La tosferina es una enfermedad respiratoria que, a pesar de ser leve en adultos, puede cursar de forma grave en los recién nacidos. Por ello, se recomienda durante el embarazo la vacuna de la tosferina…
La vacuna Tdap en el embarazo ha disminuido la tosferina entre los lactantes más pequeños desde su implantación hace 12 años en Estados Unidos, según un estudio realizado por el Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) y publicado en la revista científica ‘JAMA Pediatrics’.
Más concretamente, la incidencia de tosferina disminuyó en lactantes menores de 2 meses de 205,4 por 100.000 lactantes en 2012 a 75,4 casos por 100.000 en 2016. Durante los últimos años del periodo analizado de implementación de la vacuna, la incidencia de tosferina se mantuvo estable en 80,9 casos por 100.000 lactantes entre 2017 y 2019.
Los lactantes de más edad (de 6 meses a menos de un año) tuvieron una tasa relativamente estable de 19,7 casos de tos ferina por cada 100.000 lactantes durante el periodo previo a la vacunación materna con Tdap. Desde entonces, estos niños tampoco han experimentado cambios significativos en la incidencia de la tosferina.
En comparación, el periodo previo a la vacuna Tdap materna no tuvo cambios significativos para la incidencia anual de tosferina, que se mantuvo en torno a 165,3 por 100.000 lactantes. La tasa media de incidencia anual de tosferina durante todo el período posterior a la vacunación materna fue de 121,8 casos por cada 100.000 bebés, una disminución neta en los casos generales de tosferina, según los hallazgos del estudio.
La vacuna Tdap en el embarazo se recomienda a todas las mujeres en la semana 27 a 36 de gestación
La tosferina es una enfermedad respiratoria muy contagiosa que requiere a menudo hospitalización, pero la vacuna Tdap no se administra a los niños hasta los 2 meses de edad, por lo que los recién nacidos están expuestos a la enfermedad durante los primeros meses de vida, que es precisamente cuando están en mayor riesgo de enfermarse gravemente si contraen la tosferina (de los casos de tosferina en bebés menores de 1 año entre 2000 y 2019, un tercio completo ocurrió entre los menores de 2 meses, tal y como explican los autores del estudio).
No obstante, la vacuna Tdap en el embarazo protege al bebé. Estados Unidos comenzó a administrar la vacuna Tdap para mujeres embarazadas en 2011 y desde entonces se recomienda para todas las mujeres durante cada embarazo de 27 a 36 semanas de gestación.
«Recibir la Tdap durante el embarazo ofrece a los bebés la mejor protección antes de que tengan edad suficiente para recibir sus vacunas contra la tosferina. Esta protección es fundamental porque en esos primeros meses es cuando los bebés tienen más probabilidades de sufrir complicaciones graves, ser hospitalizados o morir si contraen la tosferina», ha comentado el director del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC, José Romero.
Sin embargo, los investigadores alertan de que la cobertura materna de vacunación Tdap está en declive en Estados Unidos. Según una encuesta realizada en abril de 2022, más de la mitad de las participantes afirmaron no haber recibido la vacuna Tdap durante durante el embarazo entre octubre de 2021 y enero de 2022.
¿Qué previene la vacuna de Tdap?
La vacuna de Tdap previene contra el tétanos, la difteria reducida y la tosferina acelular. Confiere protección tanto a la madre como, de forma indirecta, al bebé; si es que se administra esta durante el embarazo.
Recibir una vacuna Tdap durante el embarazo le pasa la protección al bebé
Tras recibir la vacuna Tdap, el cuerpo de la mujer produce anticuerpos protectores y le pasa niveles altos de estos al bebé antes de que nazca. Estos anticuerpos le proporcionan al bebé protección a corto plazo contra la tosferina en etapas tempranas de la vida.
Recibir la vacuna Tdap en el embarazo reduce en un 78% el riesgo de que el bebé presente tosferina
Según los CDC, recibir la vacuna Tdap entre las semanas 27 y 36 del embarazo reduce en un 78% el riesgo de que los bebés menores de 2 meses presenten tosferina.
Asimismo, los anticuerpos maternos también pueden proteger al bebé de algunas de las complicaciones más graves, como la hospitalización o incluso la muerte, que acompañan a la tosferina.
La vacunación al principio del tercer trimestre en cada embarazo ofrece la mejor protección
¿Qué efectos tiene la vacuna de la tosferina en embarazadas? Los anticuerpos protectores alcanzan su mayor nivel aproximadamente 2 semanas después de vacunarse, pero pasárselos al bebé toma tiempo. Por lo tanto, el momento de preferencia para ponerse la vacuna Tdap es al principio del tercer trimestre.
