Un reciente estudio de la Universidad Internacional de La Rioja en colaboración con la Universidad del País Vasco ha concluido que los niños y niñas con altas capacidades tienen 3 veces más probabilidades de sufrir…
El alumnado con necesidades educativas específicas tiene entre 2 y 4 veces más riesgo de ser sufrir bullying que el resto de sus compañeros. Y dentro de este grupo, el 50% de los adolescentes con TEA (trastorno del espectro autista) son víctimas de acoso escolar. Y el 33,5% de ellos ni si quiera saben que están sufriendo esta situación.
Son los resultados del informe de «Situación del alumnado con trastorno del espectro del autismo en España» referente al curso 2020-2021. Un documento que pone de relieve que el principal factor de vulnerabilidad frente al acoso escolar es «tener una discapacidad y ser diferente».
El trastorno del espectro autista o TEA
El trastorno del espectro autista o TEA es un trastorno de origen neurobiológico que afecta al neurodesarrollo y al funcionamiento del cerebro. Esto da lugar a dificultades en la comunicación y en la interacción social, así como en la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de quien lo tiene.
Actualmente, según la Confederación de Autismo de España, no existe una causa única que explique la aparición del autismo. Pero es una circunstancia que acompaña a la persona durante toda su vida y que va cambiando dependiendo de las etapas de desarrollo y de la experiencia de cada persona. Además, impacta no solo en la persona sino también en la familia y el entorno.
Se trata de un trastorno muy variable, que afecta de distinta forma a cada niño o niña; y por tanto, requiere un abordaje integral, adaptado a cada menor. Además, se considera una «discapacidad invisible», puesto que no tiene ningún riesgo diferenciador en la apariencia física. Solo se manifiesta a nivel cognitivo y de comportamiento.
Algunos datos sobre el alumnado con autismo en España
Según las cifras del informe sobre el alumnado con TEA en España, un total de 227.979 menores tienen necesidades específicas de apoyo educativo asociado a una discapacidad (70% chicos y 30% chicas). De ellos, 60.198 tiene autismo, «aunque muchos no están identificados en las estadísticas». Es decir, que 1 de cada 4 alumnos con necesidades especiales tiene TEA.
Las cifras de alumnado con TEA en las escuelas han crecido exponencialmente en los últimos 10 años, en más del 200%. El 80% de este alumnado acude a la escuela ordinaria. Son las chicas con autismo las que más asisten a educación especial.
El mayor número de alumnado con TEA está en Primaria. En Bachillerato y Formación Profesional, las cifras descienden considerablemente (hay que tener en cuenta, explica el informe, que el alumnado con autismo es el colectivo más vulnerable frente al fracaso y el abandono escolar). Precisamente al final de Primaria y en Secundaria son los momentos en los que los casos de acoso escolar se incrementan, según el informe analizado.
Alumnos con TEA y acoso escolar
Según los datos de la Confederación de Autismo de España, en torno al 12% de los alumnos y alumnas con autismo ha experimentado al menos una situación de acoso escolar. El 6,5% ha experimentado más de una.
La Guía sobre acoso escolar y TEA recoge que los alumnos con autismo tienen 4 veces más posibilidades de ser objeto de acoso escolar. Y que la mayor frecuencia de estos episodios se dan entre los 11 y los 13 años, en el paso de Primaria a Secundaria. Se da principalmente en casos de TEA leve y en chicos.
El acoso escolar o bullying puede ser de distinto tipo:
- Acoso físico: Pegar, esconder, romper o robar cosas, amenazar con armas.
- Acoso verbal: insultar, poner motes, hablar mal de alguien, amenazar, chantajear…
- Acoso relacional: Ignorar, no dejar participar en alguna actividad.
- Acoso sexual.
- Ciberacoso.
En el caso de al autismo y el acoso escolar, la forma más común de bullying empleada contra el alumnado con TEA es la exclusión social o acoso relacional (71%), seguida del acoso verbal (13%), físico (10%) y el ciberbullying (6%).
Dificultades para identificar el acoso escolar por parte del alumnado con autismo
El 33,5% del alumnado con TEA tiene dificultades a la hora de identificar las situaciones de acoso escolar. Es decir, no saben si sus compañeros o compañeras les insultan, hablan mal de ellos o les obligan a hacer cosas que no quieren.
