Esto es lo que los niños en duelo por la pérdida de un ser querido quieren y necesitan saber

¿Cómo ayudar a un niño en el proceso de duelo? Las niñas y niños en duelo sienten curiosidad por la muerte y el más allá, y hablar sobre ello les ayuda a procesar y dar sentido a su aflicción.

El estudio, publicado en el Journal of Child and Family Studies, incluyó a 220 niños y niñas en duelo de entre 5 y 12 años que asistieron a uno de los 10 Lionheart Camp for Kids, donde podían enviar preguntas sobre la muerte y el duelo que sirvieron a los investigadores para comprender mejor su curiosidad y sus sentimientos sobre estos importantes acontecimientos de la vida.

La investigadora principal, la profesora Lauren Breen, de la Escuela Curtin de Salud de la Población, dijo que las preguntas de los niños y niñas en este estudio ofrecieron información importante sobre sus pensamientos y sentimientos, así como su curiosidad sobre la muerte tras la pérdida de un ser querido.

«Si bien el duelo infantil es común, las necesidades de los niños durante el duelo no se comprenden bien. Se reconoce que la comprensión de la muerte que tienen los niños difiere fundamentalmente de la de los adultos; sin embargo, hay investigaciones limitadas que han explorado esto desde la perspectiva de un niño. Se puede extraer información sobre las comprensiones y necesidades de los niños a partir de las preguntas que hacen al respecto», explica la investigadora.

Lo que los niños quieren saber sobre la muerte y el duelo

La investigación halló que las niñas y niños en duelo sienten mayor curiosidad por saber por qué y cómo mueren las personas, cómo se puede prevenir o retrasar la muerte, cómo darle sentido a la muerte, comprender y gestionar el duelo, comprender la vida y la muerte, cómo funcionan las intervenciones médicas y qué sucede después de morir.

«Aproximadamente entre el 5% y el 7% de los niños en los países occidentales experimentarán la muerte de uno de sus padres o un hermano antes de los 18 años, cifra que aumenta al 50% si se incluye la pérdida de un familiar o amigo cercano. Los niños en duelo también tienen un mayor riesgo de desarrollar ansiedad, depresión, bajo rendimiento académico, pensamientos suicidas y consumo de sustancias«, afirmó la profesora Breen.

«Estas estadísticas son alarmantes y no han hecho más que aumentar tras el aumento de la COVID-19, donde se estima que 1,1 millones de niños en todo el mundo experimentaron la muerte de uno de sus padres en los primeros 14 meses de la pandemia», añade la investigadora. Según la experta, es fundamental garantizar que se adopten estrategias eficaces y apropiadas para apoyar a los niños en duelo y «garantizar que los padres tengan las mejores herramientas para ayudarlos a sobrellevar la muerte de un ser querido».

Los niños afligidos por la pérdida de un ser querido necesitan hablar de ello

Los hallazgos del estudio sugieren que las niñas y los niños en duelo pueden beneficiarse de las oportunidades de discutir libremente sus pensamientos sobre la muerte, lo que puede facilitar una mejor educación y un apoyo emocional adecuado.

«Nuestro estudio pudo demostrar que los niños que están experimentando la muerte de un ser querido sienten curiosidad por la muerte y pueden querer discutir abiertamente sus sentimientos y hacer preguntas para comprender mejor por qué alguien cercano a ellos ya no está cerca y cómo pueden hacer frente a este importante cambio de vida», sostiene Breen.

La profesor explicó que aunque gran parte de la información proporcionada a los niños en duelo que proviene de los profesionales de la salud y de la escuela se basa en su edad y su desarrollo, puede ser más apropiado basar las explicaciones en la curiosidad del niño y su propio nivel de comprensión.

«Asegurar que exista un apoyo adecuado para los niños en duelo es importante para ayudarlos a manejar sus emociones, procesar el duelo y brindarles un conjunto de habilidades de afrontamiento que los ayudarán en las siguientes etapas de la vida», dice Breen.

La investigadora también destaca el importante papel de los adultos de referencia para ayudar a estos niños afligidos y la relevancia de no tratar de ocultarles situaciones o acontecimientos difíciles:

«Es muy difícil para muchos adultos hablar abiertamente del duelo con sus hijos cuando ellos también están experimentando el mismo duelo y pérdida. Nuestra investigación muestra que en lugar de proteger a los niños, lo que puede ser el instinto natural, puede ser más beneficioso para los cuidadores que están anticipando la muerte de un ser querido tener conversaciones abiertas con sus hijos sobre lo que está sucediendo y lo que esto significa para ellos».

Darles espacio para expresar todos sus sentimientos, pensamientos y dudas al respecto, permite a los menores desarrollar resiliencia y estrategias de confrontación de las que se beneficiarán a lo largo de toda su vida futura.

Los niños en duelo sienten curiosidad por la muerte y el más allá

Algunas de las preguntas de las niñas y niños afligidos por una pérdida cercana incluyeron: ¿Por qué me dejó? ¿Cómo muere realmente el cuerpo? ¿Por qué los niños me acosan ahora en la escuela? ¿De qué tipo de enfermedades puede morir la gente? ¿Cómo funciona un marcapasos? ¿Cuál es el significado de la vida? ¿Qué se siente estar en el cielo?

«Se necesita más investigación para comprender mejor las experiencias y perspectivas de los niños en duelo. Al comprender esto, se podrían establecer estrategias más apropiadas para brindar el nivel adecuado de apoyo en un entorno seguro. Este estudio muestra que los servicios de apoyo pueden beneficiarse al considerar no sólo lo que los niños necesitan saber, sino lo que quieren saber sobre la muerte y el duelo«, añade Breen.

¿Cómo ayudar a un niño en el proceso de duelo?

Shelly Skinner, directora ejecutiva y fundadora de Lionheart Camp for Kids, sostiene que mientras las personas adultas a menudo se sienten incómodas cuando hablan de la muerte y el duelo; los niños, en cambio, son curiosos y tienden a tener preguntas tanto generales como profundas sobre la enfermedad, el proceso físico de morir, qué se siente al morir y lo que sucede después de nuestra muerte.

«Lionheart no solo ofrece a los niños un espacio seguro para explorar su dolor, sino que también educamos y apoyamos a los adultos para que tengan conversaciones apropiadas, conectadas y saludables con los niños.

Cuando los niños encuentran su voz y pueden articular y comprender su experiencia personal de muerte y dolor, entienden mejor sus pensamientos y sentimientos, lo que les permite desarrollar resiliencia, conectarse con otros y prepararse mejor para los desafíos futuros de la vida», afirmó Skinner.