Posteriormente, la cantidad de anticuerpos contra la tosferina en el cuerpo disminuye con el tiempo. Por eso los CDC recomiendan que las mujeres se pongan la vacuna Tdap durante cada embarazo, incluso si los embarazos están separados por solo uno o dos años, ya que de esta forma cada uno de los bebés recibe la mayor cantidad de anticuerpos protectores y la mejor protección posible.
¿Cuántas dosis son de la vacuna Tdap en embarazadas?
Las mujeres embarazadas deben recibir una dosis de Tdap durante cada embarazo, preferiblemente durante la primera parte del tercer trimestre para así ayudar a proteger al recién nacido de la tosferina.
Al amamantar podría pasarle algunos anticuerpos protectores al bebé
Las mujeres que reciben la vacuna Tdap durante el embarazo, tienen anticuerpos en la leche materna tan pronto como les baje la leche, y se los transmitirán al bebé al amamantarle. Sin embargo, el bebé no recibe los anticuerpos protectores de inmediato si esperan a que nazca para vacunarse debido a la espera de unas 2 semanas que el cuerpo de la madre necesita para producir los anticuerpos.
Es segura para la mamá y el bebé
Los CDC inciden en que la vacuna Tdap es «muy segura» para las mujeres embarazadas y sus bebés. Vacunarse durante el embarazo «no aumentará su riesgo de tener complicaciones» durante el mismo. No en vano, la Tdap tiene una trayectoria de seguridad de 10 años durante el embarazo, tanto para la mamá como para el bebé. Por lo tanto, su administración se recomienda ampliamente.
La vacuna de la tosferina en embarazadas no registra graves efectos secundarios. La mayoría de los efectos secundarios que produce son leves y transitorios como el resto de vacunas seguras: enrojecimiento, inflamación y dolor local en el sitio de la vacunación. Así que lo normal es que si se pone la vacuna de la tosferina en el embarazo se tenga solo dolor transitorio en el brazo.
No obstante, si tienes alguna duda, consulta a los especialistas. En la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil. Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli y la matrona Sara Caamaño.
La vacunación después del parto deja al bebé sin anticuerpos protectores
Si una mujer no se puso la vacuna Tdap durante el embarazo y nunca se la puso antes, puede vacunarse después de que nazca el bebé, pero los CDC insisten en que hasta aproximadamente 2 semanas después su cuerpo no desarrollara la máxima protección (anticuerpos) en respuesta a la vacuna. Una vez que esté protegida por la vacuna, tendrá menos probabilidad de pasarle la tosferina al recién nacido mientras lo cuide. Pero recuerdan que el bebé aún correrá el riesgo de contraer la tosferina de otras personas.
También subrayan que, según los estudios realizados, el bebé tiene mayores probabilidades de contagiarse de la tosferina de una persona en su propia casa. Las investigaciones determinan que en la mayoría de los casos alguien que vivía con el bebé, incluidos los padres y los hermanos, le había contagiado la enfermedad. Estos estudios también muestran que hay muchas otras personas que pueden contagiar la enfermedad a los bebés, como los abuelos y las personas a cargo de su cuidado.
¿Qué es la tosferina y cómo se contagia?
La tosferina es una infección bacteriana altamente contagiosa que provoca una tos violenta e incontrolable que puede durar semanas o incluso meses. Es causada por un tipo de bacteria llamada Bordetella pertussis que se encuentra en la boca, la nariz y la garganta de la persona infectada. La enfermedad solo se encuentra en seres humanos.
Se transmite principalmente de persona a persona por contacto directo con moco o secreciones nasales y de la garganta de las personas infectadas. Con frecuencia, los hermanos mayores son portadores de la bacteria en la nariz y en la garganta e infectan a los bebés o hermanos más pequeños.
Puede contagiarse a cualquier edad pero los niños que son demasiado pequeños para recibir todas las vacunas o aquellos que no han completado la serie de vacunación primaria tienen mayor riesgo de contraer la versión más severa de esta enfermedad.
Si no recibe tratamiento, una persona infectada puede transmitir la tosferina desde el inicio de los síntomas hasta 3 semanas después del inicio de los episodios de tos. El período de contagio se reduce a 5 días después del tratamiento con antibióticos.
Ni la vacunación ni la infección natural de tosferina garantizan que la inmunidad de por vida contra la tosferina. Dado que la inmunidad disminuye después de 5 a 10 años tras la última dosis contra la tosferina, los niños mayores, los adolescentes y los adultos están en riesgo de contraer la tos ferina y necesitan ser vacunados.