Para esta entidad, es «especialmente preocupante» en el caso de las chicas, que son más vulnerables a formas de acoso y burlas de índole sexual. Un 25% de ellas no sabe reconocer si están siendo víctimas de acoso por recibir bromas sobre sus pechos o genitales.
Autismo y acoso escolar: ¿Qué está fallando?
No es el primer informe que pone de relieve la relación entre el autismo y el acoso escolar. Otros estudios antes ya demostraron que el alumnado con TEA es muy vulnerable frente al bullying. Por ejemplo, en este trabajo de campo realizado en Reino Unido en 2013, en el que participaron más de 800 niños y niñas con autismo, el 77% estaba experimentando acoso escolar en el momento del estudio.
En este otro metaanálisis de 2015 resalta un dato: del 40 al 90% de los alumnos con autismo son acosados, en comparación con el 10-40% de niños acosados sin autismo.
Otros datos son aún más dolorosos, según Autismo Diario, por ejemplo, el 84% del alumnado con TEA sufre bullying y tener autismo multiplica las posibilidades de que un menor sea derivado a los servicios de protección infantil.
¿Qué falla entonces? Según el informe del alumnado con espectro autista, hay un problema en la identificación de los casos. Y también en la gestión. Porque a pesar de que el 74% de los centros escolares cuentan con protocolos de actuación; solo el 40% de las familias considera que las medidas que se llevan a cabo son útiles.
Según los profesionales de la educación consultados para este informe, entre el 69 y el 82% cree que los centros están dotados con recursos para atender al alumnado con autismo, aunque lamenta que no hay tiempo suficiente para atenderlos adecuadamente y que las ratios son demasiado altas para ello. De hecho, el 47% cree que el sistema educativo no está preparado para atender a este alumnado.
Curiosamente, 2 de cada 3 alumnos con autismo dice sentirse feliz cuando va a la escuela, aunque la vulnerabilidad ante la exclusión social es alta. Según este informe, la participación en actividades realizadas por el colegio es alta. Pero el 43% de estos alumnos están solos en el recreo y solo el 14% queda con compañeros y compañeras fuera del centro.
¿Qué consecuencias tiene el acoso escolar en los niños y niñas con autismo?
Cualquier niño o niña que sufre acoso escolar vive un infierno difícil de imaginar. Sufren por esta situaciones a todos los niveles. Y, en algunas ocasiones, pueden recurrir al suicidio como única salida.
En el caso del autismo y el acoso escolar, estas consecuencias son también muy graves porque el bullying afecta a su calidad de vida y bienestar emocional. A ellos se suma que los problemas de aprendizaje que ya pueden tener por sus características, se acentúen. El rendimiento escolar se ve afectado y son más sensibles al fracaso.
Además, el acoso escolar supone otra barrera más en las oportunidades de interacción social. Les impide participar en el entorno escolar y aumenta el riesgo de ser marginados y excluidos entre sus compañeros.
Tal y como recomiendan desde Autismo España, «evitar y prevenir posibles situaciones de acoso escolar es responsabilidad de todos los agentes implicados. En este sentido, es fundamental el binomio familia-centro educativo«.
Estrategias para prevenir el acoso escolar en los menores con autismo
Desde Autismo España proponen diferentes vías para luchar contra el acoso escolar en el alumnado con autismo. Entre ellos, la necesidad de mejorar las herramientas de autodetección de las situaciones de acoso; introducir programas de prevención y promoción de la convivencia; e identificar estrategias de afrontamiento y buenas prácticas.
La guía del acoso escolar y el TEA recoge distintas estrategias para acabar con esta lacra. Son las siguientes:
Hacer del patio un entorno más seguro y participativo
El recreo suele ser el lugar donde más situaciones de acoso viven los alumnos con TEA. Hay que tener en cuenta, además, que suele haber mucho ruido, movimiento y ajetreo que afecta a los alumnos con autismo.
Por ello, es necesario realizar una intervención específica, según esta guía, para crear un entorno más seguro; con un ambiente pacífico que reduzca el riesgo de acoso y aumente la protección; y asegurar que el juego sea una experiencia positiva para todos los alumnos y alumnas.
