Por desgracia, la niñofobia se extiende por España y, a medida que crecen los establecimientos donde prohíben la entrada a menores (hoteles, restaurantes, cruceros, bares…) aumenta la hostilidad social hacia los niños. Basta echar una…
Las bodas sin niños se han puesto de moda en los últimos años y son un tema recurrente que cada cierto tiempo genera debate en las redes sociales porque no son pocas las familias que han recibido en alguna ocasión una invitación a una boda sin niños.
Así como cada vez hay más restaurantes y hoteles libres de niños, más aerolíneas libres de niños e incluso pueblos libres de niños, también son cada vez más las parejas que no quieren que haya niños el día de su boda alegando motivos como que desean tener una boda tranquila, en la que sus amigos y familiares puedan disfrutar sin tener que estar pendientes de posibles «desastres».
¿Por qué hacer una celebración sin niños?
Antes de dar mi respuesta, explico las razones por las que una pareja puede decidir «vetar» la entrada a niños en su boda:
- Porque la celebración se va a hacer por la tarde-noche, y muchos niños están cansados a esas horas.
- Porque la comida suele ser larga, y los niños acaban cansándose y «alborotan», dedicándose a correr entre las mesas, sobre todo si los padres no los controlan un poco.
- Porque se va a hacer una celebración un poco subida de tono, y no sería un espectáculo adecuado para los niños.
- Porque la pareja quiere que toda la celebración sea con adultos, sin niños «molestando» (es decir, gritando, llorando, corriendo o evitando a sus padres estar por la fiesta).
Quizás haya alguna razón más, pero lo habitual es esto. Todas ellas son opciones salvables si la pareja contrata un servicio de animación infantil y establece un punto lúdico para los menores en un área concreta del espacio donde se va a llevar a cabo la celebración, pero lo cierto es que muchas parejas no quieren asumir ese gasto extra el día de su boda y piensan en «su gran día» como un evento especial, un día soñado, en el que se lleva a cabo una celebración que consideran «ideal». Y para muchas parejas, en su día especial y soñado… no hay niños.
Boda sin niños, una medida que provoca discusiones
La boda sin niños es una medida muy impopular para las familias con hijos, porque se nos niega la posibilidad de ir todos juntos. Muchas madres o padres responden diciendo que si los niños no van, ellos tampoco irán.
Por eso la pareja que se casa suele pedir respeto y comprensión hacia su decisión, que les entiendan, que se hagan cargo de que será una fiesta para personas adultas o que ellos simplemente han ideado su día especial de ese modo.
Pero lo cierto es que, se mire como se mire, una boda sin niños es una opción que excluye a una parte muy importante de la familia de los invitados, sus hijos. E igual que es comprensible que unos quieran celebrar su boda como les plazca, debe serlo que otros se sientan perjudicados y no quieran asistir.
Muchas familias pueden sentirse ofendidas y molestas. «Si tanto cariño nos tienen, ¿por qué les molestan nuestros hijos?». Asimismo, también genera problemas de logística familiar, al tener que planificar con quién se pueden quedar los niños ese día, ya que a veces, la familia que puede cuidar de los peques está también en la boda.
Eso sin contar con que los bebés muy pequeños, especialmente los amamantados, no pueden separarse de su madre mucho tiempo, por lo que se debe tener en cuenta, a la hora de planear una boda sin niños, que quizás esta opción excluya a varias invitadas.
Resumiendo: ellos están en su pleno derecho de pedir que no vayan los niños y pedir respeto por su decisión. Y los demás estamos en nuestro pleno derecho de declinar la invitación, solicitando la misma comprensión y respeto. El mero hecho de recibir una invitación pidiendo que los hijos no vayan ya puede parecerle a mucha gente una falta de respeto a toda la familia: a los progenitores, por pedirles que dejen a los niños en casa; y a los niños, por prohibirles acudir.
Si a mí me invitaran a una boda a la que no pueden ir mis hijos
Yo no iría. Si me enviaran una invitación en la que dijeran algo así como «Nos gustaría que esta boda sea sólo para adultos», «Preferimos que no acudan niños», «Por favor, respetad nuestro deseo de celebrar una boda sin niños», «Sólo adultos» o similar, podría hacer dos cosas: no ir y contestar a la pareja, o no ir y no contestar a la pareja.
La segunda opción genera daños a la pareja, a la que las empresas involucradas en la celebración (salón de eventos, catering, etc.) les exigen dar respuesta del número exacto de invitados en un plazo de tiempo determinado para organizar mesas y espacios, cerrar los menús, etc. Si alguien les «deja tirados» sin avisar con tiempo suficiente, tendrán que pagar igualmente su comida y bebida, por lo que si tenemos claro que no vamos a asistir a su boda sin niños, lo mejor es contestar. Y cuanto antes, mejor.
No ir a la boda sin niños: Cómo contestar a la pareja
Además de no ir, les enviaría una carta explicando que:
En mi casa somos una familia compuesta por adultos y niños, y no una pareja con menores a los que consideramos una molestia. Los niños tienen sus momentos, a veces incluso exasperan, pero es que… son niños. El deber de los adultos es permitirles ser niños, pero además enseñarles a respetar a los demás. Basta con ser consecuente con el momento para que no haya mayor problema. Los niños comen juntos en una mesa hasta que se cansan; entonces los progenitores se hacen cargo de ellos de algún modo, o mejor, los novios tenéis en cuenta eso y contratáis un servicio de canguro para bodas (hay muchas empresas que se dedican a ello).
En el momento en que se inicie la celebración, si es por la tarde o es por la noche, las madres y los padres podemos valorar perfectamente si es adecuada o no para los niños, si están muy cansados o irritables, si se nos están quedando dormidos, etc., así que en muchos casos podemos decidir marcharnos ya con ellos, contentos de haber celebrado todos juntos vuestro enlace, dentro de las posibilidades de nuestra familia.
