voces no familiares en la adolescencia". Pero, ¿cómo actuar cuando tu hijo…
¿Cómo madura el cerebro de un bebé? La evidencia nos dice que la exposición al estrés y al trauma en la infancia pueden tener consecuencias negativas a largo plazo para el cerebro de un bebé, mientras que hablar, leer y jugar con él pueden estimular el crecimiento de su cerebro.
¿Cuándo se termina de desarrollar el cerebro de un bebé?
Al nacer, el cerebro del bebé es aún muy inmaduro. Tanto, que se estima que su desarrollo es sólo la cuarta parte de lo que será en el futuro, cuando sea mayor. Es decir, el 75% del cerebro de un bebé se forma y se desarrolla una vez que ya ha nacido. Esto sucede en la medida en la que se van realizando nuevas conexiones neuronales, que dependen de las vivencias y estímulos que un bebé reciba.
Esto quiere decir que los progenitores podemos contribuir a sentar las bases más adecuadas para que el bebé se desarrolle adecuadamente y pueda madurar social, psicológica y emocionalmente de forma saludable. Nuestro trabajo en los primeros meses y años de vida de nuestros peques es importante. Pero, ¿cómo ayudar al desarrollo del cerebro del bebé en el primer trimestre de vida?
¿Cómo se puede estimular el desarrollo cerebral?
¿Cómo ayudar al desarrollo del cerebro de nuestro bebé? Veamos:
Alimentación saludable
La alimentación es importante para un correcto desarrollo, también cerebral, y por eso se aconseja que los bebés reciban una alimentación saludable. ¿Qué alimentos son buenos para el desarrollo del cerebro del bebé? En el primer trimestre (semestre en realidad) de vida solo pueden comer es leche, por lo que hay que evitar dar cualquier cosa que no sea leche materna o, en su defecto, fórmula para lactantes (se aconseja no añadir cereales ni hacer inventos que pueden ser peligrosos).
Además, en caso de dar leche de fórmula, debemos ser cuidadosos con la preparación tanto a nivel de temperatura del agua como para que la mezcla sea correcta (cantidad exacta de polvo para una cantidad exacta de agua), puesto que una preparación «a ojo» puede provocar deshidratación y otros problemas de salud. Si lo necesitáis, tenemos el Curso Online «Cómo alimentar a un bebé con biberón» para explicaros, paso a paso, todo el proceso.
Ser cariñosos, sin medida
No, no se puede malcriar a un bebé por darle amor. Parece mentira que, después de siglos de humanidad, aún haya quien recomiende no coger en brazos al bebé y dejarlo llorar «para que se haga independiente». Y aún hay quien piensa que esto sigue siendo lo mejor. El bebé es un ser humano muy pequeñito, muy dependiente, que necesita sentirse querido, seguro y protegido para desarrollarse de forma sana.
Hay bebés que necesitan más y otros menos, pero, a todos ellos, a todas ellas, sostenerlos en brazos, darles besitos, caricias, hablarles, cantarles, tratarlos con dulzura y afecto… son actos que nos ayudarán a tener una buena relación. El establecimiento del vínculo afectivo es fundamental en sus primeras etapas vitales, y lo será durante toda su vida.
Interactuar con el bebé
La interacción con el bebé es importante: sonreír cuando nos sonría, responder a sus muecas y gestos y llamarle por su nombre, son el principio de una relación comunicativa y de confianza que debería durar toda la vida.
La cara de los papás y mamás son estímulos perfectos y de lo más interesantes para su bebé. Durante sus primeros meses de vida, buscará con la mirada fuentes de luz, sonido… pero sobre todo a sus progenitores. Hay que aprovechar su interés para empezar a jugar al «escondite», poniendo nuestras manos entre su cara y la nuestra para luego apartarlas y darle una gran alegría.
Además, así fomentamos su desarrollo con estímulos móviles… justo cuando el peque ya tiene controlada la cara, esta cambia con unos ojos más abiertos, la boca abierta y las cejas bien altas, o de repente la boca se abre hacia los lados en una gran sonrisa que le dejan ver un montón de perlas blancas y brillantes llamadas dientes, entre unos labios que además se mueven para emitir sonidos.
Su propia cara también puede ser un estímulo interesante. Pasarán meses hasta que sea capaz de identificarse a sí mismo en un espejo, pero a los chiquitines suelen gustarles las caras de bebés, probablemente porque cuando son bebés ven muy pocos como ellos (la mayoría de los que se les acercan son personas adultas). Podemos jugar con un espejo irrompible para ponérselo delante o incluso ponerlo en la cuna o el cochecito (si son de los que pueden estar un rato ahí, que muchos lloran y no admiten ni un momento lejos de los brazos de mamá y papá).
Tratar de descifrar sus necesidades
Los bebés tienen sus propios ritmos y no siempre coinciden con los nuestros (de hecho, casi nunca lo hacen). Es necesario tener claro que es más fácil adaptarnos nosotros a sus ritmos que intentar que ellos se adapten a los nuestros. Porque además, tratando de forzarlos, es más fácil que salgan mal parados.
Como progenitores tenemos que aprender a escuchar sus necesidades y saber si en ese momento le apetece más juerga o si necesita un poco de tranquilidad; si prefiere quedarse en casa o podría irle bien dar un paseíto; si necesita un cambio de pañal, tiene ganas de dormir, hambre o si busca brazos.
Hablar y hablar
¿Cómo estimular el neurodesarrollo? Además de interactuar con ellos, es muy importante hablarles. Como ya hemos mencionado, hablar con ellos es una gran manera de iniciar una relación comunicativa. Incluso aunque no nos entienda, debemos hablarle y, si puede ser, explicarle en cada momento lo que va a pasar, lo que vamos a hacerle, lo que vamos a hacer juntos… Así nos empezará a entender antes, y así se empezará a comunicar también antes, porque cuanto más se le habla a un bebé, mayor es la probabilidad de que empiece a hablarnos él.
Si alguno de los padres (o madres) tiene como lengua materna una diferente del lugar en que reside, es buena idea utilizarla. Para el padre o madre será más cómodo, por ser su lengua natural, y para el bebé es beneficioso, ya que se ha visto que los bebés bilingües, aunque puedan tardar más en dominar cada uno de sus idiomas, después tienen más facilidad para aprender otras cosas.
Calidad de sueño
Muchos bebés necesitan sentir cerca a su mamá o papá cuando duermen y si se les deja en la cuna, se despiertan de inmediato y rompen a llorar de forma desconsolada. Depende de cada familia decidir si compartir cama o no con su bebé, pero informarse sobre cómo practicar colecho de forma segura y en qué casos sí y en cuáles no está aconsejado, no le va a hacer daño a nadie.
Sobre esta cuestión podéis consultar a la psicóloga y especialista en sueño infantil, Rafi López en la Tribu CSC, donde además podéis consultar online al resto de nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. También podéis realizar (de forma gratuita si sois miembros de la Tribu), el Curso Online «Sueño infantil» donde podéis averiguar cómo es el sueño de vuestro bebé, desmontar algunos de sus mitos y aprender estrategias para conseguir que duerma mejor.
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