El 4 de marzo se celebra el Día Mundial contra la Obesidad Infantil. Según datos de 2019, en España el 23,3% de los niños de entre seis y nueve años tiene sobrepeso y un 17,3%…
Se trata del primer estudio que muestra que la obesidad infantil está relacionada con un mayor riesgo de 4 de los 5 subtipos de diabetes de inicio en la edad adulta recientemente propuestos, excluyendo solo la diabetes leve relacionada con la edad.
En este estudio, Yuxia Wei, del Instituto de Medicina Ambiental del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), y su equipo de trabajo se propusieron comparar los efectos del tamaño corporal en la infancia sobre el riesgo de distintos subtipos de diabetes en la edad adulta.
Obesidad infantil: Mayor riesgo de padecer diabetes de adulto
Los científicos han demostrado que la obesidad infantil es un factor de riesgo para casi todos los tipos de diabetes que se puedan padecer siendo adulto. Así lo explica la nueva investigación publicada en ‘Diabetologia’, la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD).
En 2018, un estudio pionero identificó 5 nuevos subtipos de diabetes de inicio en la edad adulta:
- Diabetes autoinmune grave (SAID por sus siglas en inglés), que incluye:
- Diabetes tipo 1.
- Diabetes autoinmune latente en adultos (LADA).
- 4 subtipos de diabetes tipo 2 (2 graves y 2 leves):
- Diabetes grave por deficiencia de insulina (SIDD).
- Diabetes grave resistente a la insulina (SIRD).
- Diabetes leve relacionada con la obesidad (MOD).
- Diabetes leve relacionada con la edad (MARD).
La prevalencia de la obesidad infantil está aumentando en todo el mundo. La adiposidad infantil se ha relacionado con varias enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 1 en niños y la diabetes tipo 2; sin embargo, nunca antes se había investigado en relación con los subtipos de diabetes de inicio en la edad adulta propuestos recientemente.
Para abordar este vacío, el equipo de Wei investigó si los impactos de la adiposidad infantil en la diabetes del adulto difieren entre los subtipos de diabetes propuestos. A tal efecto, utilizaron datos de estudios europeos de asociación del genoma completo de adiposidad infantil, diabetes autoinmune latente en adultos (LADA, indicador de diabetes autoinmune severa), diabetes severa por deficiencia de insulina (SIDD), diabetes severa resistente a la insulina (SIRD), diabetes leve relacionada con la obesidad (MOD) y diabetes leve relacionada con la edad (MARD).
Más de medio millón de participantes en el estudio
Los investigadores utilizaron una técnica estadística conocida como aleatorización mendeliana (RM), en la que se emplea información genética para estudiar la relación entre un factor de riesgo ambiental y una enfermedad, teniendo en cuenta también la influencia de otros factores de riesgo.
Para su estudio, los autores utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido. Extrajeron estadísticas resumidas sobre el tamaño corporal en la infancia de un estudio de asociación del genoma completo de 453.169 participantes europeos que declararon su propio tamaño corporal a la edad de 10 años en el estudio UK Biobank. El estudio incorporó más de 200 mutaciones genéticas como indicadores del tamaño corporal en la infancia y las relacionó con la LADA (267) y los demás tipos de diabetes (275).
Pero, ¿qué tipo de diabetes se presenta en el niño con obesidad?
62% más riesgo de LADA, el doble de riesgo de SIDD, el triple de riesgo de SIRD y 7 veces más riesgo de MOD
En estudios anteriores de este tipo (con RM) se observó que el tamaño corporal en la infancia está relacionado con una duplicación del riesgo tanto de diabetes de tipo 1 (edad media de diagnóstico 16 años) como de diabetes de tipo 2. Sin embargo, en este caso «ampliamos estos hallazgos demostrando que la adiposidad infantil es un factor de riesgo para 4 de los 5 subtipos de diabetes propuestos recientemente«, destacan los investigadores.
En concreto, los resultados mostraron que los niveles más elevados de adiposidad infantil estaban relacionados con un aumento del 62% del riesgo de LADA, una duplicación del riesgo de SIDD, una casi triplicación del riesgo de SIRD y un aumento de 7 veces del riesgo de MOD. El único subtipo de diabetes que no mostró ninguna asociación con la obesidad infantil fue la MARD, la relacionada con la edad.
Asimismo, los autores afirman que su estudio revela mecanismos potencialmente diferentes que relacionan la adiposidad infantil con los distintos subtipos de diabetes. La relación entre el tamaño corporal en la infancia y la SIRD o la MOD era de esperar, dados los efectos adversos de la adiposidad sobre la sensibilidad a la insulina. Pero, curiosamente, los niños con mayores niveles de adiposidad también presentaban mayores riesgos de padecer LADA y SIDD, ambas caracterizadas por una deficiencia de insulina. Este fenómeno puede explicarse por el hecho de que la secreción deficiente de insulina se ve afectada conjuntamente por el exceso de grasa alrededor del páncreas y la resistencia a la insulina.
