Un nuevo estudio dirigido por profesores de la Universidad de Georgia en EEUU, concluye la necesidad de modificar el enfoque actual de la vacuna del sarampión ya que no es suficiente para erradicar la enfermedad.…
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) ha advertido sobre un mayor riesgo de brotes de sarampión, particularmente en la capital. Funcionarios alertan de que podrían darse decenas de miles de casos en Londres debido a las bajas tasas de vacunación contra el sarampión. Por su parte, los especialistas piden vigilar el «salto» entre países.
Londres podría tener que enfrentarse a hasta a 160.000 casos de sarampión
Aunque la probabilidad de una gran epidemia todavía se considera baja en otras partes del Reino Unido, las proyecciones de la UKHSA sugieren que, debido a sus bajas tasas de vacunación, en la capital londinense podrían darse entre 40.000 y 160.000 casos de sarampión, con tasas de hospitalización del 20% al 40%.
El sarampión es una de las enfermedades más infecciosas del mundo. Antes de que comenzara la vacunación masiva en 1980, el sarampión mataba a 2,6 millones de personas al año en todo el mundo, 12.000 de ellas en las Américas.
Se transmite mediante gotas de aire de la nariz, boca o garganta de una persona infectada. El virus presente en el aire o sobre superficies sigue siendo activo y contagioso durante dos horas.
Los expertos en salud estiman que alrededor del 95% de la población debe estar inmunizada para detener nuevos brotes, y advierten de que aunque la infección viral afecta principalmente a los niños, también puede enfermar a los adultos y causar complicaciones graves, especialmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Cuidado con los viajes: No solo Londres está en riesgo de un brote, sino todo el Reino Unido
Según los expertos, Reino Unido perdió su estado libre de sarampión en 2019, lo que indica que el virus del sarampión está circulando y no hay una vacunación adecuada para evitar su propagación. Según la OMS, si se exponen al virus del sarampión, el 90% de las personas no vacunadas se infectarán. El virus se propaga como la pólvora entre los no vacunados, como se demostró recientemente cuando 7 niños no vacunados en una guardería en Stoke-on-Trent se contagiaron.
Con los datos más recientes de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) que muestran al menos un caso de sarampión en cada región de Inglaterra este año, y advertencias sobre la posibilidad de brotes en Londres, los especialistas infieren que los niños corren riesgo de contagio «en todas partes».
Así, las personas que viajan tanto dentro del Reino Unido como desde el extranjero pueden quedar expuestos al virus del sarampión en sus viajes. El 81% de los 128 casos confirmados de sarampión en Inglaterra en lo que va de 2023 se han debido a la transmisión comunitaria dentro del país.
No existen medicamentos específicos para el sarampión, por lo que el tratamiento consiste en ayudar a aliviar los síntomas y abordar las complicaciones, como las infecciones bacterianas. Según la evidencia, por cada 1.000 personas infectadas, entre 1 y 3 morirán (las muertes son más altas en niños menores de 5 años y aquellas con sistemas inmunológicos debilitados).
Las muertes se deben comúnmente a infecciones bacterianas secundarias. De entre ellas, la neumonía representa el 60% de las muertes asociadas al sarampión. Otras complicaciones como la sordera, los ataques y la encefalitis (inflamación del cerebro) son relativamente comunes. Alrededor del 25% de las personas que desarrollan sarampión necesitan atención hospitalaria.
Los niños menores de 5 años son quienes corren más riesgo
A nivel mundial el sarampión sigue siendo una de las principales causas de muerte en niños pequeños, pese a que existe una vacuna segura y eficaz para prevenir la enfermedad. En 2021, la enfermedad mató a más de 128.000 personas, en su mayoría niños menores de 5 años, según la OMS.
La OMS recuerda que es una enfermedad vírica que se transmite por el aire, por lo que es fácilmente transmisible en lugares cerrados como escuelas infantiles, colegios, hospitales, transportes públicos…
En su forma leve causa tos, ojos rojos y sarpullido facial. Las complicaciones graves se observan principalmente en niños menores de 5 años y adultos mayores de 30 e incluyen ceguera, encefalitis y neumonía.