Tosferina: Síntomas
Los especialistas explican que la tosferina comienza como una infección leve de las vías respiratorias superiores.
¿Cuáles son los síntomas de la tos ferina?
Al principio los síntomas se asemejan a los de un resfriado común, incluyendo los estornudos, la secreción nasal, fiebre no muy alta y tos leve. Al cabo de 2 semanas la tos se vuelve más grave y se caracteriza por episodios rápidos y numerosos de tos seguidos de espasmos o de un silbido agudo. La nariz puede secretar un moco claro y espeso.
Estos episodios pueden repetirse durante 1-2 meses, y son más frecuentes en la noche. Las personas ancianas o los niños parcialmente inmunizados generalmente presentan síntomas más leves.
Tosferina: Síntomas en niños
Según los CDC, los bebés podrían tener dificultades para respirar, mientras que los adolescentes y los adultos suelen tener síntomas leves. Muchos bebés con tosferina no tosen en absoluto. En su lugar, puede que dejen de respirar (apnea) y se pongan azules, o tengan dificultades para respirar.
La Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP-AEP) indica que los lactantes y niños con enfermedades deben ser hospitalizados para su mejor evaluación:
“Se evaluará el número de paroxismos y la gravedad de los accesos de tos, debe vigilarse la nutrición, hidratación y oxigenación y permitir la recuperación de las crisis mediante el reposo. Deben monitorizarse de forma continua la frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno, y los paroxismos deben ser presenciados por personal sanitario“.
Por lo general, la infección es más leve en los adolescentes y los adultos en comparación con los bebés y los niños, especialmente si se vacunaron contra la enfermedad. En los adolescentes puede parecer un resfriado común. Los que cursan la enfermedad de forma más leve a menudo no presentan la inspiración intensa y ruidosa.
Sin embargo, los adolescentes y los adultos no están tampoco exentos de presentar casos graves de tosferina. En especial aquellos que no han recibido la vacuna, pueden tener accesos de tos prolongados que los mantienen despiertos durante la noche. Las personas que presentan estos accesos manifiestan que fue la peor tos que tuvieron en la vida. También puede perturbar en gran medida la vida diaria y causar complicaciones graves.
Tosferina: Fases
En sus primeras etapas, la tosferina no parece ser algo más que un resfriado común. Por ese motivo, es frecuente que su diagnóstico se retrase, ya que los equipos médicos la detectan con mayor claridad cuando aparecen los síntomas más graves, en la segunda fase de la enfermedad.
Primeros síntomas: Fase 1
La tosferina suele comenzar con síntomas parecidos a los del resfriado. Los primeros síntomas pueden durar de 1 a 2 semanas y suelen incluir:
- Moqueo o congestión nasal.
- Fiebre baja.
- Tos leve ocasional (puede no suceder con los bebés).
- Apnea (pausas en la respiración que pueden ser mortales) y ponerse azul o morado en el caso de bebes y niños pequeños.
Síntomas posteriores: Fase 2
Entre 1-2 semanas después de que empiecen los primeros síntomas, las personas con tosferina podrían presentar accesos de tos rápidos, violentos e incontrolables (paroxismos). Estos accesos de tos generalmente duran entre 1 y 6 semanas, pero pueden durar hasta 10 semanas. Generalmente empeoran y se vuelven más frecuentes a medida que la enfermedad avanza. Estos accesos pueden causar:
- Un sonido agudo al final del acceso de tos, causado por una inspiración intensa y ruidosa cuando finalmente pueden inhalar.
- Vómitos durante o después de los accesos.
- Cansancio extremo después del acceso.
- Dificultades para respirar.
Tosferina: Secuelas
Las principales complicaciones de la tos ferina se dan más comúnmente entre los bebés y los niños pequeños y pueden incluir neumonía, infección del oído medio, pérdida del apetito, alteraciones del sueño, síncope (pérdida temporal de la conciencia), deshidratación, convulsiones, encefalopatía, (un desorden cerebral), episodios de apnea (breve retraso en la respiración) e incluso la muerte.
Tosferina: Tratamiento
La tosferina se trata con antibióticos. Los más recomendados para el tratamiento y la prevención post-exposición de la tos ferina incluyen azithromycin, erythromycin y clarithromycin. Otra alternativa es usar el trimetoprim-sulfametoxazol.
¿Cómo se elimina la tos ferina?
La recuperación de la tosferina puede ser lenta, pudiendo tardar en curarse hasta 12 semanas. La tos se vuelve más leve y menos frecuente a medida que mejora. Los accesos de tos podrían parar por un tiempo, pero pueden volver si presenta otras infecciones respiratorias. También pueden volver durante muchos meses después del inicio de la enfermedad.
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