«Nuestros análisis indican que la obesidad infantil es un factor de riesgo para 4 de los 5 nuevos subtipos propuestos de diabetes de inicio en la edad adulta, independientemente de que se clasifiquen como caracterizados principalmente por autoinmunidad, deficiencia de insulina, resistencia a la insulina u obesidad» –concluyen los autores– «La obesidad infantil parece ser un factor de riesgo para prácticamente todos los tipos de diabetes en adultos, excepto para la diabetes leve relacionada con la edad. Esto subraya la importancia de prevenir la obesidad en los niños«.
Qué es obesidad infantil
¿Cuándo se considera obesidad infantil? No todos los niños y niñas que tienen algunos kilos de más padecen sobrepeso. Algunos tienen una estructura corporal más grande que el promedio, o más masa muscular. Además, los menores suelen tener diferentes cantidades de grasa corporal en las diversas etapas del desarrollo. Por lo tanto, no siempre es posible saber si el peso es motivo de preocupación solo con mirar a tu hijo o a tu hija.
El pediatra puede ayudaros a averiguar si el peso de vuestros hijos e hijas podría ser un problema de salud usando gráficos de crecimiento, el índice de masa corporal o, si es necesario, haciendo otras pruebas. Por ejemplo, podría solicitar análisis de sangre para examinar el colesterol, la glucosa en la sangre, posibles desequilibrios hormonales o enfermedades relacionadas con la obesidad.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli y la dietista-nutricionistaRebeca Pastor.
¿Cómo evaluar el grado de obesidad en niños?: Criterios de obesidad infantil
Como parte del control periódico del niño sano, los facultativos calculan el índice de masa corporal de los menores y determinan en qué punto se encuentra en la tabla por edad. Es decir, no solo tienen en cuenta su peso, sino también la edad y la estatura del menor.
Mediante el uso del gráfico de crecimiento, el médico establece el percentil del menor, es decir, cómo es y está en relación con otros niños o niñas del mismo sexo y edad. No obstante, el percentil no siempre nos indica el grado de salud de un niño o una niña, ya que es una valoración generalista.
¿Cómo se clasifica la obesidad infantil? Obesidad infantil: Grados
Los puntos de corte en los gráficos de crecimiento son establecidos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y ayudan a clasificar la gravedad del problema de peso en la infancia:
- Índice de masa corporal entre los percentiles 85 y 94: sobrepeso.
- Índice de masa corporal en el percentil 95 o superior: obesidad.
- Índice de masa corporal en el percentil 99 o superior: obesidad grave.
Debido a que el índice de masa corporal no considera aspectos como ser musculoso o tener una estructura corporal más grande que el promedio y dado que los patrones de crecimiento varían mucho según el niño, los médicos también tienen en cuenta el crecimiento y el desarrollo de cada menor de forma individualizada, así como otros factores de riesgo como:
- Antecedentes de obesidad en la familia.
- Antecedentes familiares de problemas de salud relacionados con el peso, como la diabetes.
- Su nivel de actividad.
- Otras enfermedades que pueda tener.
- Contexto o historial psicosocial, lo que incluye incidencias de depresión, alteraciones del sueño, tristeza y si tu hijo se solo o es aislado u objeto de hostigamiento por parte de otros niños.
- Los hábitos alimentarios del niño.
¿Cuáles son las complicaciones de la obesidad infantil?
El sobrepeso a puede generar que el niño o la niña comience a padecer problemas de salud que antes se consideraban problemas de adultos, como la diabetes, la presión arterial alta y el colesterol alto; además de que puede causar también baja autoestima y depresión. Es decir, la obesidad infantil puede conllevar complicaciones para el bienestar físico, social y emocional de un niño.
Problemas que ocasiona la obesidad infantil
- Complicaciones físicas.
- Diabetes tipo 2.
- Colesterol alto.
- Presión arterial alta.
- Dolor articular.
- Problemas respiratorios (el asma es más frecuente en niños con sobrepeso y también son más propensos a desarrollar apnea obstructiva del sueño, un trastorno potencialmente grave en el que la respiración del niño se detiene y comienza repetidamente durante el sueño).
- Enfermedad del hígado graso no alcohólico (que generalmente no causa síntomas pero puede causar la formación de cicatrices y daño al hígado).
- Complicaciones sociales y emocionales. Los menores con obesidad pueden experimentar pérdida de autoestima, retraimiento social, ansiedad y ser víctimas de acoso por parte de sus pares.
