El contacto piel con piel entre bebés y madres es algo muy sencillo de poner en práctica y a la vez muy necesario para el bienestar de ambos gracias a la gran cantidad de ventajas…
Ruth Abonjo, madrileña residente en Sanxenxo, ha conseguido dar a luz a sus gemelos por cesárea en el Hospital Provincial de Pontevedra en «un parto respetado» que todo el mundo le decía que era imposible.
Y es que los protocolos del Serga no permitían la presencia del padre ni tampoco el piel con piel con sus bebés si el parto terminaba en cesárea.
Una victoria «histórica»: La cesárea humanizada de Ruth en el Hospital Provincial de Pontevedra
Según informa ‘La Voz de Galicia’, esta madre ha tenido que batallar con los directivos del Sergas en Pontevedra para conseguir cambiar el protocolo y que su pareja estuviera con ella aunque el parto terminó en cesárea, algo que en principio le decían que era imposible.
También pudo hacer el piel con piel con sus bebés, lo que tampoco veían viable en el Sergas si había que realizar una intervención quirúrgica, a pesar de que ya existen hospitales en España con protocolos actualizados que apuestan por la cesárea provínculo, una cesárea respetuosa en la que la madre puede coger a su bebé en brazos, estar acompañada en todo momento e incluso participar en el proceso de extracción.
Desde Loita, plataforma de madres que luchan por sus derechos sanitarios y los de sus hijos que la propia Ruth ayudó a crear, celebran lo que denominan una victoria «histórica».
Según el Serga «no había sitio para su pareja» ni «espacio ni personal» para el piel con piel con los bebés
Ruth es una madrileña afincada en Sanxenxo, una localidad costera perteneciente a la provincia de Pontevedra, en la comunidad autónoma de Galicia. Cofundó la plataforma Loita para intentar conseguir que el Sergas humanizara sus protocolos en relación al tratamiento de los niños y de sus madres.
Hace un mes daba a conocer su historia en ‘La Voz de Galicia’. Ella, que ya había tenido un parto anterior en Madrid, se llevó un disgusto cuando los profesionales del Hospital Provincial de Pontevedra le indicaron que, aunque se preveía un parto vaginal, al ser gemelos el padre no iba poder estar presente porque, por seguridad, la llevarían a quirófano y no había sitio para su pareja.
«Me indicaron que tienen que estar presentes dos ginecólogos, dos anestesistas, dos matronas, dos neonatólogos… y que no hay sitio para nadie más en el quirófano. No lo puedo creer, es mi pareja, es importante su presencia«, relataba para el citado periódico.
También le indicaron que si al final el parto acababa en una cesárea no iba a poder hacer el piel con piel porque, una vez más, había un problema de espacio y también de falta de personal en la zona de reanimación a la que ella tendría que ir.
Pero Ruth no se resignó. Estaba convencida de que se estaban pisando sus derechos sanitarios, por lo que fundó la plataforma Loita con otras madres de Pontevedra y comenzaron a reunirse con distintos responsables del Sergas, para reivindicar que se cambiasen los protocolos de los partos.
Un profesional «empático» que les garantizó desde el principio que se respetaría la voluntad de la madre
Desde la plataforma de madres relatan que el gerente del área sanitaria, José Flores, «se mostró muy empático en todo momento y garantizó verbalmente que cambiarían los protocolos». Pero también era necesario que muchos profesionales estuvieran de acuerdo. Hoy señalan que ese compromiso verbal se ha hecho realidad y que «en un tiempo récord pasamos de las palabras a los hechos, ya que Ruth pudo tener un parto respetado«.
Y así ha sido: en el nacimiento de estos dos niños gemelos se ha respetado la voluntad de la madre. Tanto es así que el parto, que en un principio se preveía vaginal, derivó finalmente en una cesárea. Y aun así, y en contra de lo que al principio le habían dicho, su pareja pudo estar presente en todo momento, incluso dentro del quirófano durante la intervención quirúrgica. Asimismo, Ruth también pudo hacer el piel con piel con sus niños tras la cesárea, estando ella en la unidad de reanimación.
«Un equipo de 10 se reunió para hacer algo que nunca antes se había visto en este hospital«
Desde la plataforma Loita destacan la presencia en el parto de Ruth de varias matronas experimentadas, y agradecen a los ginecólogos y anestesistas su proceder durante la cesárea.
«Todo sucedió bajo la atenta mirada de tres matronas experimentadas a quienes toda la familia estará eternamente agradecida. A ellos, a los ginecólogos que velaron en todo momento por la salud de la madre y de los bebés y a los anestesistas gracias a los que el padre también entró en la unidad de la REA. Un equipo de diez se reunió para hacer algo que nunca antes se había visto en este hospital«.
La acción de estas madres unidas para reivindicar sus derechos sanitarios y los de sus hijos está consiguiendo cambiar las cosas, pero señalan que todavía queda mucho por hacer y que seguirán reuniéndose con los responsables del Sergas para exponerles sus reivindicaciones.
El caso de Ruth abre el camino a otras madres
De hecho, el siguiente objetivo de Loita es prestar apoyo a otra futura mamá, Laura, del área sanitaria de Vigo. Para ello, han solicitado una reunión con la gerencia viguesa del Sergas, a la que también acudirán representantes de otros colectivos como Teta e Coliño y Rede Cría, ya que, según relatan a ‘La Voz de Galicia’:
«A esta madre, también embarazada de mellizos, se le niega el contacto piel con piel con sus bebés tras un parto por cesárea, algo que está totalmente contraindicado si gozan de buena salud«.
Pero se muestran optimistas ya que manifiestan que ahora Laura tiene un rayo de esperanza gracias al precedente que ha sentado en Pontevedra el parto de Ruth.
Si quieres más información sobre los derechos de nacimiento, cómo elaborar un plan de parto respetado, o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la matrona Sara Caamaño.
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