Un simple análisis de sangre podría revelar la causa del aborto espontáneo, según científicos daneses

Una de cada 10 embarazadas en todo el mundo sufre un aborto. Es más, el 25% de las gestaciones terminan en una pérdida del embarazo. Las causas de un aborto espontáneo son variadas y pueden ser diferentes en cada caso.

Prestar una atención exhaustiva a las mujeres desde el primer aborto espontáneo, podría ayudar a prevenir futuras pérdidas o tratar problemas que tardarían años en diagnosticarse.

Ahora, un nuevo estudio dirigido por científicos daneses trabaja en un método simple y eficaz. La ginecóloga danesa Henriette Svarre Nielsen y su equipo de investigadores han publicado un reciente estudio de cohortes en la revista británica ‘The Lancet’ que demuestra que una muestra de sangre tomada de la madre poco después de un aborto espontáneo puede determinar la causa, incluso si el feto padecía una anomalía cromosómica.

Un análisis de sangre para determinar la causa de un aborto espontáneo

Como en muchos otros países occidentales, en Dinamarca por lo general los análisis de sangre solo se ofrecen después de que una mujer haya sufrido 3 abortos espontáneos, y solo si ocurrieron después de la décima semana de embarazo. Pero la actual investigación muestra que realizar un simple análisis de sangre tras el primer aborto espontáneo puede resultar muy revelador.

El estudio es parte del proyecto ‘Copenhagen Pregnancy Loss’ (COPL) iniciado en 2020 y que aún está en marcha. En él, se ofrece a todas las mujeres que acudieron a emergencias del hospital de Hvidovre tras sufrir un aborto espontáneo, realizar un análisis de sangre para determinar si el feto tenía una anomalía cromosómica. Hasta el momento, unas 1.700 mujeres han aceptado participar.

Este método funciona aunque el aborto haya tenido lugar tan pronto como la quinta semana de gestación. Consiste en realizar un análisis de sangre a la mujer que acaba de sufrir un aborto y enviar inmediatamente la muestra al laboratorio del hospital. Allí se aísla, secuencia y analiza el ADN del feto para ver si tiene una anomalía cromosómica.

«También podrían predecir el riesgo» de futuros abortos espontáneos

«También podrían predecir el riesgo» de futuros abortos espontáneos, según manifestó la técnica de laboratorio Lene Werge.

Las muestras se dividen en dos grupos, dependiendo de si se han hallado en ellas anomalías cromosómicas o no. Si no se encuentran anomalías, los médicos inician una investigación. Si se encuentra una explicación, los especialistas pueden determinar los riesgos y diseñar un plan de tratamiento.

«Creo que los años venideros son súper emocionantes, porque ahora tendremos buenos antecedentes de datos para responder preguntas de manera adecuada, que tienen que ver con la pérdida del embarazo, la reproducción, pero también con la salud de la mujer en general«, dijo Nielsen.

El aborto espontáneo, un duelo silencioso

Uno de cada cuatro embarazos acaba en pérdida y entre el 10 y el 25% de los embarazos en España acaban en abortos antes de la semana 13 de gestación (aborto espontáneo), mientras que 1 de cada 50 pérdidas ocurren en el segundo trimestre (muertes intrauterinas). Las causas son múltiples (aunque las anomalías cromosómicas son responsables de alrededor del 60% de los abortos) y, aunque algunos suceden incluso antes de saber la mujer que está embarazada, por lo general los abortos espontáneos conllevan sufrimiento por un bebé, a veces muy deseado, y que no llegará.

Detrás de las estadísticas, hay madres y padres, hermanos, abuelos, tíos… En definitiva, toda una familia que tiene que afrontar un duelo por el bebé que no llegó a nacer. Tal y como explica la psicóloga del equipo de Criar con Sentido Común, Mamen Bueno:

“De forma inmediata hay un shock, en el que las ilusiones y un proyecto de vida se ven truncados; y hay que hacer el duelo de toda esa ilusión que se esfuma de un día para otro. Nos tenemos que dar permiso para llorar, enfadarnos, frustrarnos y poder hablarlo y dar espacio a todo ese dolor. Apoyarnos en personas que nos escuchan sin juicio y permitirnos parar y darnos un tiempo para procesar lo que ha ocurrido y cómo lo ha hecho”.

Además, aunque la pérdida se produzca al principio del embarazo, nunca es demasiado pronto para sentir más o menos dolor ante un aborto espontáneo. El hecho en sí de buscar un embarazo ya implica imaginar a ese bebé e incluso muchas mujeres crean el vínculo con su bebé desde el momento en el que saben que están embarazadas.

