Uno de cada 10 bebés que nacen en el mundo es prematuro

De cada 10 bebés que nacen en todo el mundo, uno es prematuro; y cada 40 segundos uno de esos bebés muere, alerta un informe de Naciones Unidas.

El parto prematuro (antes de las 37 semanas de embarazo) es uno de los factores que está impidiendo avanzar en la mejora de la salud y la supervivencia de los niños, según alerta el informe «Nacer demasiado pronto: década de acción sobre el parto prematuro», elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en colaboración con PMNCH, la mayor alianza del mundo para mujeres, niños y adolescentes.

El documento revela que entre 2010 y 2020 nacieron 152 millones de bebés prematuros, según estimaciones actualizadas de la OMS y UNICEF, realizadas en colaboración con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. En 2020 uno de cada 10 bebés nacieron antes de tiempo en todo el mundo, de los que casi un millón fallecieron a causa de las complicaciones asociadas a la prematuridad.

Estos organismos consideran que el nacimiento prematuro es una «emergencia silenciosa» porque constituye la principal causa de muerte infantil y representa más de 1 de cada 5 de todas las muertes de niños menores de 5 años. Además, los bebés prematuros que sobreviven pueden tener problemas de salud durante toda su vida y tienen más probabilidades de sufrir retrasos en el desarrollo y discapacidad.

Factores que influyen en el parto prematuro

El nuevo informe ha sido desarrollado a partir de un anterior estudio de 2012 y ofrece una completa descripción de la prevalencia del parto prematuro y sus graves efectos sobre los bebés, las mujeres, las familias, las sociedades y las economías.

Además, incide en que la supervivencia de los bebés prematuros está habitualmente determinada por su lugar de nacimiento, ya que el informe revela que solo uno de cada 10 bebés extremadamente prematuros sobrevive en países de bajos ingresos, en comparación con más de nueve de cada 10 en países de altos ingresos.

Las probabilidades de nacimiento prematuro, muerte y discapacidad también están directamente relacionadas con las enormes desigualdades asociadas a la raza, el origen étnico, el nivel económico y el acceso a una atención médica de calidad; incluso en las naciones ricas.

Los expertos inciden, además en que las circunstancias de los últimos años han empeorado la asistencia materna y neonatal: «La devastadora combinación de COVID-19, el cambio climático, la expansión de los conflictos y el aumento del costo de vida ha empeorado la salud materna y neonatal».

Las tasas más elevadas de nacimientos prematuros y el mayor riesgo de mortalidad se dan en el sur de Asia y el África subsahariana (dos regiones representan más del 65% de los nacimientos prematuros a nivel mundial). Aunque los autores del estudio destacan que las consecuencias de los conflictos (casi 1 de cada 10 bebés prematuros nace en los 10 países más frágiles afectados por crisis humanitarias), el cambio climático y el daño ambiental (se estima que la contaminación del aire contribuye a 6 millones de nacimientos prematuros cada año), el COVID-19 y el aumento del coste de vida incrementan los riesgos para las mujeres y los bebés en todas partes del mundo.

El embarazo adolescente y la preeclampsia son otros factores íntimamente relacionados con el parto prematuro, lo que lleva a los especialistas a subrayar la necesidad de garantizar el acceso de todas las mujeres a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluyendo la planificación familiar y la atención de alta calidad durante todo el embarazo y el parto.

Asimismo, la OMS ha alertado de que cada 7 segundos muere una mujer o un bebé en el mundo durante el embarazo, el parto o el postparto por causas prevenibles o tratables con la atención sanitaria adecuada, lo que significa que más de 4,5 millones de muertes anuales se podrían haber evitado.

Mejorar la atención a madres y recién nacidos en la etapa perinatal

Ante las alarmantes conclusiones del informe, la OMS, UNICEF, UNFPA y PMNCH han pedido que se lleven a cabo las siguientes estrategias para mejorar la atención de las mujeres y los recién nacidos y reducir los riesgos de los partos prematuros y sus consecuencias asociadas:

• Mayores inversiones.
• Implementación acelerada de políticas nacionales establecidas para la atención materna y neonatal.
• Integración entre sectores para avanzar en coordinación y resiliencia.
• Innovación e investigación local.

«Este nuevo informe muestra que el costo de la inacción durante la última década fue de 152 millones de bebés que nacieron antes de tiempo. Si bien algunas regiones se ven más afectadas, el parto prematuro amenaza el progreso de la salud en todos los países. Una mayor inversión en el cuidado de los recién nacidos vulnerables puede salvar a millones de familias de la angustia. También se necesita más trabajo para prevenir los nacimientos prematuros, lo que también mejorará el progreso en la reducción de los mortinatos y las muertes maternas. Juntos, estos caminos gemelos de prevención y atención de los prematuros producirán individuos y sociedades más saludables para lograr el desarrollo económico y social. La próxima generación depende de que todos actuemos ahora: la inversión puede no ser pequeña, pero los beneficios de esta inversión serán importantes para todos los países», manifiesta la profesora Joy Lawn, Codirectora de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres,

Por su parte, el Dr. Anshu Banerjee, Director de Salud y Envejecimiento de la Madre, el Recién Nacido, el Niño y el Adolescente de la OMS, incide en que:

«Garantizar una atención de calidad para estos bebés más pequeños y vulnerables y sus familias es absolutamente imperativo para mejorar la salud y la supervivencia infantil. También se necesita avanzar para ayudar a prevenir los nacimientos prematuros; esto significa que todas las mujeres deben poder acceder a servicios de salud de calidad antes y durante embarazo para identificar y manejar los riesgos».

Una «emergencia silenciosa»

Por su parte, Helga Fogstad, Directora Ejecutiva de PMNCH, alerta sobre el retroceso a la atención sanitaria de calidad de madres y bebés en todo el mundo:

«Nacer demasiado pronto subraya por qué debemos aumentar la inversión y la responsabilidad por los nacimientos prematuros, laprincipal causa de muerte de niños menores de cinco años en el mundo. El progreso se está estancando para la salud materna y neonatal, así como para la prevención de la muerte fetal, y ahora ha retrocedido aún más a causa de la devastadora combinación de COVID-19, el cambio climático, la expansión de los conflictos y el aumento del costo de vida».

La experta asegura que el nacimiento prematuro constituye una «emergencia silenciosa» que requiere un abordaje común urgente y que afecta no solo a bebés y madres, sino a sociedades y economías:

«Al trabajar juntos en asociación (gobiernos, donantes, el sector privado, la sociedad civil, padres y profesionales de la salud), podemos hacer sonar la alarma sobre esta «emergencia silenciosa» y llevar los esfuerzos de prevención y atención prematuros al frente de la salud nacional y esfuerzos de desarrollo, construyendo capital humano apoyando a familias, sociedades y economías en todas partes».

Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli y la terapeuta ocupacional pediátrica experta en desarrollo infantil Jessica Romero.