Reforzar la actuación positiva del profesorado
El profesorado «desempeña un papel fundamental» a la hora de evitar la exclusión de sus alumnos y promover la aceptación de las diferencias. La guía propone varías ideas para que aquellos las pongan en marcha.
Por ejemplo, tener una actitud cercana y usar un lenguaje respetuoso; fomentar la cohesión grupal y animar a niños y niñas a que aborden sus problemas de relaciones; ofrecer ayuda a aquellos menores que tengan dificultades; no minimizar situaciones de violencia, ni reforzarla o fomentarla (por ejemplo, riéndose de un mote); etc.
Promover los valores, la sensibilización y la comprensión de las personas con TEA, entre estudiantes
Otra de las estrategias es enseñar a los alumnos y alumnas valores como el respeto a las diferencia, el compromiso, la equidad y la solidaridad. Desarrollar programas de conocimiento mutuo y un acercamiento a las necesidades especiales fomentará ese respeto necesario en las aulas.
Según la guía, la sensibilización en los centros educativos es una «medida de prevención contra la discriminación». Enseñar esos valores ayuda a comprender a los demás y a que los menores se sientan seguros; de modo que les será más fácil no tener miedo a la hora de denunciar que están siendo acosados o que están acosando a un compañero o compañera. En este sentido, es importante que desde la familia y la escuela se enseñe a los menores que pedir ayuda a un adulto no es ser un «chivato».
Afrontar el conflicto entre iguales de forma constructiva
Los conflictos «no son ni buenos ni malos». Forman parte de las relaciones humanas. «Cuanta más diversidad hay en un aula, más conflictos porque hay diferentes formas de sentir, pensar e interpretar la realidad».
Por ello, el objetivo ha de ser que cada estudiante aprenda a resolver esas situaciones de conflicto sin violencia o amenazas, sino a través de la negociación. Para ello hay distintas estrategias que pueden ayudar a solucionar estos conflictos de forma constructiva. Por ejemplo, a través de asambleas, aprendiendo más sobre los conflictos y sus diversas fases, elegir mediadores dentro del grupo, etc.
Abordar el acoso escolar en la clase
Según la guía, es importante que el alumnado sea capaz de reconocer una situación de acoso escolar «y comprender que la intención, premeditación y el ‘uso no abusivo de poder’ son factores determinantes para valorar si se trata de un incidente de acoso, broma amistosa o conflicto directo».
También es necesario que comprendan que hay distintos tipos de acoso y que las personas con TEA son especialmente vulnerables.
Lo ideal, explica la guía, es que los menores sean capaces de no ceder ante la presión de grupo y puedan ayudar a los compañeros o compañeras que sean blanco de acoso. Solo denunciando estos casos se puede hacer algo «para ayudar» a las víctimas.
Cómo hablar del acoso escolar con la persona con TEA
Los alumnos con autismo pueden tener dificultades a la hora de reconocer el acoso escolar. Muchas veces no se dan cuenta o lo malinterpretan. Por eso, según la guía, necesitan una enseñanza más explícita para diferenciar entre acoso y malentendidos o accidentes.
De esta forma, les será más fácil pedir ayuda si están siendo acosados y son capaces de reconocerlo. Para ello, existen distintas herramientas como historias gráficas, fichas, listados de ejemplos en cómic, etc.
La actitud y valores de la familia. Intervención específica sobre el patio
Por último, la guía subraya que es necesario que las madres y padres puedan identificar claramente los indicios de acoso escolar en su hijo o hija con autismo. Algunas de estas señales son:
- Pérdida de enseres personales como ropa, mochila o daño en los libros.
- Heridas.
- Comportamientos más ritualistas u obsesivos.
- Hipersensibilidad.
- Tristeza.
- Pérdida de interés por actividades que antes le gustaban.
- Más aislamiento.
- Problemas de sueño.
- Dolor de estómago, etc.
Por ello, los especialistas sugieren la necesidad de sesiones formativas y un trabajo conjunto de familias y escuela para proteger a los menores con autismo que sufren acoso escolar.
En la Tribu CSC también puedes encontrar apoyo y asesoramiento profesional sobre este y otros temas relacionados. Entre nuestras profesionales, contamos con la psicóloga infantil Elena Mesonero y Jéssica Romero, terapeuta ocupacional pediátrica, a la que podéis hacer cualquier consulta online.
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