Causas del sobrepeso y la obesidad infantil
La causa de la obesidad infantil es multifactorial (factores genéticos, hormonales, etc.), pero en la actualidad los problemas relacionados con el estilo de vida son los principales causantes de la obesidad infantil. Como hacer muy poca actividad física y consumir alimentos y bebidas con muchas calorías, por ejemplo.
Factores de riesgo para la obesidad infantil
Hay diversos factores que generalmente se combinan entre sí y aumentan el riesgo de un niño de tener sobrepeso:
- Alimentación. Comer con regularidad alimentos con muchos azúcares y calorías pero poco nutritivos, como comidas rápidas o «comida basura», productos procesados, refrescos azucarados, etc. aumenta la probabilidad de padecer sobrepeso en la infancia. Cada vez hay más evidencia de que el exceso de jugos de frutas y bebidas isotónicas, son responsables de obesidad en muchos casos.
- Falta de ejercicio. Llevar un estilo de vida sedentario, en el que se pasan muchas horas al día mirando la televisión o jugando a videojuegos, aumenta el riesgo de sobrepeso infantil.
- Factores familiares. Además del factor hereditario, los hábitos de vida también se heredan. De esta forma, cuando el menor proviene de una familia con sobrepeso, también aumentan sus probabilidades de padecerlo. Por ejemplo, si vive en una casa donde siempre hay alimentos con muchas calorías y no se alienta a practicar ningún deporte.
- Factores psicológicos. El estrés personal, parental y familiar puede aumentar el riesgo de un niño de padecer obesidad. Algunos niños comen de más para afrontar problemas o canalizar sus emociones (como la preocupación, el nerviosismo, el aburrimiento, el estrés o la ansiedad).
- Ciertos medicamentos. Algunos medicamentos con receta médica pueden aumentar el riesgo de obesidad.
- Factores socioeconómicos. Las personas que viven en barrios de bajos ingresos pueden no tener acceso a lugares seguros donde hacer ejercicio físico. Además, Está demostrado que las personas con un alto nivel de estrés diario, recursos limitados y/o escasa preparación suelen elegir comida semipreparada que no se echa a perder tan fácilmente y se prepara rápidamente, como comidas congeladas o productos procesados.
Prevención
Para ayudar a prevenir el aumento de peso excesivo infantil, es importante:
- Dar un buen ejemplo. Hacer de la alimentación saludable y la actividad física regular una cuestión familiar.
- Tener en casa solo alimentos saludables. Palomitas de maíz sin mantequilla, frutas con yogurt bajo en grasa, smoothies caseros y naturales, un puñado de frutos secos crudos (machacados para prevenir atragantamientos si los niños son muy pequeños), zanahorias pequeñas con humus o cereales integrales con leche baja en grasa o galletas caseras de avena y harina integral endulzadas con dátiles son ejemplos de snacks saludables que podemos ofrecer a nuestros hijos e hijas como meriendas saludables en casa. De la misma forma, es mejor que el acceso a dulces se haga solo fuera de casa. Si no incluimos productos insanos en nuestro carro de la compra, inmediatamente disminuye su consumo.
- Ofrecer nuevos alimentos varias veces. Muchas veces los niños y niñas pequeños son reacios a probar nuevos alimentos. El consejo de los nutricionistas en este sentido es no desanimarse. Por lo general, se necesitan múltiples exposiciones a un alimento para que este tenga aceptación. Si el niño o la niña lo ve continuamente en casa, al final acabará por despertar su curiosidad. También es recomendable cocinar de diferente manera los alimentos (por ejemplo, un niño puede no querer probar el huevo duro, pero encantarle la tortilla francesa).
- Cocinar de forma sana. A la plancha, el horno, el microondas o al vapor los alimentos son mucho más saludables que si rebozamos o freímos en abundante aceite.
- Asegúrate de que tu hijo duerma bien. Algunos estudios indican que dormir poco o mal aumenta el riesgo de obesidad. La privación de sueño puede causar desequilibrios hormonales que conducen a un aumento del apetito.
- No usar la comida como castigo ni recompensa. Prometer dulces o hambuguesas por las buenas notas o el buen comportamiento no es buena idea. Podemos elegir recompensas que no sean alimentos, como pasar un rato de ocio en familia, leer un cuento o sacar un juego de mesa. De la misma forma, si amenazamos a los niños con poner lentejas si no se acaban las verduras, estaremos reforzando la idea de que las lentejas son algo muy malo que se usa como castigo.
Asimismo, es importante acudir al pediatra si se observan signos de sobrepeso en la edad infantil. Un aumento significativo en el percentil del índice de masa corporal de tu hijo en el transcurso de un año puede ser un posible signo de que está en riesgo de tener sobrepeso. En la Tribu CSC puedes consultar online a nuestra pediatra Gloria Colli y la dietista-nutricionista Rebeca Pastor para que os orienten al respecto.
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