No existe ningún tratamiento antiviral específico contra el virus del sarampión y no hay forma de saber con anticipación la gravedad de los síntomas que presentará el niño en caso de contagio, pero puede causar severos problemas de salud, incluyendo diarrea intensa, infecciones de oído, ceguera, neumonía y encefalitis (inflamación del cerebro). Algunas de estas complicaciones pueden llevar a la muerte.
Los casos graves son especialmente frecuentes en niños pequeños malnutridos (entre 1970 y 1979, los países de América Latina reportaban unos 220.000 casos de sarampión cada año), y en aquellos cuyo sistema inmunitario está debilitado. En poblaciones con altos niveles de malnutrición y falta de atención sanitaria adecuada, el sarampión puede llegar a matar al 10% de los casos.
Los síntomas suelen ser fiebre alta, rinorrea, tos, ojos llorosos y rojos, pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas y sarpullido o erupción generalizada en todo el cuerpo.
¿Cómo empieza sarampión en niños?
El primer signo del sarampión suele ser la fiebre alta, que comienza unos 8-12 días después de la exposición al virus y dura 4-7 días. En la fase inicial, se puede presentar rinorrea, tos, ojos llorosos y rojos y pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas.
Varios días después aparece un exantema que comienza en la cara y cuello, y se va extendiendo gradualmente al resto del cuerpo. No hay tratamiento específico para el sarampión, pero es una enfermedad prevenible mediante vacunación.
Aunque la mayoría de los pacientes se recuperan en 2-3 semanas, el sarampión puede causar complicaciones graves, tales como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía, sobre todo en niños malnutridos y pacientes inmunodeprimidos.
Funcionarios del Reino Unido advierten de que podrían darse decenas de miles de casos en Londres debido a las bajas tasas de vacunación contra el sarampión
La Agencia de Seguridad de la Salud de Gran Bretaña ha advertido de que en algunas zonas de Londres las tasas de vacunación contra el sarampión han caído tan bajo que la capital podría ver decenas de miles de casos de sarampión a menos que se aumente rápidamente la cobertura de inmunización.
En un comunicado, la agencia dijo que en algunos grupos de niños en Londres, menos del 70% ha recibido su primera dosis de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola. Se necesitan dos dosis para brindar protección.
La Agencia de Seguridad Sanitaria dijo que aunque el riesgo de un brote en Reino Unido era bajo, los niveles actuales de inmunización en Londres sugieren que «un brote de sarampión de entre 40.000 y 160.000 casos podría ocurrir en la capital». Hasta el 30 de junio, ha habido 128 casos de sarampión en Gran Bretaña este año, frente a 54 casos el año pasado. Más del 60% de los casos en 2023 han sido en Londres.
El Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña ha iniciado una campaña nacional para impulsar la vacunación contra el sarampión en las comunidades con las tasas de cobertura más bajas.
¿Cómo es posible que un país desarrollado se enfrente a esta desastrosa situación?
Durante 60 años, el sarampión se ha podido prevenir mediante una vacuna ampliamente disponible, entonces, ¿por qué una ciudad como Londres se enfrenta a un posible desastre en la actualidad? Las autoridades del Reino Unido dijeron que las personas de 19 a 25 años tenían un riesgo particularmente alto de contraer sarampión, y señalaron varias causas.
Por una parte, muchas personas podrían haber rechazado las vacunas por efecto de las acusaciones falsas hechas por el médico británico Andrew Wakefield en 1998 de que la vacuna MMR estaba relacionada con el autismo. Aunque la investigación fue desacreditada más tarde y las autoridades médicas prohibieron a Wakefield ejercer por mala conducta, sus bulos sobre las vacunas inspiraron un movimiento contra la vacunación que ha dañado las tasas de inmunización en el Reino Unido y otros países durante años.
A nivel mundial, las tasas de vacunación contra el sarampión se han reducido significativamente a raíz de la pandemia de coronavirus. La Organización Mundial de la Salud advirtió hace meses que unos 40 millones de niños en el mundo no recibieron una dosis de la vacuna contra el sarampión en 2021. En Europa, la OMS señaló que los casos aumentaron en algunos países, incluidos Rusia, Austria, Serbia y el Reino Unido este año.
