Aumenta el número de mujeres que optan por la congelación de óvulos: ¿Por qué hacerlo y cuánto puede costar?

El número de mujeres que optan por congelar sus óvulos como forma de preservar su fertilidad y posponer la maternidad ha crecido en las últimas décadas de manera espectacular en España. Hay distintas razones que pueden llevar a hacerlo pero, ¿cuándo es el mejor momento? ¿cuánto puede costar la preservación de óvulos?

Congelar óvulos: Una opción que se ha multiplicado por 28

La Sociedad Española de Fecundidad (SEF) publica anualmente los datos de su registro nacional en el que se ofrecen cifras sobre las distintas técnicas de reproducción asistida que se realizan en España. Y entre esos datos también se recogen los de la congelación de óvulos.

Según este reportaje de Eldiario.es, el número de mujeres que han decidido congelar sus óvulos se ha multiplicado por 28 en la última década. En 2010 la cifra apenas era de 129 mujeres. En 2020 esa cifra fue de 3.745 mujeres. Es algo menos que en 2019 (4.396), aunque hay que tener en cuenta que 2020 es el año del inicio de la pandemia del Covid-19 y del confinamiento.

Se trata de tratamientos privados porque la Seguridad Social solo cubre la congelación de óvulos en los casos en los que la mujer vaya a someterse a un tratamiento que pueda provocarle esterilidad, como la quimioterapia para luchar contra el cáncer.

En la Tribu CSC, nuestras profesionales pueden orientarte sobre las técnicas de reproducción asistida y todo lo relativo a la fertilidad y el embarazo, como la matrona Sara Caamaño.

¿En qué consiste la congelación de óvulos?

Congelar óvulos permite obtener ovocitos en el mejor momento de la fertilidad de la mujer y guardarlos para que sean utilizados posteriormente. Existen distintas opciones, aunque lo más habitual es la vitrificación de óvulos.

Esta consiste en la criopreservación ultrarrápida de óvulos a bajas temperaturas. Estos se almacenan congelados dentro de tanques de nitrógeno líquido denominados bancos de óvulos durante un tiempo ilimitado sin perder sus características físicas y funcionales. Es decir, que mantiene la calidad de los ovocitos durante todo el tiempo hasta que la mujer decida utilizarlos.

Para ello es necesario que la mujer reciba un tratamiento hormonal para que maduren varios óvulos a la vez. Estos son aspirados directamente del ovario mediante una punción folicular. Luego, los óvulos se congelan y se almacenan para que la mujer pueda recurrir a la fecundación in vitro cuando decida quedarse embarazada.

Otras modalidades para preservar la fertilidad en la mujer

La futura madre también puede optar por otras alternativas además de congelar óvulos. Por ejemplo, congelar óvulos fecundados, cuando ya han empezado a dividirse. Es lo que se conoce como congelación de embriones. Es una opción por la que optan algunas parejas, por las razones que sean. El proceso es similar a la vitrificación. Los embriones permanecerán congelados en nitrógeno líquido hasta ser utilizados.

También existe la transposición ovárica u ovariopexia. Es un método de preservación de la fertilidad femenina que impide posibles lesiones en los ovarios en caso de padecer cáncer. Esta técnica consiste en mover los ovarios a otra parte del cuerpo, para alejarlos de la zona que será sometida a radioterapia. Cuando el tratamiento oncológico termina, los ovarios vuelven a ser colocados en su sitio.

Por último, existe una técnica experimental que aún no se realiza a la población en general, que consiste en congelar tejido ovárico para luego ser autotrasplantado en el futuro. Es un método recomendado para niñas prepúberes diagnosticadas de cáncer.

¿Por qué se congelan los óvulos?

Existen distintas razones por las que una mujer decide congelar sus óvulos. Existen razones médicas. Por ejemplo, las mujeres jóvenes que son diagnosticadas con un cáncer y quieren ser madres.

También es una buena opción para mujeres que sufren enfermedades que pueden afectar a su reserva ovárica, como puede ser la endometriosis. O puede ocurrir que sea necesario extirpar los ovarios y se optan por congelar sus óvulos.

Pero pueden existir motivos personales y, de hecho, el aumento de la congelación de óvulos en España puede estar relacionado precisamente con estos. Por ejemplo, posponer la maternidad porque la carrera profesional es vertiginosa y no es compatible con la crianza; los estudios o la falta de pareja. Son algunos de esos motivos.

Detrás de esta decisión también puede estar el miedo a quedarse sin tiempo para formar una familia con hijos/as biológicos. Al menos es la conclusión de este estudio publicado en la revista Journal of Psychosomatic Obstetrics and Gynaecology. El estudio contó con la participación de 31 mujeres que habían optado por congelar sus óvulos, la mayoría estaba soltera (26).

Según una de sus autoras, Kylie Baldwin, dos tercios de las participantes optaron por congelar sus óvulos no por sus carreras profesionales, sino por temor a no tener más opciones que buscar una pareja sexual para ser madres, sean compatibles o no. Es lo que se conoce como el «panic partenring» (emparejamiento por pánico).

¿Cuál es la mejor edad para congelar óvulos?

La mayoría de clínicas y expertos recomiendan que la congelación de óvulos antes de los 35 años. La fertilidad de una mujer comienza a disminuir a partir de los 30 años y se acelera después de los 35 años. De hecho, a partir de los 38 años se suele desaconsejar la congelación de óvulos.

El Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia (ACOG en sus siglas en inglés) subraya que, aunque una mujer «no ve o siente» esa disminución de la fertilidad, «ocurre más rápido de lo que crees». El periodo más fértil de una mujer se sitúa entre entre los 18 años y el final de la veintena.

A partir de los 30 empieza a declinar y cuando una mujer llega a los 45 años la posibilidades de que una mujer se quede embarazada son realmente pocas. En el caso de parejas sanas de entre los 20 y los primeros años de los 30, 1 de cada 4 mujeres se queda embarazada en un solo ciclo menstrual. A los 40 solo 1 de cada 10 lo consigue.

Según el ACOG, las mujeres nacemos con un número concreto de óvulos en los ovarios. Esos óvulos van disminuyendo a medida que nos hacemos mayores. Y, además, los que van quedando a final son más propensos a tener cromosomas anormales. Y, por otro lado, cuanto más mayores nos hacemos, más probable es que adquiramos cuestiones de salud que afecten a la fertilidad.

¿Cuánto cuesta congelar un óvulo?

Congelar óvulos para posponer la fertilidad de la mujer depende de la clínica a la que se recurra. Los precios pueden rondar entre los 2.000 y los 3.500 euros aproximadamente. Algunas compañías tienen precios más competitivos para las personas que tienen seguros médicos con ellas. El tratamiento suele incluir un examen ginecológico, la punción folicular para extraer los óvulos, la vitrificación de los ovocitos y el mantenimiento.

Precisamente esto último, la conservación o mantenimiento de los ovocitos congelados es lo que suele aumentar el precio final. Hay clínicas que ofrecen el mantenimiento por X años y, pasado ese tiempo, si la mujer decide prolongar la congelación, tiene que volver a pagar. Los óvulos no «caducan» y pueden estar congelados el tiempo que sea necesario.

En algunos países como Reino Unido el tiempo máximo estándar es de 10 años. En España no hay limitaciones, aunque las clínicas no suelen permitir técnicas de reproducción asistida más allá de los 50 años, salvo excepciones.