Nosotros nos llevaremos el recuerdo de vuestra unión y ellos de un día diferente, especial y divertido; en que se vistieron guapos, les hicieron fotos, se las hicieron con vosotros, se llevaron algún recuerdo y pudieron comer pastel y jugar con niños que no conocían. Aunque no lo creáis, verles felices nos hace felices a sus padres, aunque nos perdamos parte de la fiesta.
Digamos que, de igual modo que vuestros padres y los más mayores se retiran cuando llega la fiesta de los jóvenes, los niños pueden hacer lo mismo; a los papás no nos supone ningún problema porque, como digo, somos conscientes de que vamos como familia, y al menos en nuestro caso, lo preferimos así. No concebimos celebrar vuestra unión para convertiros en familia, porque una pareja es una familia sin hijos, acudiendo como «familia partida» porque lo habéis decidido vosotros…
Por eso hemos decidido no ir, porque preferimos ser coherentes con nosotros mismos y con nuestros hijos, y de paso con vosotros. Para que, si un día tenéis un hijo y nos invitáis a una celebración, no os tengamos que decir que vamos solo si vuestro hijo no está presente.
Cómo celebrar una «boda sin niños» de forma respetuosa
Cada cual puede montar su boda como mejor le parezca, pero si alguna pareja quiere preparar una boda sin niños y no sabe cómo hacerlo para no herir o molestar a las familias con hijos puede contratar una empresa de canguros para niños o una actividad de animación con cuidador.
De verdad, funciona. Montan una fiesta con castillo hinchable, taller de pintura de caras, teatro infantil, espectáculo de magia o payasos… y están por los niños, de manera que pueden jugar con ellos a muchas cosas y podéis tener a todos contentos.
La clave está en aceptar que, quizás, sí puedan asistir niños a vuestra boda sin que resulten «molestos» con una invitación del tipo «La fiesta será tarde y muchos niños pueden estar cansados a esas horas; además, deseamos que nuestra boda sea íntima y para personas adultas, por lo que podría no ser un ambiente del todo adecuado para los niños, por si queréis valorar la posibilidad de venir sin ellos. No obstante, si nos confirmáis la asistencia de los peques y contamos con el número suficiente de niños para hacerlo, contrataremos un servicio de animación infantil para que podáis disfrutar de nuestra boda tanto como nosotros». No es lo mismo que vayas sin niños porque te explican que podría ser mejor que no vayan, que ir sin niños porque te prohíben llevarlos.
Si lo queréis tener todo ese día, si lo que queréis es ser felices y compartir vuestra felicidad con todas vuestras personas favoritas ese día, para que ellas también disfruten, entonces es mejor aceptarlas tal y como son, con sus circunstancias e hijos incluidos.
La opción de hacer una zona especial para los peques es ideal. En nuestra boda así lo hicimos y tanto pequeños como mayores nos lo pasamos divinamente 🙂
Contratar canguro para una boda, o un payaso…. Es lo más ridículo que he leído. Señora, los novios tienen que velar por SU PROPIO BIENESTAR, no por el de sus hijos. Si no quiere ir sin sus hijos, está bien; no vaya. Pero de ahí a sugerir que los novios inviertan más dinero solo para cuidar a un poco de niños que sería más facil dejarlos en su casa; es completamente absurdo. Los novios, principalmente la novia ya están muy atareados, ¿ponerles una carga más solo porque ud se siente ofendida? Contrate el canguro o el payaso ud.
¿Aceptar en plenitud a alguien significa aceptar que lleven a sus hijos? ¿Y por qué no aceptar que ES LA BODA DE LOS NOVIOS, POR TANTO ELLOS SON LOS PROTAGONISTAS QUE NO DESEAN NIÑOS EN LA BODA? Se va a ofender, pero nadie está en la obligación de recibir a quien no quiere. Si no estamos en la obligación de recibir a familiares desagradables, ¿por qué SÍ los novios están obligados a recibir a niños, sobre todo cuando muchos de ellos no son bien educados por sus padres??
Tengo una amiga que es casada y le dijeron que no llevara a sus hijos a la boda. Dejó a su hijo a cargo de su suegra que gustosamente aceptó cuidarlo y mi amiga disfrutó montones, no tuvo que andar viendo a su niño. no tuvo que andarlo cargando, no tuvo que salir para cambiarle los pañales… Y eso no la hace una mala madre; sino por el contrario, es una gran mujer que también valora el tiempo para sí misma y que sabe que no tiene que andar respirándole a su hijo en la nuca para saber que está bien.
En fin, podía entender que no aceptara ir sin sus hijos a una boda hasta que salió con lo del castillo inflable y con lo de «aceptar a las personas como son», cuando ni ud acepta el criterio de los demás.
Hola, no sé tu nombre pero entiende por favor una cosa, hay personas como yo a las q nos estresan los niños y mucho. No me interesan laa bodas pero si los espacios sin niños. Basicamente un espacio relajado para mi nunca va a tener niños. La.boda como dice otra persona arriba no es para ti, es para los novios asi ha sido siempre.y por eso no me interesan las bodas, no quiero obligar a nadie a hacer una fiesta conmigo y mi pareja (si, todos nos sentimos obligados a ir a las bodas, aunque disfrutemos despues). De nuevo , niños gritando, petardos, flamenco, perros ladrando, todo eso me saca de.quicio y me pone muy nerviosa. Espacios sin niños si ,.por favor,. ya tenemos bastante con tenerles.en general haciendo ruido por todas partes, parques y demas. O niños japoneses q no gritan, con estos ningun problema, pero niños españoles (en gral) no gracias!