Por otra parte, la cobertura vacunal es vacilante desde fines de la década de 1990, y esta situación se ha acentuado aún más tras la pandemia de COVID-19.
Finalmente, los falsos rumores sobre las nuevas vacunas anticovid pueden haber magnificado las dudas sobre las vacunas en general, y las actitudes antivacunas más radicales.
Todo lo anterior, unido a que, tal y como recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS), el virus se propaga a través de las gotitas respiratorias de una persona infectada, por lo que es fácilmente transmisible en lugares cerrados como escuelas, hospitales y transporte público; lo convierten en uno de los patógenos más infecciosos del mundo para los humanos.
Cada infectado puede contagiar a 12-18 personas
Se estima que una persona infectada puede transmitir la enfermedad del sarampión a otras 12-18 personas en una población completamente susceptible.
Antes de que las vacunas contra el sarampión estuvieran disponibles, casi todas las personas mayores de 5 años habrían tenido la enfermedad, lo que para la mayoría significaba inmunidad de por vida. Pero los expertos inciden en que complicaciones como la encefalitis o la neumonía pueden causar muchas muertes. La OMS alerta de que incluso hoy en día, miles de personas mueren de sarampión en todo el mundo cada año, en su mayoría niños pequeños no vacunados.
Las campañas de vacunación han tenido un gran éxito en la reducción del número de casos de sarampión. Los programas de vacunación masiva comenzaron en la década de 1960 y consiguieron suprimir rápidamente la propagación en la mayoría de los países desarrollados. La vacuna contra el sarampión es una vacuna «esterilizante«, es decir, no solo previene la enfermedad, sino también la transmisión.
Niveles de vacunación necesarios para mantener la inmunidad colectiva
No es necesario vacunar a todas las personas contra el sarampión para que la sociedad en su conjunto esté protegida. Vacunando a una proporción lo suficientemente grande de la población, se puede dejar al patógeno sin nuevos huéspedes. La población alcanza entonces la «inmunidad de rebaño».
Desde el Servicio Nacional de Salud (en inglés, National Health Service o NHS) los especialistas subrayan que para eliminar el sarampión, entre el 90% y el 95% de la población debe estar inmunizada (ya sea por vacunación o infección, tal y como señala la OMS).
Pero la inmunidad colectiva puede perderse si no seguimos vacunando a los niños que nacen susceptibles al sarampión. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) hacen hincapié en que se necesitan dos dosis de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR), la primera a los 12 meses y la segunda a los cinco años, para una protección eficaz.
Los niveles de vacunación actuales en Londres son insuficientes
Los niveles actuales de cobertura de MMR en Inglaterra, particularmente en Londres, están muy por debajo del umbral del 95%. El Reino Unido nunca ha alcanzado el nivel del 95 % de cobertura vacunal recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para eliminar el sarampión (aunque ha conseguido vacunar a un número suficiente de personas como para evitar que se repitan los grandes brotes que ocurrieron regularmente antes de los 60).
No obstante, la caída de las tasas de vacunación a fines de los 90 provocó repetidos resurgimientos del virus. Esta caída a menudo se relaciona con la publicación del artículo de Andrew Wakefield en ‘The Lancet’ que relaciona la vacuna con el autismo, aunque sus teorías hayan sido ampliamente desacreditadas.
Aunque posteriormente, en 2017, la OMS declaró que Reino Unido había eliminado el sarampión, esta situación no se mantuvo. A partir de ese momento, los casos comenzaron a ocurrir con mayor frecuencia en áreas con cobertura de vacunación especialmente baja (un brote en Inglaterra entre 2017 y 2018 aumentó en casi 4 veces los casos). Y otros países europeos han estado teniendo problemas similares.
En la actualidad, debido al efecto de la reciente pandemia de COVID-19, han caído aún más los niveles de vacunación, creando lo que la OMS denomina una «tormenta perfecta» de bajos niveles de inmunidad en Reino Unido y en otros países.
Por ejemplo, algunos de los niños nacidos a partir de 2015 que iban a recibir la segunda dosis de la vacuna durante la pandemia de COVID-19, no la recibieron debido a las medidas de confinamiento y al desbordamiento de los sistemas sanitarios debido a la pandemia de COVID-19 que limitaron el acceso a la atención médica.
