El fenómeno es imparable, los nuevos tiempos exigen desarrollar las capacidades innatas de los niños y cambiar las consignas académicas. Aprovechando que el 24 de enero es el Día Internacional de la Educación queremos reflexionar…
Un estudio realizado por profesores de la UNED, la Universidad de Oviedo, la Pablo de Olavide de Sevilla y la Universidad ECOTEC de Ecuador ha analizado la aplicación de la gamificación y el aprendizaje basado en juegos en la educación primaria y han detectado que la formación de los futuros docentes en este ámbito es deficiente.
¿Qué es la gamificación?
La gamificación es un método didáctico que consiste en el uso de la mecánica del juego en contextos no relacionados con el juego, es decir, eliminando el propio juego. El objetivo es conseguir mejores resultados entre los alumnos a través de dinámicas que les impliquen y les motiven a progresar. Algo que, informes anteriores confirman que obtiene buenos resultados.
Por ejemplo, utilizar puntos como recompensas simbólicas y que animan a los alumnos a estar motivados. Si se consigue el objetivo, se logra la recompensa. Se puede orientar al aprendizaje de lenguaje o matemáticas; o cuestiones como la concienciación medioambiental y el reciclaje. Es decir, para tareas académicas y no académicas.
Así, si se quiere, por ejemplo, reducir el uso de plásticos en clase se puede plantear que el alumnado traiga sus desayunos en recipientes reutilizables. Al final de semana, los alumnos que hayan conseguido más puntos por este gesto pueden tener una hora más de dibujo libre, o un rato extra para leer o para jugar.
¿Cuál es el aprendizaje basado en el juego?
El aprendizaje basado en juegos (ABJ) es el uso de juegos para mejorar lo que aprenden niños y niñas en el aula. El juego es una gran vía de aprendizaje, como han demostrado autores de Pedagogía y Psicología en las últimas décadas.
Es, de hecho, clave en el desarrollo infantil y desde pequeñitos los bebés aprenden con el juego. Entre nuestra gama de cursos tienes varios que se centran en el juego y el desarrollo infantil (de 0 a 6 meses, de 6 a 12 meses y de 12 a 18 meses). Además, puedes consultar con nuestras expertas a través de la Tribu CSC para profundizar en este asunto. Entre ellas, se encuentra la terapeuta ocupacional pediátrica Jessica Romero, especializada en desarrollo infantil.
El reto del profesorado a la hora de enseñar es captar el interés y la motivación de sus alumnos y alumnas y gracias a los juegos esto puede ser una tarea sencilla. Por ejemplo, jugar al ahorcado ayuda a desarrollar la imaginación y el vocabulario; mientras hundir la flota puede ayudar a desarrollar la memoria, el cálculo y la posición física.
¿Cuál es la diferencia entre gamificación y aprendizaje basado en juegos?
La principal diferencia entre ambas es que el aprendizaje basado en juegos supone el uso, adaptación o creación de un juego para usarlo en el aula. En la gamificación se utilizan determinadas mecánicas propias de los juegos pero no es un juego en sí mismo.
Así, podemos jugar a un trivial sobre el océano (si los alumnos están estudiando el ámbito marino) en el primer caso. O podemos usar avatares, control de tiempos, rankings, insignias, etc. en la dinámica de clase para motivar a los alumnos a descubrir aspectos diferentes del mar.
Gamificación y aprendizaje basado en juegos no son incompatibles, sino que tienen el mismo objetivo: motivar a los estudiantes. En muchas ocasiones se utilizan ambas técnicas en el aula de manera paralela.
Estudio sobre gamificación y aprendizaje basado en juegos
En cuanto al estudio de la UNED, las universidades de Oviedo, Pablo de Olavide (Sevilla) y ECOTEC (Ecuador), el objetivo era analizar la aplicación de la gamificación y el aprendizaje basado en juegos en la educación primaria, dentro de su proyecto ‘Gamificación y aprendizaje ubicuo en Educación Primaria. Elaboración de un mapa de competencias y recursos para la enseñanza, el aprendizaje y los padres (GAUBI)’.
Para ello, los investigadores han realizado un análisis cuantitativo y cualitativo para evaluar la gamificación realizada por 308 profesores y profesoras de educación primaria de España. El estudio revela que, con los recursos adecuados, la planificación de las clases y la formación continua y temprana del profesorado, se consigue que el uso de aprendizaje basado en juegos a través de herramientas y/o entornos inmersivos puede generar beneficios y ventajas centrados en pedagogías que permitan al estudiante ser activo y protagonista en su propio aprendizaje.
Pero también se ha detectado que la formación de los futuros docentes en esta metodología emergente «es deficiente». Para los autores, la educación universitaria y la formación inicial del profesorado de educación superior deben estar a la altura de los retos y de las exigencias de la sociedad actual. Informes y estudios internacionales apuntan a que el uso de la gamificación y el aprendizaje basado en juegos se irá extendiendo, «propiciando cambios en las prácticas de los contextos de aprendizaje».
¿Qué ventajas tiene la gamificación y el aprendizaje basado en juegos?
La gran ventaja de la gamificación y el aprendizaje basado en juegos es que el alumnado es parte activa de dicho aprendizaje. Según los autores de este estudio, estos enfoques pedagógicos fortalecen la motivación y el compromiso de los estudiantes y fomentan el entusiasmo por los procesos interactivos pedagógicos, aspectos ambos que son muy beneficiosos.
Es cierto que algunas actividades basadas en juegos pueden dar lugar a una «competencia malsana» entre los estudiantes. Por ello, el profesorado debe «controlar» estas situaciones y aprovechar las ventajas de la gamificación, como son un mayor entusiasmo, participación y compromiso de los estudiantes. Estos elementos permitirán fomentar «interesantes procesos pedagógicos muy beneficiosos».
Para finalizar, los autores proponen que se impulse en la educación primaria el uso de juegos interactivos. El estudio revela que los docentes tenían una actitud positiva hacia la gamificación, y un buen conocimiento y manejo de herramientas como Genially, Kahoot y Google Classroom.
«Es alentador ver el esfuerzo de los docentes por conocer, aprender a usar y aplicar estos recursos y metodologías en el aula», señalan los investigadores que, no obstante, inciden también en que aún queda margen para mejorar la formación continua y la formación inicial del profesorado en actividades lúdicas. La sociedad y los profesionales de la enseñanza» se están preparando para este cambio».
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