Sin embargo, y aunque cada vez menos, el duelo perinatal sigue siendo un tema tabú. Quizás por el propio dolor ante lo ocurrido, se tiende a recurrir a frases hechas como “ya te volverás a quedar embarazada”, “aún eres joven para volver a intentarlo” o “tengo una amiga que le pasó lo mismo y ahora tiene familia numerosa” que, aunque dichas con buena intención, en vez de ayudar consiguen el efecto contrario.

Por eso no hay que restar importancia a lo ocurrido y darle a la familia la oportunidad de hablar del duelo, así como darle el valor que corresponde a esa pérdida. Porque al hablar de ese hijo, reconocemos que existió, lo que “permite” a los padres llorarle.

Probablemente, la culpa y el dolor, sean las primeras emociones en hacer acto de presencia. Pensar que hemos podido hacer algo que no debíamos (como cargar más peso del necesario, hacer un esfuerzo físico importante, no descansar o comer algo que haya afectado al curso del embarazo, etc.).

Es bastante habitual que la mujer se sienta culpable de la pérdida e intente buscar una explicación en algo que haya hecho. Pero en ningún caso hay que asumir la culpa ya que ni la mujer ni su cuerpo son culpables de la pérdida. De hecho, la mayoría de las veces se desconoce el motivo exacto de los abortos. Y cuando se sabe, y es por causas evitables, sirven para prevenir que vuelva a ocurrir, pero no para señalar ni buscar responsables.

Además, vergüenza, tristeza, enfado o miedo son algunas de las emociones que podemos sentir en este momento ante una pérdida gestacional. Es clave aceptarlas y transitarlas todas, aprender a perdonarse y reconciliarse con lo vivido.

Es probable que tras un aborto espontáneo, a cualquier madre o padre le cueste hablar de la pérdida. Pero que no hablen de ello no significa que no les duela. Es importante hablar, ya sea justo después de ocurrir si les apetece, o pasados unos meses si lo prefieren. Con quien ellos se sientan más cómodos, con las personas que piensen que van a saber acompañar su duelo sin juzgarlo. Los expertos coinciden en que hablar de ello es uno de los primeros pasos para afrontarlo.

En este momento, la pareja (si la hay), la familia o los amigos son claves para compartir el dolor y reconocer el duelo. Los especialistas en psicología pueden orientar a los familiares y ofrecerles recomendaciones para acompañar a la mujer tras un aborto espontáneo.

También es de gran ayuda compartir la experiencia con otras familias que hayan pasado por lo mismo. En la Tribu CSC puedes encontrar ese apoyo que necesitas, tanto de la mano del equipo de profesionales como del resto de familias miembro. Entre ellos/as se encuentra la la matrona Sara Caamaño y la psicóloga perinatal Mamen Bueno.

A pesar de la pérdida, es importante no olvidar lo que tenemos. Por ello, puede de ser de gran ayuda mirar todo lo que nos rodea, nuestra pareja si la hay, la familia y los amigos, incluso el trabajo o los hobbies. Es conveniente valorar todo lo que hemos conseguido hasta el momento ya que forma parte de nuestra vida y nuestro día a día.

Despedirse supone cerrar el capítulo. No significa que no vuelvas a hablar de lo ocurrido nunca más, ni mucho menos que lo vayas a olvidar. Pero, en algunas ocasiones, sí es un paso para aceptar la pérdida y comenzar a superar el duelo de forma más natural. Podemos crear una caja de recuerdos, a la que podemos añadir ecografías, fotos, las huellas o incluso escribirle una carta. Con ella podemos tener presente que ese hijo o hija existió, aunque se fue demasiado pronto.

En ocasiones, puede ser necesario recurrir a un profesional para obtener herramientas para superar la pérdida. Es importante transitar el duelo para ir convirtiendo poco a poco el dolor por la pérdida en un recuerdo por el hijo que no llegó a nacer.

De hecho, cada vez hay más psicólogos especializados en duelo perinatal que pueden ser de gran ayuda a las personas que viven un aborto espontáneo. Si lo necesitas, puedes contactar online con nuestra experta en psicología perinatal Mamen Bueno.

Y recuerda que todo pasa. Aunque sea inmenso en un primer momento, el dolor no siempre será eterno, lo que no significa que olvides a tu bebé. Pero llegará el día que puedas recordarlo sin sufrir.