Según la UK Health Security Agency, solo las tres cuartas partes de los niños de 5 años en Londres han recibido su segunda dosis vacunal. Estos niños, que ahora están escolarizados, corren el riesgo de contraer el virus fácilmente en el colegio o escuela.
El año pasado ya se informaron unos 1.053 casos de sarampión en Inglaterra y Gales. Según los especialistas, la mayoría de los nuevos brotes de enfermedades pueden controlarse mediante la vacunación de emergencia y el control de los contactos de las personas infectadas. Pero la pérdida de inmunidad hace que el virus se propague con mayor probabilidad y podría conducir a grandes brotes incontrolables.
¿Cuál es la situación en el resto de Europa? Hay 7 veces más sarampión que hace un año
Desde principios de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha notificado sarampión en un tercio de los países de la región europea. Y en los primeros 5 meses del año se reportaron allí 5.699 casos , casi 7 veces más que en todo 2022.
Hace meses que ya la OMS alertaba de que los casos de sarampión de este año en Europa ya superan los de todo el 2022. La Organización Mundial de la Salud subraya que Europa ha registrado 900 casos de sarampión desde enero de 2023. En nuestro caso, la caída de la vacunación contra el sarampión durante la pandemia también ha llevado a un incremento de casos en Europa.
De hecho, en 2021 ya se alcanzó un hito mundial: casi 40 millones de menores en todo el mundo no recibieron una dosis de vacuna contra el sarampión. La causa fue precisamente la irrupción de la pandemia por coronavirus del año anterior.
Los calendarios de vacunación mundiales se rompieron debido al colapso hospitalario, una situación que ya en 2020 advertía que podía suceder el CEO de Criar con Sentido Común y enfermero de Pediatría, Armando Bastida.
Como consecuencia, en 2021 fallecieron solo en Europa 128.000 personas a causa de esta patología. Y en 2023 los casos siguen en imparable ascenso. No en vano, muchos estudios se centran en las posibles consecuencias del incremento del sarampión en Europa en los últimos 20 años.
Esta situación, que se propaga a nivel mundial, está suponiendo una amenaza para el “resurgimiento” de esta patología extremadamente infecciosa que antes de la aparición de las vacunas provocaba pandemias que dejaban tras de sí dos millones de muertes anuales.
La mayor parte de los casos se han dado en Europa del Este. En concreto, la Federación de Rusia, Tayikistán y Türkiye han notificado el mayor número de casos en los últimos 12 meses (414,610 y 466 casos, respectivamente). Austria, Serbia, el Reino Unido, Uzbekistán y otros han visto un aumento en los casos desde principios de 2023.
La OMS recomienda tener listo un protocolo de actuación
Ante este panorama, la OMS pide a “todos” los países europeos que vigilen la “posible importación” de casos. Para ello, recomienda seguir el ejemplo de los países que este año han detectado brotes de sarampión, como es Serbia, y realizar su mismo protocolo de actuación: vacunación de recuperación, fortalecimiento de la vigilancia, información de la población y cooperación.
«Todos los países, incluidos los que han eliminado la transmisión endémica del sarampión, deben estar atentos a la posible importación y propagación de esta enfermedad altamente contagiosa«, manifiesta el Dr. José Hagan, líder del equipo de Inmunización y Enfermedades Prevenibles por Vacunación de la OMS/Europa.
En este sentido, la pediatra de CSC, Gloria Colli, incide en que si las familias van a viajar por Europa con un bebé, es importante asegurarse de que está bien vacunado contra el sarampión. Especialmente si vamos a pasar un tiempo con el bebé en los países donde más brotes de sarampión sufren.
Si tienes alguna duda sobre las vacunas infantiles, quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli y el enfermero de Pediatría Armando Bastida.
También se aconseja estar atentos a la aparición de los síntomas del sarampión (fiebre, tos seca, goteo nasal, dolor de garganta, ojos inflamados -conjuntivitis-, manchas blancas diminutas dentro de la boca, sarpullido de manchas grandes y planas que generalmente se funden entre sí.
¿Y cuál es el panorama en España?
