Del 13 al 19 de junio se celebra la Semana Internacional de la Salud Masculina, un buen momento para centrar nuestra mirada en la salud de los hombres que son papás o aquellos que desean…
En la búsqueda de remedios contra la infertilidad, un grupo de investigadores se centra en estudiar las herramientas biológicas que permiten al ratopín rasurado (también conocido como ‘rata topo desnuda’ o ‘rata lampiña’) ser fértil hasta su vejez para trasladarlas a los humanos.
Aunque a partir de los 35 años la fertilidad desciende, cada vez más mujeres intentan tener hijos a partir de esta edad (o incluso más tarde). España, por ejemplo, tiene una de las tasas más altas en cuanto a maternidad tardía se refiere, según los estudios. Esta situación, unida a la baja tasa de natalidad obliga cada vez más a los científicos a encontrar nuevas vías de investigación para superar la limitación que la naturaleza impone a nuestra longevidad.
En este contexto, algunos científicos centran sus estudios en el ratopín rasurado, un roedor natural de Kenia, Etiopía y Somalia, que está despertando el interés de los laboratorios de todo el mundo por sus particularidades biológicas.
¿Qué es el ratopín rasurado?
Mientras los ratones y la ratas pueden vivir entre 2 y 4 años respectivamente, los ratopines alcanzan los 32 años de edad y son fértiles durante toda su vida.
Estudios previos, como los de la bióloga Vera Gorbunova, han descubierto cómo estos animales producen unas moléculas de ácido hialurónico mucho mayores que las de los humanos y los ratones, lo que podría explicar por qué además de poder tener la clave contra la infertilidad, parecen inmunes inmunes al cáncer, tienen vidas mucho más longevas que cabría esperar de un animal de su naturaleza, son insensibles al dolor (por ejemplo, no sufre ante quemaduras provocadas por ácido) ¡y hasta capaces de aprender dialectos diferentes para comunicarse!
Ahora, un equipo de científicos liderado por el biólogo mexicano Miguel Brieño-Enríquez, de la Universidad de Pittsburg (EE UU), se ha centrado en sus ha publicado un estudio en la revista ‘Nature Communications’ en el que se explican los procesos que permiten a estos animales mantener su fertilidad o incluso aumentarla con el paso de los años. «En el laboratorio tenemos una reina de 17 años y su última camada fue de 27 crías. Una hembra joven de uno o dos años puede tener una camada de 8», señala el investigador.
La singularidad del sistema reproductivo de estos singulares animales es que solo una de las hembras de la colonia es fértil. Y aunque ocurre algo similar con las abejas o las termitas, pero en este caso el sistema es meritocrático, porque la reina no nace sino que cuando la hembra reinante muere o desaparece, otras se disputan el trono y la posibilidad de reproducirse hasta el siguiente cambio.
La fertilidad mejorada del ratopín rasurado
En casi todos los mamíferos, incluidos los humanos, las hembras nacen con una cantidad determinada de ovocitos que se producen cuando están en el útero de sus madres. Algunos se convierten en óvulos, pero la inmensa mayoría se deterioran y mueren. Según este estudio, hay 3 motivos para explicar la fertilidad mejorada de los ratopines: nacen con muchos ovocitos, pocos ovocitos mueren y siguen generando ovocitos después del nacimiento.
Los investigadores compararon que los ovarios de las hembras ratopines son fértiles prácticamente durante toda su larga vida. En tanto las hembras de ratones, por ejemplo, empiezan a perder fertilidad a los 9 meses de nacer; con 8 días de vida, los ratopines hembra tienen 95 veces más ovocitos que los ratones hembra de la misma edad y la producción de ovocitos sigue siendo posible en hembras ratopines 10 años después de su nacimiento.
Los «genes de la fertilidad» del ratopín saturado también están en los humanos
Otro de los aspectos interesantes de estos animales es que todas las hembras pueden reproducirse o no hacerlo, dependiendo de si son reina o subordinadas. Los autores del estudio separaron a hembras de 3 años de la colonia, comprobando así que, lejos de su reina, el resto de hembras se volvían fértiles.
«De esta forma podemos tomar estas células y cultivarlas para dividirlas in vitro y analizar los mecanismos que las controlan. Podemos ver cómo activar ciertos genes que tienen que ver con la protección de la calidad de los óvulos y del entorno en el que viven para proteger la función de los ovarios» –explica Brieño-Enríquez– «Lo más importante de esto es que hemos observado que muchos de esos genes también se encuentran en el humano, pero desactivados o no tan activos como en estos animales».
Esto, aclara el investigador, «no significa que mañana se vaya a tener una píldora mágica para hacer que la gente sea fértil toda la vida, pero es un avance«.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional sobre procesos de fertilidad, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la matrona Sara Caamaño.
0 responses on "El curioso animal que tiene las claves contra la infertilidad"