En concreto, en España, esta enfermedad altamente contagiosa vuelve a preocupar debido a la falta de vacunación. Y es que, si bien en el año 2014 se declaró a España libre de transmisión endémica de esta enfermedad y en 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que la enfermedad estaba erradicada en nuestro país, lamentablemente estamos en un momento de retroceso.
En España la vacunación frente al sarampión se introdujo en el calendario de vacunación infantil en 1981 con la vacuna triple vírica -TV- (sarampión, rubéola y parotiditis), y en 1996 se incorporó una segunda dosis. No obstante, los pediatras españoles expusieron recientemente en las XIV Jornadas de Vacunas del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) sus preocupaciones sobre este problema que podría resurgir.
“No podemos bajar la guardia. La poliomielitis, la difteria o el sarampión son enfermedades que resurgirán incluso en los lugares donde nos hemos olvidado de su existencia, como es el caso de España, si no se aumentan los esfuerzos por mejorar las coberturas vacunales”, advirtió el Dr. Abián Montesdeoca Melián, miembro del CAV-AEP.
El Comité de Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría ya había alertado anteriormente de que la vacunación frente al sarampión estaba descendiendo en algunas comunidades, sobre todo la segunda dosis. Por su parte, en su informe “La vacunación del sarampión a nivel mundial a la baja: Señal de Peligro” la Asociación Española de Pediatría (AEP) incide en que la vacunación del sarampión en el mundo es la más baja desde 2008.
Actualmente en nuestro país la cobertura vacunal es muy alta y no se espera que aumenten los casos ni aparezcan brotes. Sin embargo, la caída en la confianza de las vacunas supone un riesgo importante al que atender, ya que cada año se reducen las dosis que se administran a nivel global y nacional.
Aunque en nuestro país, los únicos grupos de menores que no se vacunan son los que cuyos padres se niegan a ponerles vacunas, y este “es un porcentaje muy bajo en el país”, explicaba para “ConSalud” la doctora Dra. Milagros García López Hortelano, pediatra de la Unidad de Pediatría Tropical, Adopción Internacional y Consulta del niño viajero en el Hospital Carlos III, portavoz de la Asociación Española de Pediatría y miembro de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP).
«Hoy por hoy en España la cobertura vacunal [para el sarampión] es buenísima. En la cartera de vacunación infantil tenemos marcadas dos dosis, una a las 12 meses con una eficacia del 95% y otra a los 4 años con una eficacia al 99,9%«, explicó la facultativa. «Hoy por hoy no esperamos que aumenten los casos ni aparezcan brotes». No obstante, los expertos insisten en estar muy pendientes para evitar la propagación de la enfermedad entre países.
No en vano, el sarampión es uno de los virus más infecciosos del mundo, afecta principalmente a los niños y estamos lejos de conseguir su erradicación.
Su erradicación es inviable en la actualidad
Los especialistas aseguran que las estrategias de vacunación actuales son insuficientes para erradicar el sarampión. ¿El motivo? Es una de las infecciones respiratorias más contagiosas que existen y avanza rápidamente, lo que complica su control y erradicación.
Un reciente estudio de la Universidad de Georgia en EEUU, concluye la necesidad de modificar el enfoque actual de la vacuna del sarampión ya que no es suficiente para erradicar la enfermedad.
La investigación, publicada en The Lancet Global Health, ha explorado la posibilidad de eliminar el sarampión y la rubéola utilizando estrategias de vacunación predominantes en los 93 países que presentan la mayor carga de enfermedad.
«El sarampión es una de las infecciones respiratorias más contagiosas que existen, y avanza rápidamente, por lo que es difícil de controlar«, según una de las autoras del trabajo, Amy Winter, profesora asistente de Epidemiología y Bioestadística en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Georgia.
Los investigadores evaluaron dos estrategias que podrían ayudar a avanzar hacia la eliminación del sarampión de forma más rápida y efectiva y reducir la probabilidad de nuevos brotes: mejorar la forma en que se realizan las campañas de vacunas complementarias, mejorar la equidad en la cobertura de vacunación y reconsiderar los criterios que se tienen en cuenta a la hora de dejar de administrar una vacuna.
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